Embajador Nicolás

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Anotación en libreta a la que tuvo acceso MANIFIESTO revela misteriosa reunión nocturna en departamento de Miraflores.

NICOLÁS LYNCH TAMBIÉN APARECE EN AGENDAS DE NADINE

Por Eduardo Deza- www.manifiestoperu.com
El nombre del exembajador del Perú en Argentina, Nicolás Lynch Gamero, cuya voz aparece en una conversación interceptada con Ilan Heredia, figura también en una de las páginas de la cuarta agenda de Nadine, a la que tuvo acceso MANIFIESTO.
La anotación, del aparente puño gráfico de la exPrimera Dama, hace alusión a lo que parece haber sido una reunión nocturna en un edificio frente al mar de Miraflores. El apunte señala textualmente:
Nico Lynch
Malecón de la Marina 450
Dpto 901 Mirafl. Alt. Cuadra 4
Av. El Ejército
8:30 p.m.
Domicilio de Nicolás Lynch, donde se habría reunido con la expareja presidencial, según se registra en agendas.
Esa es la misma dirección que consigna Nicolás Javier Lynch Gamero (RUC 10102702501) en los registros de la Sunat y es también el lugar donde habría recibido a la ex pareja Humala-Heredia unos meses antes de que se encaramara al poder.
Lynch fue el primer embajador nombrado por Ollanta Humala en Argentina, entre el 25 de agosto del 2011 y el 3 de noviembre del 2012.
En la noche del domingo, Cuarto Poder difundió un audio interceptado entre el 2011 y el 2012 por la Dirandro y efectivos de equipo Constelación, en el que el también ex ministro de Educación toledista conversa en tono preocupado con Ilan Heredia, en los siguientes términos:
– NICOLÁS LYNCH: Aló ¿Ilán?
– ILAN HEREDIA: Sí ¿cómo estás?
– NICOLÁS LYNCH: ¿Cómo estás? Habla Nicolás Lynch
– ILAN HEREDIA: Sí Nicolás, dime
– NICOLÁS LYNCH: Oye hermano… me ha llegado una carta de la ONPE
– ILAN HEREDIA: Ajá
– NICOLÁS LYNCH: Diciendo que no he consignado los CINCO MIL SOLES, esos famosos…
– ILAN HEREDIA: Ya
– NICOLÁS LYNCH: Esté… yo te llamé te acuerdas y tú me dijiste que no lo consignara.
– ILAN HEREDIA: Ya, pero ahora lo consignas, está reclamando este pata, están buscando cargosear nada más…

Caso ‘Humo’: La historia detrás de las escuchas telefónicas a Ollanta y Nadine

Por Óscar Castilla C. y Jonathan Castro- Ojo Público.
La Dirección Ejecutiva Antidrogas (Dirandro) realizó operaciones de vigilancia, seguimiento y escucha de las comunicaciones del expresidente Ollanta Humala, de su esposa Nadine Heredia y del comando político y económico de su campaña en las elecciones presidenciales del 2011 para descubrir si detrás del origen de su financiamiento se encontraba el gobierno de Venezuela u otras compañías del extranjero, y para conocer el manejo del dinero al interior del Partido Nacionalista.
Ojo-Publico.com conoció que las interceptaciones telefónicas fueron ejecutadas por un equipo especial de inteligencia de la Policía Antidrogas (conocido como SIU, siglas de Sensitive Investigative Unit) y efectivos de escucha del programa Constelación, como se conoce al Departamento Técnico Judicial de la Dirandro (Deptejud), a cargo de la recolección de las comunicaciones en la lucha contra el narcotráfico, el terrorismo y la criminalidad organizada.
América Televisión y El Comercio revelaron que los audios de la Dirandro están en poder del fiscal Germán Juárez
La Policía Antidrogas bautizó a esta operación, una de las más secretas y sorprendentes de la última década, con el apelativo de Caso ‘Humo’, en clara referencia al entonces candidato Ollanta Humala. Ojo-Publico.com accedió al expediente madre que elaboró la Dirandro al finalizar las grabaciones –150 páginas con las transcripciones resumidas de más de 540 audios seleccionados en solo tres meses de interceptación– y estableció que aquellas se iniciaron en marzo del 2011 y continuaron hasta mayo del mismo año. Hoy publicamos una parte de aquellas escuchas.
La Dirandro –según las transcripciones realizadas por los analistas de Constelación en dicho expediente– escuchó los diálogos de los teléfonos celulares y fijos de Humala (bajo el apelativo de ‘Humo’ en los documentos), Nadine Heredia, su hermano Ilan Heredia, el abogado de la pareja presidencial, Eduardo Roy Gates (dejó el cargo hace pocos meses), el excoronel EP Adrián Villafuerte, la periodista y exjefa de prensa del Partido Nacionalista, Cynthya Montes, el tesorero de dicho partido, Mario Julio Torres Aliaga, el suboficial PNP Hermógenes Pérez Mego, y el de un hombre de máxima confianza de Humala en el Ejército, Amílcar Gómez Amasifuen (llamado ‘Chicho’ o ‘Amílcar’ en el expediente), entre otras personas.

