Hombres somos pocos los que aún quedamos vivos
y habitamos y sentimos y lloramos, ansiosos ya
cansados ya de pedir que los que piden se callen y dejen dormir en paz
a los otros, a los nuestros, a los tuyos, a los míos.
Hombres somos pocos
humanos entre ellos
muchos menos
reales, tangibles, sensibles, honestos
muchos menos
aún
Hombres somos pocos los que aún quedamos vivos
sin ministro de salud
sin hembras a quien mentir
sin niños a quien golpear
sin amor a quien amar
Hombres somos pocos y los que somos
no somos nadie, no somos nada
nos basurean los otros, aquellos que hombres
dicen ser
que no son más que bestias enfurecidas
que no lloran cuando les duele y que reclaman
y gritan, mas no hacen nada, nada
Y nosotros, la nada, nos levantamos
golpeamos en los hombros a los machos
mentimos despiadadamente alas hembras
buscamos a nuestras señoras, nuestras mujeres
¡Pobres animales!
Ya los veré mañana