Se oye una voz de la más profunda oscuridad / la voz grita, clama de dolor y no hay nadie que responda / sólo un leve respiro es oído por una mínima existencia / se levanta, se incorpora, se aleja del frío suelo, vuelve a suspirar / con ese leve aliento que le da la luz / vuelve a suspirar con ese leve aliento que le da la luz / vuelve a gritar; se golpea, tan cerca al sol y tan lejos a la vez.

Hoy ha iniciado su nueva esperanza, aquella que / antes ya ha sido rota y que ha vuelto a levantarse, sus ojos ya no lloran más / en un espacio que alguna vez estuvo lleno de recuerdos / del que hoy una esquina se acomoda / mediocremente a su absurda realidad / sentido, busco sentido a la vida poesía, piedad, doble sentido o esta farsa que yo no lo he de encontrar / más que al lado de esa persona; aquella que / observa lo que otros dicen hacer, piensan, viven, el los revive y se regocija; vuelve la vista al lado y la ve, ella es / aquella que ya no encuentra más dolor; ni oscuridad en los recuerdos de su existencia / el la ve, insistente, la observa y olvida su soledad, ríe, la niña ya no está triste, la niña ya es una mujer / que antes estaba solo en vagos recuerdos.