CLAVE: Amílcar Gómez Amasifuen, operador de Humala en la compra de los testigos del caso de ejecuciones extrajudiciales en Madre Mía. En esta foto se le ve dentro del Congreso durante el gobierno del hoy expresidente.
También se interceptó las comunicaciones de Jorge Ávila Rivera, testigo clave que en el 2006 acusó a Humala por violación de derechos humanos mientras este era capitán del Ejército y jefe de la base contraterrorista de Madre Mía (Alto Huallaga) en los ’90. El excandidato presidencial fue procesado por este caso, aunque luego la Corte Suprema archivó la investigación, mientras que el testigo Ávila Rivera se retractó de su denuncia, cambió su versión y acabó siendo enjuiciado por recibir dinero de Gómez Amasifuen.
La operación de ‘chuponeo’ legal empezó en marzo del 2011 y se canceló a dos semanas de la segunda vuelta del 5 de junio de aquel año, cuando se preveía que Humala iba a ganar los comicios. Al término de las escuchas, la Policía Antidrogas contaba con una impresionante colección de audios y transcripciones que concluyen que el Partido Nacionalista mantenía un importante flujo de dinero que era manejado en las sombras por Ilan Heredia, cuñado de Humala, y que era desviado por Mario Torres Aliaga, tesorero oficial del partido, para cubrir gastos que no formaban parte de la campaña presidencial.
Humala y Nadine Heredia están bajo investigación por recibir millonarias cantidades de dinero de Odebrecht.
Las escuchas de la Dirandro, realizadas día y noche durante las convulsionadas elecciones de aquel 2011, también establecieron que Humala, su exabogado Eduardo Roy Gates, su cuñado Ilan Heredia, su vocera de prensa Cynthya Montes y el tesorero Torres Aliaga conocieron y se involucraron en las irregularidades cometidas detrás de la compra de testigos de las ejecuciones extrajudiciales en Madre Mía.
Algunas de las transcripciones revelan incluso que Humala planificaba reuniones secretas con el militar Gómez Amasifuen. Este último fue su lugarteniente en el levantamiento contra Alberto Fujimori en Locumba (Tacna) en el 2000 y actualmente es conocido como uno de sus operadores en la compra de los testigos del Caso Madre Mía. En casi todas sus conversaciones, Humala trata de evitar ser reconocido como el interlocutor de Gómez Amasifuen, quien entonces asistía a juicio público por sus maniobras para obstruir la verdad detrás de lo ocurrido en aquella base del Alto Huallaga.

