Irán bombardea Jerusalén

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El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha revelado que los bombardeos israelíes en suelo iraní han propiciado la muerte del jefe de la sección de Inteligencia de la Guardia Revolucionaria iraní, Mohamad Kazemi, y de su ‘número dos’, Hasán Mohaqeq.
«Le puedo decir que hace unos momentos eliminamos a su jefe de Inteligencia y a su lugarteniente en Teherán», ha afirmado el líder israelí en una entrevista con la cadena estadounidense Fox News.
Previamente la televisión de la república islámica con sede en Londres Iran International había informado de que Kazemi y Mohaqeq habían quedado sepultados tras un ataque israelí contra la sede de la Inteligencia de la Guardia Revolucionaria o Pasdaran en Teherán.
«Nuestros maravillosos pilotos de combate están en el cielo, sobre la ciudad de Teherán en llamas. Estamos decididos a completar la misión y acabar con la doble amenaza», ha afirmado Netanyahu en un discurso posterior en hebreo.
En la entrevista con Fox News, Netanyahu ha vuelto a mencionar los supuestos intentos de los servicios secretos iraníes de asesinar al presidente estadounidense, Donald Trump: «Es el enemigo número uno, un líder decidido».
Sobre el dirigente estadounidense, Trump ha argumentado que «nunca» tomó el camino de otros de «intentar negociar desde la debilidad: Dándoles un camino para enriquecer uranio, lo que significa un camino a la bomba, dándoles miles y miles de millones de dólares».
Irán«También han intentado matarme a mí, pero yo solo soy su socio menor», ha seguido Netanyahu. «Saben que Trump es una gran amenaza para los planes de Irán de transformar en armas las armas nucleares y utilizarlas», ha afirmado.
De hecho, ha dado las gracias a Trump por «apoyar el bien frente al mal» y ha justificado así los ataques sobre Irán: «No vamos a tener otro Holocausto». Asimismo, ha señalado que habían avisado de los ataques a Washington antes de ejecutarlos: «Evidentemente hemos informado previamente a nuestros amigos estadounidenses y al presidente Trump (…) Estamos totalmente coordinados».
Cuarenta cazas israelíes bombardearon elCuarenta cazas israelíes bombardearon el reactor nuclear de Arak y decenas de objetivos militares del régimen de Irán (REUTERS).
Netanyahu ha defendido, además, el «brillante» plan de Trump para reconstruir Gaza, consistente en dar a la población la opción de marcharse, y ha rechazado que el plan de Israel sea matar de hambre a la población o destruir totalmente los edificios. «Nosotros colocamos supercargas (explosivas) para detonar todas las bombas-trampa y por eso los edificios quedan destruidos», ha explicado.
El primer ministro israelí se ha referido también a los gritos de júbilo y cánticos en hebreo recogidos en un vídeo en redes sociales tras la caída de un proyectil iraní en la localidad árabe-israelí de Tamra. «Cuatro de nuestros ciudadanos han muerto allí. He escuchado celebraciones. Las rechazo drásticamente. El misil no distingue. Daña a judíos y también a árabes. Viene a destruirnos a todos nosotros. Estamos juntos en esta batalla», ha argumentado en un discurso en hebreo difundo por su oficina.
Fuente: Diario ABC de Madrid.

Irán

Irán acelera las exportaciones de petróleo ante amenaza de nuevos ataques de Israel

Por Julian Lee-Krishna Karra- www.bloomberglinea.com
El petróleo fluye a raudales desde los puertos del país hacia los buques cisterna, lo que garantiza que los ingresos se mantengan, al menos temporalmente, si se interrumpen los envíos.

