El rey y la Tierra

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Por Martha Meier Miró Quesada- Diario EXPRESO.
En 1970 con apenas 22 años, un muchacho flacucho y tímido dio un discurso visionario: alertó sobre el peligro de los desechos plásticos que se acumulaban a cielo abierto. La degradación del ambiente fue su preocupación desde la adolescencia. El jovencito que llamó la atención sobre la contaminación con plástico de campos, fuentes de agua, mar y tierras de cultivo era el príncipe de Gales, hoy rey Carlos III de Inglaterra.
Para Carlos el cuidado del entorno no solo ha sido parte de su decir sino de su hacer. En 2008 modificó el motor de su Aston Martin DEB5, su carro más preciado, para reducir las emisiones de CO2 en 18%. Desde entonces usa como combustible un bioetanol derivado de vino blanco y un subproducto de la elaboración del queso. Nota para curiosos: los gases liberados tienen aroma a vodka.
A lo largo de las décadas fue un incansable impulsor de la causa conservacionista entendida no como el afán de mantener a la naturaleza intacta sino de aprovecharla racionalmente y como base de negocios locales para un mercado global. De hecho, es el creador del Consejo de Mercados Sostenibles.
En 2020, al conmemorarse medio siglo de su primer alegato ‘verde’, Carlos dijo: “Ahora mismo estamos enfrentando los horribles efectos de la contaminación y todas sus formas cancerosas”. Un asunto sobre el cual no es menester ahondar pues el cáncer es la primera causa de muerte entre los peruanos y prácticamente toda familia sufre por algún ser querido afectado o fallecido por cáncer. La maldita enfermedad se cobra la vida de niños en las zonas más contaminadas de nuestro país. A la fecha, más de 175,000 compatriotas enfrentan enfermedades oncológicas diagnosticadas, y se estima que el porcentaje de niños representa el 2.7% de este total. Según la Organización Mundial de la Salud, OMS, la contaminación del aire está directamente relacionada con esa dolencia.
El rey Carlos III apuesta por un ambiente sano, por fuentes de agua puras, por paisajes donde la huella del hombre no sea la devastación y el empobrecimiento. Tempranamente comprendió la responsabilidad compartida del sector privado, el estatal y de la gente de a pie en esta causa que es por nuestro bienestar. Su activa labor en la conservación de los bosques tropicales llevó a que una nueva especie de rana, descubierta en 2009 en los bosques nublados de la selva del Ecuador, recibiera el nombre del príncipe Carlos, en 2012: Hyloscirtus princecharlesi. Esto a pedido de la organización Arca de los Anfibios, de Luis Coloma, el científico que la descubrió. Carlos coincidentemente había visitado Ecuador en 2009.
Con buen olfato en 2014 comparó a Vladímir Putin con Adolfo Hitler, provocando que Rusia pidiese explicaciones al gobierno británico. No se equivocó. Como no erró al dedicar su vida a defender nuestro único hogar en el universo.

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