Cardenales en conferencia de prensa

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Cardenales Daniel DiNardo,Timothy Dolan, Joseph Tobin, Blase Cupich, Wilton Gregory, Robert McElroy y Christophe Pierre brindaron una rueda de prensa tras la elección del papa León XIV en el Pontificio Colegio Norteamericano de Roma, Italia, este 9 de mayo de 2025 (REUTERS/Guglielmo Mangiapane)

Los cardenales estadounidenses que participaron en el cónclave que eligió al nuevo pontífice, el papa León XIV, el primero nacido en Estados Unidos, lo definieron como “ciudadano del mundo”, resaltando su vocación misionera y una continuidad con el fallecido papa Francisco aunque con estilo propio.
Durante una conferencia de prensa en el Pontificio Colegio Norteamericano de Roma, siete cardenales compartieron impresiones sobre el proceso de elección, las cualidades del nuevo papa y el significado de su origen estadounidense.
Los cardenales Joseph Tobin, Blase Cupich y Timothy Dolan (REUTERS/Guglielmo Mangiapane)
El cardenal Robert McElroy, nuevo arzobispo de Washington DC, expresó su sorpresa por la elección de un papa originario de Estados Unidos, algo que dijo no haber esperado ver durante su vida. Sin embargo, el cardenal Daniel DiNardo, arzobispo emérito de Galveston-Houston, afirmó que la nacionalidad fue un factor secundario frente al carácter y la experiencia misionera del elegido.
El papa León XIV es un ciudadano del mundo”, señaló el cardenal Timothy Dolan de Nueva York, enfatizando que lo más relevante no es de dónde proviene, sino lo que representa ahora como líder de la Iglesia universal.
Los cardenales Robert McElroy y Wilton Gregory (REUTERS/Guglielmo Mangiapane)
El cardenal Blase Cupich de Chicago, ciudad natal del nuevo pontífice, destacó el ambiente de respeto mutuo y unidad entre los cardenales electores, quienes, a pesar de sus diversos orígenes, lograron alcanzar un consenso en apenas 24 horas. Según Cupich, esa cohesión fue determinante para una elección rápida y unánime.
McElroy describió una atmósfera de recogimiento espiritual desde el inicio del cónclave, con la Letanía de los Santos resonando en la Capilla Sixtina y la imponente imagen del “Juicio Final” de Miguel Ángel como telón de fondo. “Toda sensación de división desapareció; mirábamos al alma de cada uno, pensando en quién podría ser el vicario de Cristo”, relató.
El perfil misionero del nuevo pontífice
Los cardenales Timothy Dolan y Daniel DiNardo (REUTERS/Guglielmo Mangiapane)
Los cardenales coincidieron en resaltar el fuerte perfil misionero del nuevo papa. McElroy dijo que León XIV, anteriormente el cardenal Robert Prevost, “es en su esencia un misionero. En todo sentido, un misionero que da su vida por la Iglesia”.
El cardenal Christophe Pierre, de origen francés y actual nuncio apostólico en EEUU, también participó en la conferencia y afirmó que el cónclave transcurrió en un clima más espiritual que político.
Por su parte, el cardenal Wilton Gregory, arzobispo emérito de Washington DC, se emocionó al recordar el momento en que prometió respeto, fidelidad y amor al nuevo papa tras su elección. También reconoció el impacto que tuvo Prevost en las conversaciones informales con otros cardenales durante las pausas del cónclave.
El cardenal Joseph Tobin, de la arquidiócesis de Newark, compartió una imagen simbólica del cónclave. Recordó haber visto al cardenal Prevost con la cabeza entre las manos luego de recibir votos, y cómo, al aceptar la elección, transmitió serenidad y sentido de propósito. “Fue como si hubiera nacido para esto”, dijo Tobin.
Tobin, quien conoce a León XIV desde hace 30 años por su trabajo conjunto como superiores de congregaciones religiosas, lo describió como alguien que no busca el conflicto, pero que tampoco retrocede ante causas justas.
Finalmente, los cardenales instaron a la prensa a observar el desarrollo del nuevo pontificado sin emitir juicios apresurados. “No se puede capturar el mañana mirando al ayer”, advirtió Gregory.
McElroy añadió que, aunque buscaban a alguien “en la misma línea de Francisco”, no pretendían elegir “una fotocopia”.
Fuente: Infobae.com

El milagro del papa León XIV en el cónclave: afirman que fue elegido por una avalancha de más de cien votos, que unió a conservadores y progresistas