Los más afectados serían China, India, Corea del Sur, Emiratos Árabes Unidos e Irán

Irán ha amenazado repetidamente con bloquear el Estrecho de Ormuz, especialmente durante las crisis con Estados Unidos en 2011, 2018 y 2020. Hasta la fecha, estas amenazas nunca se han materializado en un cierre total, pero su mera mención basta para provocar un aumento en el precio del crudo. Según varios bancos, un cierre total del Estrecho podría disparar los precios del crudo por encima de los 120 a 150 dólares por barril, o incluso más si el conflicto se prolonga.
Para Deutsche Bank, “el escenario de un cierre total del Estrecho, que provocaría una interrupción de 21 millones de barriles diarios durante dos meses, podría impulsar el precio del petróleo por encima de los 120 dólares por barril, o incluso más si la oferta mundial se ve interrumpida permanentemente“.
En una nota de Rabobank, los analistas incluso mencionan un repunte hacia los 150 dólares por barril, recordando que en 2022, tras la invasión rusa de Ucrania, el Brent rozó brevemente los 139 dólares. Pero la diferencia aquí es fundamental: “El petróleo del Golfo está geográficamente concentrado y atrapado en un único punto de acceso“, señalan. “No es una exageración, es un hecho“.
Ataque Israelí contra una refinería persa (Reuters)
TD Securities, por su parte, señala que “el mercado petrolero se encuentra actualmente en una situación de sobreoferta, pero si el Estrecho se bloquea, incluso temporalmente, ninguna capacidad de producción, ni de la OPEP ni de Estados Unidos, podrá compensar de inmediato un déficit de 17 a 20 millones de barriles diarios“.
Por un lado, esto amenaza con generar una oleada de Inflación energética. Los precios del petróleo crudo y el gas se dispararían, afectando las facturas de los hogares, los costes industriales y la inflación general. Un aumento del precio del petróleo por encima de los 120 dólares provocaría “una caída del crecimiento mundial, similar a la de 1973, 1990 o 2022“, señala Deutsche Bank. Crisis energética en Europa y Asia: Europa sigue dependiendo en gran medida del GNL catarí, que transita por Ormuz. Y para Asia, “el cierre del Estrecho sería un duro golpe, especialmente para China, India y Corea del Sur“, según ING.
Pero también con generar una interrupción de las cadenas de suministro. Más allá de la energía, Ormuz también es un eje clave del comercio marítimo mundial. Un cierre prolongado aumentaría las primas de los seguros marítimos, lo que afectaría a los precios de los bienes importados y retrasaría muchas importaciones.
Solo el miedo ya golpearía con fuerza el gas
Los precios del gas a nivel mundial se preparan para un golpe, menor al del petróleo, pero también clave. Por ese paso angosto en el Índico pasa el 20% del GNL del planeta. Además, se trata de un punto clave para el abastecimiento de China. Los países del golfo pérsico son clave para entender el suministro del mayor consumidor del planeta. Según datos de la EIA el 23% del mismo viene de la mano de Catar, siendo el segundo máximo vendedor superando a Rusia y solo siendo menor que Australia.
Cabe destacar que estos son los datos abiertos pero que el negocio con la propia Irán también es muy relevante siendo uno los países con mayores reservas y ‘bloqueado’ por sanciones que hacen que las operaciones no se vean reflejadas. Ya no es solo que Pekín compre 1.7 millones de barriles diarios de crudo iraní sancionado a través de la ‘flota fantasma’, según datos de Kepler, sin embargo se sospecha que tambien compra gas natural licuado, aunque no hay cifras oficiales al respecto.
Todo esto crea un cóctel explosivo, para el mercado de gas a nivel mundial pero particularmente para Europa. Con las reservas de gas al 54% y ante un verano caluroso, los almacenes europeos tienen que llenarse rápidamente para llegar al 85% de capacidad de cara al invierno. Aunque estos límites se han relajado con unos precios caóticos, la realidad es que irrumpir en un mercado destrozado por Ormuz puede ser letal para el Viejo Continente.
Solo Qatar representa el 4.3% del suministro de gas de Europa, el quinto proveedor, con Noruega, EEUU, Argelia y Rusia por delante
