Alianza para el retroceso

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Por Iván García Mayer– http://politico.pe/
La “plata como cancha” está comenzando a conocer el sabor salado del severo escrutinio público en una escala que sobrepasa, esta vez, las fronteras de los cacicazgos del autor de la frase de marras: César Acuña.
Los destapes de estos días -y de las semanas por venir- comienzan a tener ahora una auditorio de dimensión nacional a través de medios de comunicación y redes sociales; es decir, los trapos sucios ya no se lavan solo en casa, sea que se trate de La Libertad (la alcaldía de Trujillo y gobierno regional) o de las tres universidades que regenta el candidato presidencial de APP.
Su ascenso reciente en la intención de voto que han registrado los últimos sondeos le ha abierto, inevitablemente, la puerta a esta exposición en la que lupas y reflectores -allí en donde hay oscuridad y nocturnidad- se multiplican.
Después de prestarle a atención a sus complicadas cuitas personales, la información comienza a enfocarse en el desempeño de Acuña en cargos públicos relevantes y para los que su cadena universitaria ha sido siempre una palanca decisiva, ya sea para alcanzarlos o mantenerlos. Y su aspiración presidencial en 2016 no es la excepción hasta el momento.
Una fiscalía de Trujillo -ahora sabemos del caso- está pidiendo que sea inhabilitado para cualquier cargo en el Estado por seis años debido a una serie de delitos cometidos en una subvención irregular mientras fue alcalde de esa ciudad. Mientras tanto -recién nos vamos enterando también- aparecen casi 130 aportes fantasmas a su partido, realizados en 2014 por varios empleados de sus universidades que en muchos casos desconocían la trapacería.
Y por si fuera poco, afirma suelto de huesos que los regalos de la UCV, USS o UA -en plena campaña- son una “proyección a la comunidad” permitida por la ley universitaria. “Ahora, si se ponen el polo de Acuña no es mi culpa”, remata el cacique.
Nada más alejado de la institucionalidad y la transparencia. Vale decir, toda una alianza para el retroceso.

Un rey Midas chicha

Por Aldo Mariategui- Diario Perú21.
Recomiendo leer “Becas, bases y votos” (IEP), donde Rodrigo Barrenechea hace una radiografía de la praxis política del candidato César Acuña y cómo este ha montado –a base de empleos, becas, viajes, imprentas, transporte, filantropía y capacitaciones– todo un leal aparato político y extensas redes clientelistas para sus campañas con dinero, cuadros (4,000 catedráticos) y activistas (55,000 estudiantes) que obtiene de las “universidades” César Vallejo, Señor de Sipán y Autónoma.
Acuña no solo es un emergente “lumpenburgués” (Hugo Neira dixit), sino también un plutócrata en todo el sentido del término: un millonario (como Trump) que llega al poder por el uso (y abuso) de su dinero y que busca gobernar directamente, sin intermediarios políticos, además apoyado en una paternalista estructura de patronaje y clientelismo que sale directamente de su negocio particular.
Se aducirá que entonces PPK también es un plutócrata, pero no lo es porque más bien no pone de la suya, a pesar de indudablemente tener un patrimonio considerable (es tan tacaño que no contrató a Favre) ni tampoco se monta en un negocio propio para afianzar su vida política, ni anda captando oportunistas aliados (políticos y de la prensa) a punta de “billeterazos” sino por afinidades personales y convicciones políticas, bajo un proyecto liberal/personalista definido. Acuña, en cambio, es una malagua populista hiperpragmática que recuerda a esos viejos caciques provincianos que con su billete tenían asegurada por décadas la diputación de su comarca. Solo que este rey Midas chicha ya dio el paso nacional, pervirtiendo la educación y la política a su paso. Trágico.
– ¡Leopoldo López libertad! ¡No más presos políticos en Venezuela!

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