La ciudad empieza a despertar, hombres y mujeres se despiertan para otro agotador día de trabajo, el aire se enrarece con el olor de los panaderos prematuros que empiezan a recorrer las calles y los jóvenes despiertan con una fuerte resaca decididos a volver a salir en la noche y volver a ser felices aunque sea una mínima fracción de felicidad momentánea.
Marcos se ha levantado con un fuerte dolor de cabeza, hace un mes que se ha mudado a un nuevo apartamento y extraña el desayuno listo preparado primorosamente por su madre, extraña el café recién preparado y los panes ya untados con la mantequilla que comió desde sus 6 años y que seguirá comiendo algún tiempo más, conquistado por algo más glamoroso que la mantequilla de sus panes y el café de su madre, pero hoy Marcos extraña el café, se incorpora, camina, trastabilla, se acerca a la máquina de expresso que compró hacía unas semanas y repite metódicamente los pasos para hacerse el café, se dirige a la nevera con la esperanza de encontrar comida del día anterior que su madre ha guardado, pero recuerda que no hay nevera ni madre cerca que le haya preparado la comida, se vuelve a su alcoba y se viste, extrañamente ve a algo moviéndose en su pequeña cama, se pregunta: ¿es qué tanto he bebido?, se responde: que importa, debe ser el alcohol, coge algo de dinero que sacó de sus pantalones cuando llegó a casa y se dirige a la panadería, es temprano aún por lo que el pan está caliente y no apura el paso, pues no hay pan frío que lo apure, intenta recordar la noche anterior, pero solo hay imágenes borrosas en su mente, chicas fáciles y hombres empinando los codos, ni siquiera recuerda el lugar de la “reunión” solo recuerda lo necesario, volvió a casa, tenía su dinero y tiene resaca eso basta.
Vuelve a casa con el pan caliente y con la idea de una noche más en sus haberes de joven globalizado y en camino a ser ejecutivo o administrador.
Entra al elevador digita 13 y fugazmente aparece el rostro de una jovencita con la que estuvo hablando la noche anterior, se extraña, entra a su apartamento y escucha el sonido de el agua corriendo en la ducha, se sobresalta, instintivamente se acerca a la ducha con el cinturón en la mano, gira la perilla, empuja la puerta y el agua no deja de correr, descorre la cortina de la ducha y no hay nadie, nada, nadie, la ducha esta abierta, anoche intento bañarse pero cuando giro las llaves no había agua por eso desistió de su intento, pero olvido cerrar la llave de la ducha, empieza a recordar, se sonríe se sirve el café y lo deja humeando sobre la mesa, está caliente, deja los panes y decide echarse un sueño, hasta que se enfrié el café.
Se acerca a su cama y ve moverse las sábanas, luego unos bellísimos pies salieron fuera de ella, piensa en la jovencita pero recuerda que ella se fue cuando el hizo un comentario sobre que no le gustaban las mujeres fáciles, recuerda por un momento a una mujer rubia que le había observado toda la noche y que le invitó una copa, pero también que ella se fue por que su hermano, un hombre bastante grande, le había buscado por todas las discotecas para que se vayan a casa.
Luego una estúpida idea lo toma por sobresalto, había un hombre con el que converso amenamente en la noche y del cual se despidió gustoso, luego de un fugaz intercambio de nombres y ocupaciones, él era abogado y había salido esa noche en busca de alguien con quien compartir sus penas, su novia le había dejado hace poco, era guapo eso era innegable pero de ahí a acostarse con él, la idea lo estremeció y llenó de asco, decidió acercarse a la cama y descubrir quien estaba acostado con él, pero justo cuando se acercó a la cama, los pies se movieron un poco más y dejaron ver vello en las pantorrillas, un vello no fino como el de una mujer, sino más bien grueso y desordenado.
