Waripoleras

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Vizcarra entregó premio al caballo del prófugo Óscar Peña

Oscar Quispe

Por OSCAR QUISPE– Diario Perú21.
El último 29 de julio, un caballo de Óscar Peña, cómplice del exgobernador del Callao Félix Moreno y, como él, prófugo de la justicia, ganó la tradicional carrera hípica Clásico Independencia. Contra todo razonamiento, el presidente Martín Vizcarra entregó, personalmente, el premio a Storm Rodrigo, el equino de propiedad de Peña.
El mandatario fue invitado unas semanas antes por los directivos del Jockey Club, representados por Alejandro Aguinaga, médico de cabecera de Alberto Fujimori. Al recibir la invitación, ninguno de los asesores del jefe de Estado alertó sobre la posibilidad de que el trofeo fuera a parar a la caballeriza del prófugo Óscar Peña. Sobre todo porque el año pasado su caballo fue el que ganó la clásica carrera. Los portales especializados en hípica ya pronosticaban a Storm Rodrigo como vencedor.
Peña tiene una condena de cinco años de cárcel, junto a Félix Moreno, por la venta ilegal del fundo Oquendo en el Callao. Pero sus caballos siguen compitiendo, su stud no ha sido embargado y su personal sigue participando y hasta se fotografía con el presidente de la República.
ADVERTENCIA HECHA 
A inicios de este año, Perú21 publicó la noticia de que el caballo del prófugo Peña había ganado el Clásico Independencia de 2018. A él le dicen el ‘Rey de la Pesca Negra’ porque las autoridades han demostrado que se dedicaba a la pesca ilegal. Uno de los personajes que creció con Peña, como lo hizo Moreno, es el controvertido congresista Roberto Vieira, recién denunciado constitucionalmente por la Fiscalía de la Nación por tráfico de influencias.
El legislador admitió hace unos meses que conoce a Peña “del mundo pesquero y de la hípica”. Vieira también fue invitado al hipódromo de Monterrico en representación del Congreso. Inclusive se jactó de haber posado para las fotos al lado del mandatario en la victoria del caballo de Peña.
También llegó para la carrera el flamante tercer vicepresidente del Parlamento, Marvin Palma, de la bancada Cambio 21: la de Kenji Fujimori. A los dos días de estar con Aguinaga y Palma en el hipódromo, Vieira oficializó su incorporación a Cambio 21.
Marvin PalmaMarvin Palma, vocero de Cambio 21, que hoy acoge a Vieira. (Jockey Club)
“VISITA INOPINADA”
El presidente Vizcarra entregó el premio, como se observa en la fotografía, y después declaró: “Hace tres años estuve en una carrera y hoy retorno con mucho agrado atendiendo la invitación del presidente del club (Alejandro Aguinaga)… Felicidades al ganador y al propietario, se nota que hay un gran esfuerzo”. Por su parte, Aguinaga declaró: “El presidente Vizcarra, con su presencia, engalana esta reunión que cumple 100 años”.
Este diario se comunicó anoche con la oficina de prensa de Palacio de Gobierno para saber cómo así el presidente asistió a este evento. Palacio respondió que el mandatario Vizcarra no sabía a quién premiaba. “Todos los 29 invitan al presidente. Él no sabe ni quiénes participan ni quiénes pueden ganar. Se entregó el premio al que ganó la partida”, señaló la encargada de la oficina de prensa.
Cuando consultamos por qué sus asesores no le advirtieron sobre el riesgo que corría al asistir, la respuesta fue: “El tema no estaba en la agenda formalmente, (Vizcarra) decidió ir un rato. En este caso no hubo avanzada porque no estaba en la agenda oficial”. Pero desde la oficina de prensa reconocen que “si hubiéramos tenido conocimiento de que iba a ir, estábamos horas antes y habríamos visto todo esto, pero fue casi una visita inopinada y lamentablemente estas informaciones no se tenían a la mano”.
Óscar Peña lleva prófugo más de seis meses, el mismo tiempo que su cómplice Félix Moreno. La Policía asegura que los busca por cielo, mar y tierra, pero hasta el momento no hay resultados.