PERSONAJES CLAVES: Amílcar Gómez, Julio Torres e Ilan Heredia, tres personajes claves que fueron escuchados por la Dirandro mientras hablaban de movimiento de dinero. / Ojo-Publico.com
Las grabaciones también alcanzaron a Gómez Amasifuen mientras coordinaba el pago de los sobornos con el testigo del Caso Madre Mía, Jorge Ávila; y conversaba al mismo tiempo con el cajero del Partido Nacionalista, Julio Torres Aliaga, sobre los requerimientos económicos que necesitaba para dicha tarea. Las conversiones son explícitas y en ellas se habla de dinero para cancelar los gastos de los testigos, algunos de ellos conocidos como Jorge Ávila que asistía a juicio en esos días, y otros escondidos bajo un seudónimo. De los diálogos se desprende que otros militares en retiro –al igual de Gómez Amasifuen, pero residentes en diferentes partes de la Amazonía– eran remunerados por el tesorero de Humala porque conocían los hechos ocurridos en la base contraterrorista del Huallaga.
Otras transcripciones revelan que los principales integrantes del equipo de Humala, incluida Nadine Heredia, su hermano Ilan y el contador Torres Aliaga, hablaban de posibilidades de recibir dinero procedente del extranjero, de transacciones y movimientos financieros en Lima, de visitas de ejecutivos brasileños y de programación de viajes a Brasilia, capital del vecino país, en plena campaña presidencial. En aquella época, Marcelo Odebrecht, dueño de la constructora brasileña que lleva su apellido, ya había entregado millonarios montos de dinero a la pareja presidencial. Sin embargo, el Caso Lava Jato aún ni siquiera había empezado.

PROPINAS: Julio Torres Aliaga, en su condición de tesorero oficial del Partido Nacionalista, repartía dinero de la campaña presidencial a los involucrados en el soborno de los testigos del Caso Madre Mía. / Ojo-Publico.com
La operación de interceptación legal de las comunicaciones, impulsada por el entonces fiscal supraprovincial Marco Guzmán Baca y aprobada por el Poder Judicial, se desarrolló entre la primera y la segunda vuelta de las elecciones del 2011 entre Keiko Fujimori y Humala, quien finalmente ganó la presidencia. La escucha se originó en el marco de la operación de espionaje contra un personaje vinculado al cabecilla terrorista Florindo Flores Hala ‘Artemio’ en el Alto Huallaga, que además tenía contactos con el Partido Nacionalista.
Este personaje, identificado como Julio Méndez Huamán, un maderero del Huallaga, permitió a la Dirandro llegar al teléfono del militar Gómez Amasifuen (hombre clave en el pasado de Humala en el Ejército), quien entonces tenía un juicio en la Sala Penal Anticorrupción por sobornar a los testigos que acusaban al candidato presidencial en el 2006. Después de obtener el permiso judicial para escuchar a Gómez Amasifuen, la Policía Antidrogas se sorprendió al descubrir los contactos telefónicos de alto vuelo que tenía este último.

EN LA MIRA: La Dirando interceptó las comunicaciones de Humala y su entorno entre la primera y la segunda vuelta de las elecciones presidenciales del 2011. Aun cuando se sentían espiados, la mayoría de objetivos siguieron hablando por celular. / Ojo-Publico.com
El equipo especial de la Dirandro, dirigido entonces por el general PNP Carlos Morán, estableció que Gómez Amasifuen se comunicaba constantemente por los celulares de tres personajes claves para el candidato Humala: el excoronel EP Villafuerte Macha (nombrado luego asesor presidencial), la periodista Montes Llanos (elegida luego como secretaria de prensa de Palacio de Gobierno) y el contador Torres Aliaga (quien también ocupó un importante cargo en el entorno presidencial).
Inmediatamente después de identificar a estos personajes en la cúpula del Partido Nacionalista, la Policía Antidrogas obtuvo la autorización judicial del caso y el programa Constelación empezó a grabar las comunicaciones del entorno de Humala. Aquel fue el punto de quiebre para grabar las conversaciones del hoy exjefe de Estado. Hoy, a seis años del final de la operación de escucha en la sede de la Dirandro en la avenida Aramburú (Miraflores), los secretos del Caso ‘Humo’ empiezan a abrirse como una Caja de Pandora.

