Fervorosas e hirvientes madres de 100º bajo cero
que a sus dulces hijos en paz, ya velan
cuántos carajos más han de perecer para
que papá Perú se digne de cerrar la infame
fábrica de héroes
Obesos generales descansan en sus comodos sillones
agujereados soldaditos descansan en sus rústicos cajones
¿cuánto más han de llorar?
¿cuánta sagre más debe ser derramada?
¿Cuál es el precio de llamar a esta tierra Perú?