Por Julio Algañaraz- Diario Clarín
Aunque los 133 cardenales juraron mantener el secreto absoluto en torno a la votación, ya circulan versiones de qué pasó dentro de la Capilla Sixtina.
La decisión del máximo candidato Pietro Parolin que aceleró la elección y qué pasará con las reformas de Francisco en la Iglesias Católica.
El papa León XIV, cardenal Robert Francis Prevost, obtuvo más de cien votos en la cuarta votación, cuando momentos antes parecía muy difícil que lograra el ganador llegar a los 89 necesarios para sumar los dos tercios de los 133 electoras votantes. Es una versión firme de lo que ocurrió en la elección del nuevo Pontífice, que viene de varios lados.
Antes de comenzar los escrutinios, los cardenales se juramentaron uno a uno (se vio por televisión) a no revelar nada de lo que ocurriera en el encierro obligatorio a que se someten en la elección del nuevo Papa. Es una tradición que muchos no cumplen. Esta vez brotaron al regresar las primeras versiones de qué pasó dentro de la Capilla Sixtina.
Ya hubo algunas filtraciones. Hoy la prensa internacional publica más. Tras dos votaciones con fumata negra, el cardenal Pietro Parolin, favorito en los pronósticos, se dio cuenta que su candidatura era perdedora. De inmediato propuso al candidato que más sonaba: el norteamericano y peruano Robert Prevost había acumulado consenso en la segunda y tercera votación, las de la mañana.
La iniciativa del Secretario de Estado Parolin revolucionó a muchas ánimas terrestres que estaban recibiendo los efluvios del Espíritu Santo, según la convicción católica.
Cardenal Wilton D. Gregory, Cardenal Robert W. McElroy. CNS/Kendall McLaren
Fue una corrida hacia Prevost. En primer lugar de los cardenales norteamericanos, conservadores y progresistas, El cardenal Robert McElroy, arzobispo metropolitano de Washington, dijo que “un gran movimiento ocurrió en el segundo día dentro del cónclave y no podía ser sino la Gracia de Dios tanto consenso”.
Varios cardenales dijeron que sintieron al Espíritu Santo en la elección de Prevost como papa León XIV.
Según el cardenal alemán Reinhard Marx, la mayoría sintió que soplaba “el espíritu de unidad“. Otros creen que la mayoría comprendió que había que elegir sin perder más tiempo. Y así fue.
Ahora que el flamante Papa los ratificó en el cargo hasta nuevo aviso, los jefes de la Curia Romana con Pietro Parolin a la cabeza como Secretario de Estado, el número dos del Papa, están contentos porque uno de ellos es el nuevo Pontífice.
Jorge Bergoglio, de venerada memoria por su heredero León XIV, lo había nombrado “ministro” del dicasterio de los obispos y presidente de la Comisión de América Latina. Un cargo estratégico para un futuro Pontífice. De ahí deben haber llovido votos.
Los norteamericanos superaron los conflictos internos. Timothy Dolan, arzobispo de Nueva York, líder de los conservadores, y Blaise Cupich, arzobispo de Chicago (lugar de nacimiento del nuevo Papa), el capo de los progresistas, votaron juntos por Prevost.
Los latinoamericanos votaron en masa por el ahora León XIV. También los asiáticos y muchos europeos. Los africanos, todos conservadores, los siguieron. Así se habría logrado el milagro del centenar de votos al nuevo pontífice.
Las reformas de Bergoglio no corren riesgo
Dicen que en realidad los votos convergieron sobre un compromiso que satisface a los cardenales que temían los cambios. Pero que fue recibido como una continuidad por los que levantan las banderas de la Iglesia de la sinodalidad que construyó en sus doce años de pontificado el papa argentino Jorge Bergoglio.
Como Francisco, el flamante Papa Prevost se expresó varias veces contra la ordenación femenina. Pero que a la vez cree, como Francisco, que la Iglesia debe avanzar en las innovaciones. Y León XIV también había apoyado el nombramiento de tres mujeres en el dicasterio que dirigía, el de los obispos.
El nuevo Papa, además, es un promotor de la sinodalidad de la Iglesia. Sínodo quiere decir caminar juntos y la asamblea de obispos está siendo reforzada en la asamblea sinodal por las mujeres y los laicos, un cambio revolucionario.
León XIV había dicho sobre el papel de los obispos que “no hay que caer en la tentación de vivir separados, aislados, en un palacio“. Sobre el futuro de la Iglesia, mantiene la línea del Papa Francisco. En las esas cuestiones de género sexual su visión es similar a la de Jorge Bergoglio.
El cambio profundo que esgrime el nuevo Papa es la sinodalidad, combatida fieramente por los conservadores. Internado en el hospital Gemelli en febrero, el Papa Francisco firmó la prórroga hasta 2028, del Sínodo de Obispos iniciado hace cuatro años y que debía concluir ahora.
El todavía cardenal Prevost escribió: “Iglesia sinodal, que camina, que busca siempre la paz, la caridad y la vecindad a quien sufre“. Significa unir y escuchar a todas las componentes de la Iglesia católica. Obispos, sacerdotes, laicos. También involucrar a las periferias, servir a una Iglesia que represente y valorice a las Iglesias locales, global y unida. Todo un programa, que ahora quiere realizar como pontífice.