Las ideas empezaron a asaltar su cabeza, se había acostado con un hombre, un hombre que probablemente no conocía, era la primera vez que se encamaba con alguien y ese alguien era un hombre, una sensación de asco estremeció su cuerpo y fue al baño a vomitar, en el trayecto recordó que cuando el aún era pequeño tenía amigos con los que compartía mucho tiempo, tenía más amigos varones que mujeres lo que le parecía bastante varonil, pero no al extremo de sentirse atraído por alguno de ellos, tenía amigos muy guapos con los cuales conversaba muy a menudo y se sentía a gusto, ya de grande mantuvo la costumbre de tener más amigos varones, conversaban de muchachas de sus novias, de sus “parejas temporales”, de sus primeras experiencias (en realidad ninguno había tenido sexo aún pero les gustaba alardear para así parecer más importantes).
Al darse cuenta de la realidad, se imaginó futuro, tal vez no habría problema si la persona con la que se acostó hubiese sido una mujer, pero era un hombre no había duda, se sentó en una silla que estaba cerca a su cama y se echo a llorar, cómo lo permitió?, le gustó?, fue de su agrado?, no lo recuerda, se atolondra busca ayuda, llama a mamá, ella no está, ríe, tal vez sea un error tal vez se un producto de el alcohol, tal vez lo que sus ojos ven no es cierto, se llena de valor, se acerca a su cama y jala la sábana.
Cierra los ojos, tiene miedo a pesar de todo y poco a poco ve aparecer un cuerpo desnudo, se siente caer y luego cae totalmente, antes de caer imprime en su cabeza la figura del desconocido, siente el frió suelo bajo su cuerpo y piensa, su cabello, ensortijado, su piel trigueña, sus piernas, sus brazos, su cabeza, su torso, su pubis, es él.
Se levanta intempestivamente, agitado, sudando, palpa alrededor de su cama y no hay nadie, no hay absolutamente nadie, sus zapatos están donde los dejó la noche anterior y esta desnudo como cuando se acostó, no tiene la ropa puesta, es más cuando la busca, está en el mismo lugar que estuvo cuando se cambio esa mañana, el dinero esta en la mesa de noche, todo esta como cuando llegó a casa esa noche, se alegra, sonríe, ríe, ríe a carcajadas, como nunca había reído, ríe mientras se levanta, ríe mientras se cambia y decide prepararse una taza de café con los panes con mantequilla que tomo desde que tenía 6 años y que seguirá comiendo algunos años más, se acercó a la cafetera y tenía un poco de café en la jarra, se extraña, tal vez intento prepararse un poco de café en la noche y no lo recuerda, hay agua caliente, empieza a asustarse, se acerca a la mesa una taza de café humeante aún esta a medio tomar y hay una nota junto a la taza: FUE UNA NOCHE EXCELENTE, YO TE LLAMO. ERICK.
El poder " DUBITATIVO ": un colejial se desesperaba por que no tenía enamorada y era el ultimo grado, tenia 23años; fue a consultar al sicólogo de la institución para que le aconcejara, como hablar con una muchacha que a él le gustaba [era muy timido pese a su edad]. El profesor al oir su consulta le dijo tienes " EL PODER DUBITATIVO " y le explico…que podia gustar de un hombre como de una mujer…COMO? se pregunto en su mente el muchacho…salio triste y preocupado…[el sicologo era gay queria aprovechar de la duda del muchacho].h
Parecía una historia poco interesante, una más de jovenes discolos llevados de su parecer y actuaciones alborotadas; [también lo fui, no me paso como a Marcos, "me cuidaba"] ; luego se pone interesante, esa forma expectante de decir y mostrar la siquis de Marcos en desespero; el lector imagina que efectivamente le paso como a Jaime o algo semejante; no le paso! fue un sueño! que bien!…ja ja; sigue leyendo,esta vez el escritor juega con, como? el lector? pues si !…El es dueño y señor de su ficción. Ahora la lectura se convierte en expectación; cual sinfonia sube, baja y termina en explosión. Bravo…bravo… aplusos… aplausos…otro .OtRo …oTrO fuiii..fuiii…¡Que buen final!…Mal para Marcos.