LA HISTORIETA DEL CAPITÁN CARLOS

Por Luis Garcia Miró Elguera- Diario Expreso.
El capitán Carlos no sólo fue un militar acusado de exterminio masivo en la localidad de Madre Mia, Alto Huallaga, durante los años de terrorismo. Ojo que por algo similar el presidente Alberto Fujimori viene purgando una condena de 25 años de carcelería. El capitán Carlos fue, además, golpista (Locumba y Andahuaylas). Posteriormente se transformó en agregado militar (Paris y Corea). El año 2006 acabó siendo candidato fallido a la presidencia. En 2011 reincidió y finalmente alcanzó a realizar su sueño. Un sueño que incluye haberse hecho potentado aprovechándose de millones de dólares que fueron robados al arruinado pueblo de Venezuela y a los contribuyentes de Brasil.
Sin embargo recién se confirma que el capitán Carlos habría alterado sendos rastros – inclusive pruebas- para librarse del largo brazo de la Justicia. Pero, ¿de qué manera? Pagando por comprar conciencias de algunos testigos que inicialmente afirmaron que el capitán Carlos era el culpable de la masacre -torturas, desapariciones, asesinatos- ocurrida en 1992 mientras ocupara el cargo de jefe de la base militar de Madre Mía. Siempre hubo sospechas sobre estos cambios testimoniales. Porque gracias a ellos, este capitán Carlos salió bien librado en un proceso nada menos que por delito de lesa humanidad. Por ese retracto de los testigos, su expediente ni siquiera llegó a ser visto en juicio oral. Así lo decidió Pablo Sánchez, entonces fiscal supremo y posteriormente nombrado Fiscal de la Nación. ¿Saben por quién? ¡Por el capitán Carlos!, que no es otro que Ollanta Humala Tasso. Sánchez concluyó que se habían desdicho los testigos que en primera instancia imputaron al capitón Carlos por delitos de lesa humanidad. El caso llegó a la corte Suprema; concretamente a la sala Penal Transitoria que presidía el vocal José Lecaros. Pero César San Martín -ex presidente de la Suprema a quien por edad competía dirigir la Sala Permanente- según el ex congresista Álvaro Gutiérrez “atropelló al vocal José Lecaros” removiéndolo de la audiencia Penal Transitoria para colocarse él como presidente de esa sala -encargada del expediente Madre Mía- que acabó validando la propuesta del fiscal Sánchez: no ha lugar el juicio oral a Humala. A la luz de las agendas de Nadine Humala y de cientos de audios y videos que en forma sospechosa el fiscal Marco Guzmán Baca habría tenido guardados en algún ambiente del Ministerio Público –pero gracias a la libertad de prensa que ahora impera ya son de competencia pública- el país ha tomado conocimiento de que Ollanta Humala, alias capitán Carlos, habría formalizado tratos con fiscales y jueces para beneficiarse. Incluso en una hoja de las inefables agendas se describe el esquema que -a través de un intermediario apodado “ojitos”- habría planteado la defensa de Humala al vocal San Martín para que se le permita eludir el proceso Madre Mía y así poder candidatear a la presidencia el año 2011.
Esta joyita postuló al poder con la receta chavista; llegó a la presidencia abrigando la ideología lulista; y gobernó el Perú bajo el dictado del corrupto cartel de contratistas brasileños.

