Genocidio de los otomanos griegos

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La destrucción de Esmirna: cómo los turcos acabaron con la presencia griega en su territorio quemando una ciudad

Por Norberto Paredes- BBC News Mundo.
Esmirna era una próspera urbe donde los turcos eran minoría y representaban menos de un tercio de la población, frente a una mayoría griega y cristiana. Ambos grupos convivían con comunidades más pequeñas de armenios y judíos.
En agosto de 1922, tras ganar la batalla final de Dumlupinar de la Guerra greco-turca, el ejército de Mustafa Kemal Atatürk -considerado como “el padre de la Turquía moderna“-, dio un paso más hacia el objetivo de disminuir la influencia helénica en Anatolia (ahora Turquía).

La quema de Esmirna

Fue el golpe más grande que ha sufrido el helenismo y uno de los más grandes para el cristianismo“, le dice a BBC Mundo Vasilios Meichanetsidis, coautor del libro “The Genocide of the Ottoman Greeks” (El genocidio de los otomanos griegos), un análisis sobre la “campaña de exterminio” de los cristianos de Asia Menor “patrocinada por el Estado“.
Meichanetsidis asegura que la quema de Esmirna fue un golpe incluso más potente que la caída de Constantinopla, porque con ella “el helenismo y el cristianismo fueron exterminados” del Imperio Otomano “por completo y para siempre“.
El incendio comenzó la tarde del 13 de septiembre, -cuatro días después de que el ejército de Atatürk entrara en Esmirna tras el retiro de las tropas griegas-, en el barrio armenio de la ciudad (que ahora se le llama Basmane) y se extendió rápidamente debido al fuerte viento que soplaba aquel día.
Además, según los historiadores, las autoridades hicieron muy pocos esfuerzos para apagar las feroces llamas.

La destrucción del barrio griego y el armenio

Durante toda la mañana se pudo ver el resplandor y luego las llamas de la ardiente Esmirna“, relata el teniente estadounidense Aaron Stanton Merrill en el libro “Fires of Hatred” (Fuegos de odio) de Norman Naimark.
Llegamos aproximadamente una hora antes del amanecer y la escena era indescriptible. La ciudad entera estaba en llamas (…) Miles de refugiados sin hogar iban y venían en el muelle abrasador, presos del pánico hasta el punto de la locura. Era doloroso escuchar los gritos desgarradores de las mujeres y los niños“.
El incendio duró nueve días y destruyó completamente los barrios habitados por griegos y armenios; el sector musulmán y el judío no sufrieron daños.
Existen diferentes relatos e informes que difieren sobre quiénes fueron los responsables del incendio.
La mayoría de los expertos están de acuerdo en que los soldados turcos prendieron fuego a hogares y negocios griegos y armenios.

La ciudad tenía que quemarse

Hay controversia sobre el tema, pero la mayoría de los historiadores, ya sean occidentales, griegos e incluso turcos, ahora admiten que fueros las tropas de Atatürk. De acuerdo con la ideología turca de la época, la ciudad tenía que quemarse“, asegura Vasilios Meichanetsidis.
Los turcos solían llegar a estos lugares, masacraban a los armenios o a los griegos que encontraban y luego quemaban el lugar para evitar que ningún refugiado pudiera regresar“.

Antes de su quema, Esmirna era una de las ciudades más cosmopolitas del Imperio Otomano, con habitantes griegos, armenios, levantinos, judíos, otomanos turcos, ingleses, estadounidenses y franceses, entre otras nacionalidades.
Era una ciudad que ya no tenía cabida dentro de la Turquía que estaba por nacer.
Durante más de 3,000 años, los griegos habían vivido en el territorio de lo que hoy es Turquía y hasta los últimos días del Imperio Otomano todavía existía una importante comunidad helénica que dominaba gran parte del comercio en Asia Menor.

La herencia griega: desaparecida o transformada

Se estima que antes de la quema de Esmirna cerca de 2 millones de griegos hacían vida en Anatolia.
Pero tras el incendio y especialmente después del intercambio de poblaciones en 1923 y los Disturbios de Estambul de 1955, la población griega se redujo dramáticamente.
Actualmente hay menos de 2,000 en todo el país. En Esmirna hay unos pocos que se han instalado en la ciudad recientemente. Después de los eventos de 1922, a los griegos se les hizo difícil quedarse en Esmirna“, detalla el historiador Vasilios Meichanetsidis.
Muchos monumentos y recordatorios de la herencia que dejaron los griegos en Turquía han desaparecido o han sido transformados con el paso del tiempo.
Hoy quedan muy pocos recordatorios del pasado griego en Turquía, sobre todo en Esmirna, porque el incendio devoró todo el barrio de la comunidad en esa ciudad“.

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