El cardenal Désiré Tsarahazana, en el momento de prestar juramento antes del cónclave. Vatican Media

León XIV obtuvo «mucho más de cien votos», revela el cardenal Tsarahazana: Parolin no da detalles

El cardenal Désiré Tsarahazana, de 70 años, arzobispo de Toamasina (Madagascar), ha desvelado que León XIV fue elegido con mayor amplitud que los 89 votos precisos: “Tuvo mucho más de cien votos”, dijo. Así lo reflejan Il Sole 24 Ore y otros medios. Lo hizo al finalizar el encuentro de los cardenales con el nuevo Papa.
El juramento prestado antes del cónclave por todos los cardenales les exige el “secreto absoluto” y “acerca de todo lo que atañe directa o indirectamente a las votaciones y a los escrutinios para la elección del Sumo Pontífice“. La pena por incumplirlo es la excomunión latae sententiae, es decir, por el mismo hecho y sin necesidad de declaración.
Una pauta ‘ratzingeriana’
En las últimas horas diversos medios, como ABC o Il Corriere, han publicado informaciones -incompatibles entre sí en algunos puntos- sobre la evolución de los escrutinios en las cuatro votaciones que condujeron a la elección del cardenal Robert Prevost.
Sin necesidad de acudir a esos datos, de casi imposible verificación pública, todos los analistas coinciden en que quien era hasta el jueves prefecto del Dicasterio para los Obispos tuvo que recibir un número muy amplio de votos en la primera votación, pues no hubo margen para excesivos desplazamientos de voto.
En esta hipótesis, el proceso habría sido muy similar al de la elección del cardenal Joseph Ratzinger en 2005. Un proceso bien conocido, porque lo contó el propio Francisco en un libro-entrevista de Javier Martínez-Brocal publicado en marzo de 2024.
El Papa electo no se ve afectado por la posibilidad de la excomunión, pues el mismo juramento de secreto autoriza la revelación si quien la hace recibe para ello “especiales facultades dadas expresamente por el nuevo Pontífice“. Francisco se las otorgó a sí mismo.
Benedicto XVI también fue elegido en cuarta votación, un proceso muy rápido porque el cardenal Jorge Mario Bergoglio, que sumaba 40 votos, minoría de bloqueo, se negó a utilizarlos como instrumento de negociación para buscar un candidato alternativo a Ratzinger.
Parolin habla de aplausos, no de votos
¿Jugó un papel similar al de Bergoglio hace dos décadas el cardenal Pietro Parolin, el gran favorito y en quien casi todo el mundo pensó como nuevo Papa cuando la fumata blanca del jueves evidenció la inesperada brevedad del cónclave?
Lógicamente, él no lo revela en el comentario que publicó en Il Giornale di Vicenza, diario con el que guarda una cordial relación.
Pero sí celebra que la Iglesia haya tardado tan poco tiempo en “reencontrar a su pastor, el sucesor de Pedro“: “Se trata, técnicamente, de una elección, pero lo que sucede en la Capilla Sixtina bajo la mirada del Cristo Juez renueva lo que sucedió en los comienzos de la Iglesia cuando se quiso reconstituir el colegio apostólico después de la dolorosa defección de Judas Iscariote. Los apóstoles rezaron para que el Señor, que conoce el corazón de todos, les mostrase quién era el elegido“.
Ese misterio “se repitió en los últimos días”, explica el que ha sido doce años secretario de Estado de Francisco, a quien agradece la “paciencia” que tuvo con él.
“Creo no revelar ningún secreto”, añade (y, en efecto, no incumple el juramento porque no se refiere a los escrutinios), “si escribo que un larguísimo y caluroso aplauso siguió al ‘acepto’ que convertía a León XIV en el 267º Papa de la Iglesia”.

¿Cómo es el nuevo Papa?

Parolin señala que le impactó “la serenidad que transparentaba su rostro en momentos tan intensos y, en cierto sentido, dramáticos, porque cambian totalmente la vida de un hombre. Jamás perdió su dulce sonrisa, aunque, imagino, con la viva conciencia de los no pocos y nada sencillos problemas que tiene que afrontar la Iglesia hoy“.
Esa serenidad del nuevo Papa ya la había comprobado en sus primeros años como secretario de Estado -cuenta en el artículo- tuvo que afrontar una “cuestión espinosa” concerniente a la Iglesia en Perú, donde él ya era obispo de Chiclayo. Asimismo durante los dos años en los que ha coincidido con el cardenal Prevost  en la Curia desde su nombramiento en 2023 como prefecto del Dicasterio para los Obispos.
“He podido experimentar su conocimiento de las situaciones y de las personas, su calma al argumentar, su equilibrio al proponer soluciones, su respeto, atención y amor por todos”, añade antes de concluir prometiéndole “afecto, obediencia y oración”.
Fuente: Religión en Libertad.

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