El rastro del narcoterrorista que condujo a las escuchas al entorno de Humala

Por Óscar Castilla C. y Jonathan Castro- Ojo Público.
Investigación policial contra un miembro de Sendero Luminoso en el Alto Huallaga llevó a interceptar las comunicaciones del maderero Julio Méndez, contacto del hombre de confianza de Ollanta Humala: el militar Amílcar Gómez Amasifuen. En las escuchas se hallaron las pistas originarias de la presunta compra de testigos en el juicio por las ejecuciones en la base contraterrorista de la zona.
A mediados de abril de 2011, la Dirección Contra el Terrorismo (Dircote) interrogó al narcosubversivo de Sendero Luminoso, Marcelino Gaspar Villar, alias ‘Yebeto’. Su detención se había producido en Aucayacu el 6 de abril, apenas cuatro días antes de la primera vuelta electoral. ‘Yebeto’ había comandado varias acciones subversivas en el margen derecho del río Huallaga por encargo de Florencio Flores Hala, ‘Artemio’.
Para esta investigación Ojo-Publico.com accedió al documento del interrogatorio en el que el subversivo ‘Yebeto’ afirmó que conocía a una persona clave que ‘Artemio’ quería utilizar para entablar contacto con el entonces candidato a la presidencia Ollanta Humala en el 2006: el maderero del Alto Huallaga, Julio Méndez Huamán.
“En esa época estaba a punto de ser elegido presidente y en su plan de gobierno [de Humala] ‘Artemio’ había leído que éste mencionaba una amnistía para todos los que estaban involucrados en denuncias de derechos humanos de la época de los 80, 90 y 2000, tanto militares como policías y senderistas. Eso, en esa época, le interesó a ‘Artemio’ y quería deponer las armas con esa amnistía. Por ello buscó a Julio Méndez, quien le dijo que era amigo de Humala para coordinar con él mismo un acuerdo para la amnistía general si este era elegido”, dijo Gaspar Villar en una declaración desconocida hasta ahora.
Según el relato de ‘Yebeto’, Julio Méndez conoció a Humala cuando este último era jefe de la base antisubversiva en Madre Mía (Alto Huallaga), pues la tropa de dicho cuartel pasaba por sus terrenos, y por eso el candidato presidencial le pidió ayuda en el 2006 cuando se vio acorralado por las denuncias por violación de derechos humanos en la zona.
“El mismo 2006, Humala llamó a Julio Méndez diciéndole que había una denuncia por Derechos Humanos contra él por un asesinato en el caserío de Madre Mía, pidiéndole a Julio Méndez que converse con la familia del asesinado, ya que eran del caserío de La Morada para que lleguen a un acuerdo en que Humala no había cometido el asesinato”, dijo ‘Yebeto’.
Ya en marzo del 2011, la Dirección Ejecutiva Antidrogas (Dirandro) había empezado a escuchar las comunicaciones de Julio Méndez, pues “Yebeto” –ya objeto de interceptaciones telefónicas– se comunicaba con él. Entre el 1 de marzo y el 1 de abril del 2011, el expediente madre del ‘chuponeo’ a la cúpula del nacionalismo, sólo registra comunicaciones grabadas a Méndez.


REGLAJE. La Policía Antidrogas captó a Amílcar Gómez Amasifuen entregando dinero al hijo del testigo Jorge Ávila las afuera del Banco de la Nación de la Av. Javier Prado (Miraflores). No fue el único escenario en el que fue captado el militar. / Ojo-Publico.com
La Dirandro detectó que en solo 30 días Julio Méndez se comunicó 29 ocasiones con un hombre de máxima confianza de Humala, el suboficial EP Amílcar Gómez Amasifuen. En las escuchas entre Méndez y Gómez, se habla de entregas de dinero, de actividades personales de Humala y del caso de asesinato y desaparición en Madre Mía.
A raíz de eso la Policía Antidrogas inició el proceso de escucha telefónica de Gómez Amasifuen el 1 de abril, al mismo tiempo que ejecutaba un proceso de vigilancia y seguimiento en la Sala Penal Anticorrupción, en donde el militar y hombre de confianza de Humala era procesado junto con Jorge Ávila y Robinson Gómez Reátegui por el soborno de testigos de las presuntas ejecuciones que habría cometido Humala en la base de Madre Mía. Así empezó la investigación del Caso ‘Humo’.
Un equipo especial de la Dirandro, con el apoyo de efectivos del programa Constelación, realizó el seguimiento de Gómez Amasifuen mientras sobornaba al testigo Jorge Ávila y acompañaba al hijo de este al Banco de la Nación. Dos semanas después de la grabación, los videos del seguimiento acabaron en un diario local.
El militar que participó junto a Humala en el levantamiento de Locumba (Tacna) también fue grabado mientras se encontraba en una actividad proselitista del Partido Nacionalista en San Juan de Lurigancho y saliendo de la empresa de transportes Flores, en La Victoria, en compañía de otro interceptado, Wilfredo Calderón, apodado como ‘Polo’ por los agentes de Constelación.