Y ya no es solo que una China desatada y desabastecida pueda romper el mercado, sino que la propia Europa depende en buena medida del gas de Qatar para completar su suministro, unos envíos que se quedarían encerrados a las puertas de Ormuz. Según los últimos datos del el Instituto de Economía y Análisis Financiero de la Energía (IEEFA, por su siglas en inglés), Qatar suministra en total 13.4 BCM al año (al menos esas fueron las cifras de 2024). El primer trimestre ya fueron 3.5 BCM, frente a los 3.1 de hace un año. En resumen, los pedidos estaban repuntando ante unos pedidos en caída de Rusia por el cierre del gasoducto de Ucrania.
Para poner en contexto estas cifras, estamos hablando de que solo Catar representa un 4.3% del suministro total de gas, incluyendo tanto GNL como gasoducto. Se trata del quinto mayor proveedor de la región superado solo por Noruega, EEUU, Argelia y Rusia. Un suministro de gas que desparecería de la noche a la mañana dejando un claro vacío en los planes de abastecimiento de Europa. El Viejo Continente se vería abocado a lanzarse al mercado de contratos global, el spot, compitiendo de forma agresiva con países de todo el mundo que se encontrarían en la misma situación.
En declaraciones a El Economista, Ana María Jaller-Makarewicz, analista principal de energía de IEEFA, explica que “un golpe en el estrecho de Ormuz, ya no un cierre, sino incertidumbre respecto al mismo, provocaría que los precios subieran de forma muy sensible“. La experta explica que todo se vería afectado por las altas temperaturas y demanda del verano que podrían convertir la escalada en catástrofe. “Es un momento decisivo, ahora es un punto de abastecimiento clave para los almacenes europeos. Solo sería peor en invierno“.
Esto de momento está teniendo un impacto relativamente moderado en los precios de referencia en Europa que han pasado de los 34 euros el megavatio hora a 39 desde que empezó el toma y daca de Irán e Israel. Sin embargo, desde ING consideran que si se dan más pasos “los precios subirán significativamente dado que el mercado está realmente equilibrado pero cualquier amenaza de interrupción desataría un déficit y una brutal competencia entre compradores asiáticos y europeos“.
Desde Tempos Energía, en declaraciones a El Economista se habla de que “aunque todavía no se ha producido un bloqueo físico, Qatar ha ordenado a sus buques esperar fuera del canal y Estados Unidos ha reforzado su presencia militar en la zona“. En este contexto, China juega un papel clave: es un comprador prioritario de GNL qatarí (con importaciones que ya alcanzan los 8.8 millones de toneladas en lo que va de año), por lo que, “en caso de disrupción prolongada, tendría que competir directamente con Europa por los escasos suministros alternativos“.
Es un camino de doble sentido, Irán no podría sacar petróleo de allí, sería sin duda un tiro en el pie y afectaría tanto a ellos mismos como a sus aliados“.
A pesar de que desde Tempos Energía ven esto como un episodio transitorio, solo con la tensión esperan que podamos ver episodios de volatilidad que lleve el precio del megavatio hora hasta los 50 euros. Sin embargo “creemos que hay mucha emocionalidad y podría invertirse la situación rápidamente con vías diplomáticas. Hay que recordar que el estrecho ha sido una amenaza recurrente, pero nunca utilizada“. En ese sentido creen que lo normal sería que el megavatio hora tienda hacia un rango habitual de 35 euros. Sin embargo, “todo depende de que la demanda China se mantenga apagada“.
Cabe destacar que durante 2019, en la primera legislatura de Trump solo con ataques a cargueros concretos en la región (en el marco de una escalada de tensiones parecida) provocó una subida en el precio del barril del 4% y del 4.27% en un solo día para el gas europeo. En resumen, una escalada incluso mayor, una vez el mercado se crea que puede haber peligro real, debería ser incluso mayor.
En cualquier caso, Jaller-Makarewicz comenta que ve muy improbable un cierre total de Ormuz debido a que Irán sería el que más tendría que perder de ese intercambio de golpes. “Se trata del cuello de botella más importante del mundo. Es un camino de doble sentido, Irán no podría sacar petróleo de allí, sería sin duda un tiro en el pie y afectaría tanto a ellos mismos como a sus aliados“. En cualquier caso, solo el miedo podría desatar subidas sin precedentes, un miedo que ya se está instaurando con diversos barcos alejándose del estrecho y extremando precauciones en el Mar Rojo.
Fuente: www.eleconomista.es

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