Pont du Gard

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Pont du Gard

El Pont du Gard (o Puente del Gard, en español) es uno de los lugares más turísticos de la región del Languedoc-Roussillon, y no es de extrañar, ya que este acueducto romano de tres niveles que fue construido hace 2000 años, es una obra espectacular que se encuentra en un emplazamiento natural de gran belleza. Está situado en el municipio de Vers-Pot-du-Gard, a sólo 14 kilómetros de Uzès, 24 km de Nîmes y 26 km de Avignon, algunas de las ciudades más importantes de la Provenza. Es uno de los monumentos franceses más visitados junto a la Torre Eiffel y Nôtre Dame de Paris; turistas de todo el mundo vienen a admirar esta magnífica obra de arte del mundo romano.
El Pont du Gard, uno de los acueductos romanos más altos, imponentes y mejor conservados.
Historia del Pont du Gard
Nîmes era una de las ciudades más importantes de la Galia cuando se convirtió en colonia romana en el año 45 a. C. Su expansión fue rápida y su población llegó a ser de 20,000 habitantes. En el siglo I la construcción de un acueducto le va a dar libertad para llevar a cabo un gran proyecto urbano prestigioso gracias al cual se crearán fuentes, termas, redes de alcantarillado, monumentos…adquiriendo de esa forma el prestigio al que aspiraba. El acueducto romano fue construido entre los años 40 y 60 d. C., bajo los imperios de Claudio y de Nerón, por unas mil personas que trabajaron durante  unos 5 años, con la finalidad de llevar agua del río Eure a Nîmes a través de un acueducto de 50 km.
El trazado del acueducto se hizo en función de las posibilidades físicas impuestas por el terreno. Un desnivel de 12 metros entre el principio de la canalización y el final hizo que los constructores tuvieran que realizar una increíble proeza técnica calculando una pendiente que permitiera la caída del agua por la gravedad. En la mayor parte del trazado del acueducto, la canalización está enterrada, y los muros fueron realizados con bloques de piedras locales (calcárea de color amarillo) fáciles de tallar y recubiertas con una capa de cal que reduce las filtraciones e impide que las raíces penetren.
El Pont du Gard es un símbolo del poder de la civilización romana y se ha conservado a lo largo del tiempo sobreviviendo a guerras y problemas climáticos. Conserva las huellas de una organización racional de las obras: numeración de las piedras, puntos de apoyo del andamiaje y grúas.
El Pont du Gard se corresponde con una de las partes del acueducto romano que salen al exterior y que constituye una auténtica obra de arte. Además de ser uno de los acueductos más altos del mundo romano (49 metros), está increíblemente conservado y se distingue de los otros puentes-acueductos por sus dimensiones imponentes y la apertura de sus arcos (la más grande llega a medir 24.52 metros). Está formado por tres niveles de arcadas: 6 arcos en el primer nivel, 11 en el segundo y 47 en el tercero.
El acueducto romano funcionó durante los siglos II y III d. C., periodo en el que en Nîmes se construyeron termas grandiosas y el agua tuvo un gran protagonismo en la vida cotidiana. En el siglo IV, a falta de medios, la obra no se somete a un mantenimiento regular, la vegetación crece en el canal y el caudal se reduce considerablemente. Hacia principios del siglo VI, se abandona definitivamente, en el momento en el que los visigodos y los francos comparten la región recorrida por el acueducto.
Patrimonio mundial de la Unesco
El Pont du Gard fue clasificado como Patrimonio mundial de la Unesco en diciembre de 1985. Desde el siglo XVI, la arquitectura excepcional del Pont du Gard llamó la atención y fue objeto de restauraciones destinadas a su conservación. En el siglo XVIII, las autoridades de la región del Languedoc le pidieron al ingenieron Henri Pitot que construyera un puente en el primer nivel del acueducto romano para poder atravesar el río Gardon protegiendo la obra antigua. En el siglo XIX, concretamente en 1840, el Pont du Gard fue inscrito en la lista de los grandes monumentos de la Comisión de Monumentos Hístóricos. A partir de ese momento fue objeto de numerosas e importantes restauraciones, durante ese siglo y el siguiente. En 1996 se inicia una operación de protección y acondicionamiento del lugar histórico y ecológico del Pont du Gard, un proyecto ambicioso que habilitará estructuras de recepción para los numerosos turistas que vienen de todo el mundo a visitarlo, se crearán espacios de conocimiento y descubrimiento de la historia de la construcción del acueducto de Nîmes, además de organizar el entorno y convertirlo en un auténtico museo natural.
Fuente: www.la-provenza.es

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