Se desinfla el adelanto

Por Ricardo Vásquez Kunze- Político.pe
Luego de la primera bulla mediática sobre el adelanto de elecciones generales propuesto por Martín Vizcarra hace más de una semana, el ambiente de crisis política creada artificialmente por la prensa y por el propio presidente empieza a desinflarse. La calle está mustia y abocada a sus propias preocupaciones del día a día.
Como era de esperarse, las encuestas revelan el desencanto por el Congreso que viene desde hace tiempo y –como bien reseña una nota de El Comercio– este ha tenido sus picos más bajos en otros quinquenios que el actual. Así pues, la estrategia política de los antifujimoristas y antiapristas está teniendo serios contratiempos para su implementación, pues sin “calle” no hay posibilidad de que se concrete el proyecto del Ejecutivo. De ahí la desesperación de las guaripoleras de Vizcarra por vender el cuento de una convulsión social que no existe en ninguna parte del país sino en AREQUIPA y cuya responsabilidad no tiene nada que ver con el Congreso ni las reformas políticas, la corrupción u otra especie, sino porque el propio Vizcarra se bajó los pantalones ante una turba luego de haber otorgado la licencia de construcción para la mina de Tía María.
La misión de las guaripolearas de Vizcarra es entonces calentar la calle a punta de portadas, encuestas y opinólogos, pero también convencer por todos los medios a una cierta élite de personalidades reticentes a una decisión inconstitucional y temeraria de que el problema de la “crisis” es política y social, y no legal y constitucional. El modus operandi de estos golpistas encubiertos es ir llamando uno por uno a los abogados resistentes para venderles el cuento de que la calle está a punto de explotar, de que la cosa no da para más, de que Vizcarra es un incapaz y que la mejor salida es que se vaya con el Congreso y que todo empiece nuevamente de cero.
Al palo del susto se suma la zanahoria del ofrecimiento repugnante de alguna prebenda velada. De más está decir que esto tampoco está dando resultados, pues ya son varias las voces institucionales y académicas que se van pronunciando en contra con sólidos argumentos jurídicos de que lo propuesto por Vizcarra y sus guaripoleras no tiene ningún asidero constitucional. Y ese es el peor temor de estos golpistas intrigantes, pues saben perfectamente que SU PUNTO DÉBIL ES LA LEGALIDAD.
Y esa debe ser la lectura del Congreso. Este no puede ganar una batalla política en las condiciones actuales, pero sí una batalla legal y aferrarse a ella. En las guaripoleras y el propio gobierno se ve susto y preocupación pues la reacción de la calle no ha sido la esperada… y tampoco hay que confundir las encuestas con la calle. Mientras, los ministros ya deben estar sudando frío de haber avalado una propuesta que puede traerles serios problemas penales por interrumpir las elecciones generales previstas en la Carta Magna, amén de un acta que ya se va pareciendo al escándalo de la página 11 y que les pasará factura (¿alguien dijo colaboración eficaz?).
El tiempo corre, entonces, a favor de la institucionalidad y del Congreso y en contra de Vizcarra y sus guaripoleras. Es cuestión de resistir firmes y no dejarse tocar de nervios.