NO PASÓ DESAPERCIBIDO. Amílcar Gómez fue seguido mientras realizaba tareas proselitistas en San Juan de Lurigancho, como recogiendo material electoral vinculado al Partido Nacionalista en el Centro de Lima. En las fotos del nivel superior, el hombre de confianza de Humala aparece de blanco y en la parte inferior de rojo. / Ojo-Publico.com
Tres personas del entorno más cercano de Humala, que se comunicaban con Gómez Amasifuen, fueron escuchados a partir de la segunda semana de abril del 2011: el asesor desde la primera campaña electoral, Adrián Villafuerte; el tesorero del Partido Nacionalista, Julio Torres Aliaga; y la secretaria de comunicaciones, Cynthya Montes. A través de ellos la Dirandro obtuvo información de sus conversaciones con Humala, Nadine Heredia, Eduardo Roy Gates, Salomón Lerner y Daniel Abugattás, entre otros.
En ese sentido, anoche, la fiscalía emitió un comunicado señalando que los teléfonos de Humala y Nadine Heredia no fueron interceptados en la investigación que se originó para detener al terrorista ‘Artemio’.
La Dirandro solo conservó las grabaciones relacionadas a las finanzas del Partido Nacionalista y a la presunta compra de testigos del caso Madre Mía, las cuales permanecieron en el olvido durante la presidencia de Humala. Recién ahora empieza a conocerse toda la historia.

Cometieron delitos en todos los niveles del caso Madre Mía

“El caso puede reabrirse porque se trata de derechos humanos”, afirma.

El jurista Marcos Ibazeta manifestó que dentro de las investigaciones por el caso Madre Mía, en el que Ollanta Humala fue acusado e investigado por haber cometido delitos de lesa humanidad, se cometieron diversos delitos en todas las instancias respectivas, tanto por la defensa del acusado hasta los funcionarios del Ministerio Público, por lo que no descartó un intento por proteger y favorecer al expresidente en esta situación.
“Se cometieron delitos en todos los sitios, esa es la apariencia que se está dando, por eso tiene que investigarse, pero para investigar tendría que hacerse en función al crimen mayor (…) Es un delito grave, que ahonda el fraude (mantener ocultos los audios) pero no se debe tocar aisladamente, porque le darían la prescripción (…) Es posible que hayan intentado blindarlo, pero por eso es necesario investigar”, indicó.
Por otro lado, el abogado detalló que el caso contra el exmandatario sí puede reabrirse, si es que siguen los procedimientos de constitucionalidad, debido a que los delitos cometidos habrían sido relacionados a crímenes de lesa humanidad.
“En nuestra legislación interna, ese proceso sería cosa juzgada, pero si hablamos a nivel de constitucionalidad, en función de que esos delitos son concurrentes para encubrir un delito de lesa humanidad, ya no se hace un proceso ordinario, debe pedírsele al Tribunal Constitucional que revise esa situación”, acotó.
“Si el Tribunal Constitucional no procede, hay que ir a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, porque no se puede absolver a un criminal (…) El fraude no necesariamente viene de la actividad judicial, viene del acuerdo del acusador y defensa para omitir medios de prueba o falsearlos para confundir al juez. El fraude no es aplicable a San Martín, pero sí a las partes”, añadió Ibazeta.
Fuente: Diario La Razón.

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