Camino a la COP21

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Repensando el cambio climático
Por Jeremy Bentham*- Revista CARETAS
Se espera que la población mundial llegue a los 9 mil millones de habitantes en el 2050 [1]. Esto generará una enorme demanda y necesidad de energía, sobre todo en las economías emergentes, donde se prevé que el uso energético se duplicará para el 2050 [2].
Satisfacer esta creciente demanda energética no va a ser una tarea fácil, así como tampoco lo será enfrentar las crecientes preocupaciones y amenazas reales del cambio climático. Ya que los gobiernos tienen diversas agendas, y que los países se encuentran en diferentes etapas de desarrollo económico, las transiciones energéticas se darán más rápido en algunas partes del mundo que en otras. Por ejemplo, los imperativos socioeconómicos europeos son muy diferentes a los de China o India, que están ingresando a una fase de crecimiento en la que aumentará el consumo de energía. Si bien China y otros países en desarrollo están asumiendo compromisos para reducir las emisiones de CO2, estas naciones no pueden considerar esto aisladamente; en muchas economías en desarrollo y subdesarrolladas, el acceso a la energía es la diferencia entre la pobreza y la prosperidad. Así pues, es probable que la actual dinámica de enfocarse solo en reducir las emisiones de CO2 lleve a un estancamiento del diálogo. Un marco más práctico abriría el espacio para considerar alternativas bajas en carbono, en vez de centrarse únicamente en energías renovables.
Necesitamos replantear el debate para lograr un futuro con bajas emisiones de carbono y un alto abastecimiento energético. Recomiendo un debate más pragmático sobre el cambio climático, con una perspectiva más amplia en torno a la calidad de vida. Esto significa que debemos asegurar que el diálogo sobre el sistema energético se base en buena información y sea balanceado, con una mayor comprensión sobre los estímulos y las posibilidades.
¿Cómo sería el mundo realmente sin combustibles fósiles? Para algunos es una alternativa utópica, para otros la única posibilidad de reducir las emisiones de CO2, ¿pero, realmente estamos dispuestos a arriesgarnos a renunciar al aporte de los combustibles fósiles al desarrollo humano, la reducción de la pobreza y la seguridad energética? En vez de una perspectiva de “uno u otro”, debemos prestar más atención a la evolución conjunta de componentes establecidos y emergentes en los sistemas energéticos, afrontando las limitaciones y aprovechando las ventajas de cada uno de ellos. Por ejemplo, dada la intermitencia diaria y estacional y los altos costos de capital, el desarrollo de energía solar y eólica a escala material necesitaría combinarse durante un largo periodo de tiempo con la flexibilidad y el bajo costo de capital de la generación de energía térmica con bajas emisiones de carbono, como el gas natural. Se requiere una perspectiva global del sistema energético.Deberíamos reconocer los importantes obstáculos tecnológicos y económicos que afrontamos. Históricamente, las fuentes nuevas de energía han requerido alrededor de 30 años para lograr siquiera un 1% de participación en el mercado. La magnitud, longevidad y costos de la infraestructura energética son sencillamente muy grandes para dar respuestas rápidas. Las energías renovables, tales como la eólica, solar e hidráulica, jugarán un papel cada vez más importante en nuestro sistema energético. Sin embargo, actualmente el viento y el sol combinados proveen menos del 1% de la energía primaria global. Por lo tanto, no es ni lógico ni práctico basarse solo en una solución de futuro en base a emisiones bajas de carbono y energías renovables, sobre todo en el corto plazo.

COLABORAR PARA ENCONTRAR SOLUCIONES INTERMEDIAS

Debemos convocar grupos de representantes de diferentes sectores para lograr entendimientos mutuos que trasciendan el actual debate polarizado. El desarrollo de esquemas de políticas globales, regionales y nacionales servirá de guía y apoyo para lograr transiciones energéticas fluidas, y para evitar respuestas reactivas y tardías que generan perturbaciones evitables y destruyen el valor para la sociedad. El debate polarizado fomenta la ambigüedad y retrasa el cambio, como ya ha venido sucediendo por décadas en las negociaciones internacionales relacionadas con la reducción de la emisión de gases de efecto invernadero. Los problemas que finalmente surgirán por retrasar las acciones necesarias fomentarán el populismo político, generando respuestas mal enfocadas y económicamente costosas (¿Cómo sería este futuro? ¿Qué veremos si el debate polarizado continúa?). Las coaliciones intersectoriales a nivel regional, nacional y global ayudarán a romper la inercia de los intentos del pasado para lograr acuerdos sobre cambio climático, tal como lo demostraron las débiles –y finalmente ineficaces– negociaciones de la COP 15, que tuvieron lugar durante la Conferencia sobre el Cambio Climático en Copenhague en el 2009.
Hoy en día observamos que las soluciones intermedias y en colaboración están empezando a ganar adeptos. Recientemente, China y los Estados Unidos firmaron un acuerdo sobre cambio climático. Que los dos emisores mundiales más grandes de dióxido de carbono hayan llegado a un acuerdo bilateral para reducir dichas emisiones es un ejemplo perfecto de colaboración exitosa. El presidente ejecutivo de Shell, Ben van Beurden, publicó recientemente un artículo de opinión en el Times de Gran Bretaña, comentando sobre el acuerdo, “El que los compromisos de ambos países estén basados en el entendimiento sobre la importancia de reemplazar el carbón como combustible para la generación de energía y el potencial valor de la captura y almacenamiento de carbono, es una muestra no solo de sus aspiraciones, sino de su pragmatismo”.
Es posible tener un futuro con emisiones bajas de carbono y un alto abastecimiento energético. Soy partidario del diálogo sobre los desafíos que enfrentamos y las oportunidades que podrían surgir. No será fácil, pero es algo necesario y urgente.
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*Físico graduado en Oxford, CalTech y MIT. Ha tenido una larga y exitosa carrera en Royal Dutch Shell Plc, y en la actualidad es su Vicepresidente. Global Business Environment.
Descargo de responsabilidad
Todas las opiniones aquí expresadas corresponden al autor. El Foro Económico Mundial ofrece una plataforma independiente e imparcial en la que se generan debates sobre temas importantes que configuran las agendas globales, regionales e industriales.

1. “New Lens Scenarios” Royal Dutch Shell Plc. http://www.shell.com/global/future-energy/scenarios/new-lens-scenarios.html, 2013.
2. “New Lens Scenarios” Royal Dutch Shell Plc. http://www.shell.com/global/future-energy/scenarios/new-lens-scenarios.html, 2013.
Traducción: Servidioma.

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