Las guaripoleras del pato cojo

Por Aaron Salomón- Político.pe
El periodista Beto Ortiz fue tendencia al sostener con bastante creatividad lo que Aldo Mariátegui, Phillip Butters o este servidor venimos denunciando desde nuestros sendos espacios: la prensa oficialista. Frente a un descuadrado Jaime Chincha –uno más del gremio gobiernista–, Ortiz escupió: “La cantidad de guaripoleras que le han salido a Vizcarra es impresionante. Él podría hacer el corso de Wong con todos sus periodistas que tiene ahora. ¿Cómo hace? ¿Por qué lo aman tanto? ¿Qué le han visto que yo no?”
El escritor trató de responderse estas últimas preguntas sin éxito porque, a su correcto parecer, el presidente de la República no ha mostrado ni una sola obra (“¡Dame una!”, le pidió a Chincha, que no supo responder al pedido).
Alguien más tenía que decirlo: atacar al Congreso –un fuero de lleno de zombies sin reelección ni bicameralidad y para nada obstruccionistas, sino todo lo contrario– no sirve para que el país deje de ser pobre. Tampoco ayuda la aplaudida lucha contra la corrupción que ha emprendido este Gobierno, porque eso es tarea exclusiva del “independiente” sistema de administración de justicia. Menos aún suma la andanada de golpes hacia el fiscal Pedro Chávarry, quien se atrevió a recordarle al dignatario el rosario de denuncias que no lo dejan dormir.
En una reciente columna en EXPRESO, señalé que una de las razones por las que el mandatario habría dado un golpe al tablero al proponer el adelanto de elecciones generales al 2020 (“¡Nos vamos todos!”, exclamó entre aplausos izquierdistas) sería su propio sentimiento de incapacidad y su intención de irse en olor a multitud.
Ello ha quedado demostrado con su lamentable papel en el conflicto por el proyecto ‘Tía María’. El gobernador regional antiminero de Arequipa, Elmer Cáceres, lo acusa –sin asco– de traidor y lo amenaza con un derramamiento de sangre en el Valle del Tambo. Y Vizcarra, cual gatito asustado, responde afirmando que Southern Cooper no empezará construcción alguna, no obstante la entrega de la licencia, hasta que la población lo apruebe. ¿Acaso el cobre que podría hacer crecer la economía nacional solo le pertenece a los arequipeños engañados?
El economista Diego Macera escribió que Martín Vizcarra ha saltado a una piscina sin agua y nos ha llevado a todos consigo. Lo suscribo. Esta incertidumbre, según estimaciones de Macera, hará que crezcamos solo 2.5% en el 2019. Así, pues, señor presidente: no nos haga partícipes de su fracaso y ¡renuncie de una vez! Y que renuncie también la vicepresidenta Mercedes Aráoz, para que el presidente del Parlamento, Pedro Olaechea, llame a elecciones y acabemos con tal circo este mismo año.
Usted, señor Vizcarra, ya es un pato cojo y lo que pueda hacer –o, mejor dicho, prometer– ya no tiene peso alguno. Salvo, eso sí, para las guaripoleras que lo aplauden como focas por la publicidad estatal que reciben sus medios.

Denuncian que “guaripoleras” blindan a Vizcarra

“La cantidad de guaripoleras que le han salido a Vizcarra es impresionante. Él podría hacer el corso de Wong con todos sus periodistas que tiene ahora. ¿Cómo hace? ¿Por qué lo aman tanto? ¿Qué le han visto que yo no?”, sostuvo Beto Ortiz, desatando una polémica sobre los operadores mediáticos del Gobierno.
El polémico periodista indicó, en una entrevista desarrollada en los estudios de RPP, que el presidente Martín Vizcarra no muestra ninguna obra destacada a favor del Perú, pero que tiene un aparato de propaganda que incluye a diversos medios de comunicación, con el cual ha logrado tener una gran popularidad.
“Tiene a la platea embobada, tiene a la prensa comiendo de su mano. Nunca he visto tantos periodistas ayayeros del presidente de la República (…) Ejerce una fascinación sobre la gente y especialmente sobre la prensa que se rinde ante él. Lo aplauden le hacen barra y todo lo que él hace es chévere (…) si uno se pone a ver en estricto sus obras, ¿cuáles son?”, cuestionó.
También comentó que este andamiaje mediático no solo promociona cualquier acto del mandatario, sino que está atento a cualquier crítica que se le haga, para inmediatamente arremeter contra quien la realiza.
“Hay una especie de sectarismo medio talibán con el que no está con el pensamiento de moda (…) Los pulpines que acaban de nacer ayer me dicen ah, tú eres fujimorista. ¿Qué voy a ser fujimorista yo? Nadie tiene una colección más grande de prensa chicha sacándome las tripas”, aclaró.
Ortiz agregó que Vizcarra tiene un equipo de asesores que lo erigen como un “guionista de Netflix“, a tal punto que ha logrado que muchos peruanos lo vean como un salvador frente a un Congreso desprestigiado, cuando no ha mostrado capacidad para ejercer el poder.
“Que el Congreso sea un desastre no hace que Vizcarra sea el mejor. No entiendo cuál es la relación causa-efecto. El Congreso es un desastre y Vizcarra es un genio del marketing”, enfatizó, para luego recordar sus enfrentamientos con legisladores que no toleraban sus denuncias o comentarios.
“Quien hizo el casting estaba borracho”, dijo, comparando la selección de actores de películas con la forma en que Fuerza Popular y otros partidos políticos pusieron en el Poder Legislativo a personas de bajo nivel intelectual o que no saben expresarse adecuadamente.

“SIN ERRORES”

Estas declaraciones de Ortiz concuerdan con la posición que vienen esgrimiendo varios opositores al Gobierno, como el congresista Juan Sheput, quien criticó que muchos de los medios de comunicación silencien o casi no informen los errores del  gobierno.
“Es increíble que no se mencione nada de que hay más feminicidios, delincuencia y problemas económicos, (…) ninguna unidad de investigación toca a los ministros (…), la nula reconstrucción en el norte, del pésimo estado de los colegios, y que en los hospitales no haya medicinas, casi no se publica. Las unidades de investigación han quitado sus ojos del Ejecutivo y lo enfocan en el Parlamento. Da pena que estos medios de comunicación estén así”, declaró a EXPRESO.
Puso como ejemplo el caso de Tía María, cuando el 8 de julio el mandatario dijera que el proyecto minero se hacía, pero a los pocos días dijo que ya no, luego de ser amenazado por gobernadores regionales, y ante el anuncio de un paro en Arequipa.
“Hay una sensación de manipulación para lograr el objetivo de tener todo el poder. El hecho concreto es que no investigan. Al igual que en los 90, somos un puñado de congresistas que se enfrentan al autoritarismo en el poder. El fujimorismo ha claudicado de sus funciones, Ha entrado en trompo. Los ningunean, los invitan, no los invitan, y ellos como si nada”, acotó.

ALIANZAS CON LA PRENSA

Para el aprista Mauricio Mulder, el apoyo de la mayoría de la prensa al Gobierno se da por alianzas empresariales, y básicamente por la dependencia de muchos medios de la publicidad estatal, para poder sobrevivir.
“Cuando el Tribunal Constitucional hizo audiencia para ver la ley que anulaba la publicidad estatal salvo casos de emergencia y necesidad imperiosa, el voto fue seis a uno en contra. A mi lado estaba José Miró Quesada, creo es ese es el nombre, uno de los accionistas de El Comercio, y se podía ver que ejercía un padrinazgo”, manifestó.
Luego de que esta norma fuera derogada –agregó- el Poder Ejecutivo propuso una ley complementaria del presupuesto 2019, que implicaba 480 millones de soles adicionales a los casi mil millones ya proyectados, y el fujimorismo la aprobó.
“Yo dije en el pleno que esto era el colmo, pero se vio que algunos no soportan la presión de la prensa igual. El fujimorismo a favor de la norma, solo cuatro en contra. Luz Salgado me dijo que, como el que presidía la Comisión de Transportes y Comunicaciones era de su bancada [Wulliam Monterola] y era un tema con el Ministerio de Economía, no quería pelearse. Eso era darle cuchillos nuevos al que te da cuchillazos”, reclamó.

PLATAFORMA

Mauricio Mulder precisó que ahora existen conductores en televisión y radio que, en vez de entrevistarlos para conseguir primicias, debaten con ellos, y prefieren usar el periodismo como supuesta plataforma de popularidad para ellos mismos, ya sea por ambiciones personales o por presión de sus superiores.

MULDER: “NO ME INVITAN”

En base a su experiencia de varios años como periodista, Mulder analizó cómo los medios de prensa cuyos accionistas fueron socios de Odebrecht promocionan disimuladamente a los ministros.
“Se está viendo un grueso de la publicidad estatal que se publica como publirreportaje bamba. Una publicidad sale como aviso o publirreportaje, poniendo eso en la nota, pero hay notas que son obviamente mermeladas. Esto se ve con el Ministerio de la Mujer, y con el de Inclusión Social. Lo que publican algunos medios son la nota de prensa que mandan igualita, sin siquiera voltearla (redactarla con un enfoque diferente al de quien la manda)”, expresó.
Recordó que su papel como impulsor de la ley que quitó avisaje con dinero del Estado a la prensa, le valió ser ahora censurado, e incluso ignorado por canales de televisión y diarios pertenecientes a José Graña, a pesar de su trayectoria política.
“El Canal N no me invita desde hace un año a dar entrevistas, tampoco Perú21. Una fuente me contó que es muy difícil porque les pueden hacer lío sus jefes. Incluso me informaron que le llamaron la atención a Jimmy Chinchay porque me entrevistó en vivo en los pasillos del Congreso. Cada vez que declaro en Pasos Perdidos, veo cómo el equipo de Canal N se aleja”, cuestionó. 

Martín Vizcarra, el ajedrecista

Por Miguel Ramírez- Diario Trome.
La decisión de plantear el adelanto de las elecciones generales para el próximo año, la tomó el presidente Martín Vizcarra el sábado cuando el candidato fujimorista Pedro Olaechea fue elegido presidente del Congreso, según contaron a este columnista dos fuentes palaciegas.
Vizcarra tomó ese camino luego de consultar con su más selecto equipo de asesores moqueguanos, encabezado por su inseparable amigo Iván Manchego, quien –pese a que algunos creen que ya no está en el Gobierno– es irremplazable en decisiones trascendentales.
Junto con él también estuvieron el premier Salvador del Solar, el ministro de Justicia, Vicente Zeballos, y su secretaria general Mirian Morales, quienes lo acompañaron hasta antes de salir al Congreso. Morales se ha convertido en pieza clave en la toma de decisiones presidenciales.
El sábado, todos esperaban en Palacio que Daniel Salaverry fuera reelegido. Salaverry había marcado una distancia pública con los más radicales congresistas fujimoristas. Hasta los había puesto en ridículo, como a la congresista Rosa Bartra, pero no fue reelecto.
“Hubo muchos que le dieron la espalda a Salaverry, incluso los denominados ‘avengers’, que hace un tiempo dejaron a los fujimoristas. Una de ellas fue la congresista Maritza García, quien, pese a los maltratos que recibió, aceptó, ingenuamente, apoyar a Olaechea a cambio de que Kenji Fujimori volviera al Congreso”, contó una fuente. García no respondió sobre este tema.
La derrota de Salaverry, en efecto, fue contundente: Olaechea obtuvo 76 votos y Salaverry solo 47. En total, ¡29 votos de diferencia! Los fujimoristas y sus aliados apristas celebraron alborozados.
En el gobierno estaban indignados porque sus más importantes propuestas de reforma política –como la paridad y la alternancia, pero, sobre todo, la inmunidad parlamentaria– habían sido cambiadas de una manera escandalosa. Eso era una afrenta.
“Las reformas no han sido respetadas. Cerrar el Congreso tampoco es dable a estas alturas, pero busquemos una salida: Pedro Olaechea, Karina Beteta y Salvador Heresi, quienes dirigirán el Parlamento, son el fujimorismo puro y duro”, coincidieron los asesores, siempre según las fuentes.
A esto se sumaba la posibilidad existente de que Keiko Fujimori, la lideresa de Fuerza Popular, saldría en libertad la otra semana.
No iba a haber manera de gobernar. El ochenta por ciento del discurso ya estaba listo desde el viernes. Todos los ministerios habían aportado sus logros. La idea era dar una respuesta contundente a la situación de la economía, que había sido criticada el sábado por Pedro Olaechea.
En los minutos finales, antes de salir al Congreso, Vizcarra y sus más allegados asesores llegaron al acuerdo de que el mensaje se centraría en cómo reactivar la economía y dejar para el final la gran bomba: ¡el adelanto de las elecciones generales! Fue una jugada de ajedrez.
“Los agarramos cansados, varios ya se estaban durmiendo con el discurso y otros se habían ido”, contó un ministro. Lo demás ya es historia conocida.

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