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Antonio Alfonso Cisneros Campoy
A una semana de la partida del autor de Canto ceremonial contra un oso hormiguero, su amigo y profesor de literatura Hildebrando Pérez hace una valoración de la obra de este poeta considerado como uno de los mayores en lengua española. Hildebrando Pérez Grande nació en Lima, en 1941. Ganó el Premio de Poesía Casa de las Américas 1978 por su libro Aguardiente y otros cantares. Es profesor principal de la Escuela de Literatura de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Dirige la revista literaria Martín.
Por Hildebrando Pérez Grande
La muerte es un escándalo. Más aun cuando nos parte el alma de un hachazo feroz. Y más aun cuando se trata de alguien que, desde diversos códigos y banderas y quehaceres comunes, forma parte de nuestras vidas. Es el caso del poeta y amigo Antonio Cisneros (Lima, 1942 -2012). Como él lo diría con su inconfundible tono burlón: no sé cuanto marca en el debe o el haber de mi vida, pues, desde los inicios de la década del 60, tuvimos la dicha de conocerlo en las aulas sanmarquinas. Qué se perdió o ganó entre estas aguas. / Acuérdate, Hermelinda, acuérdate de mí.
Desde Destierro (1961) hasta Un crucero a las islas Galápagos (2005), pasando por libros memorables como Canto ceremonial contra un oso hormiguero (1968), que fue celebrado en todo el ámbito hispanoamericano y que aún mantiene su predicamento poético y Como higuera en un campo de golf (1972), acaso su libro más entrañable, sin postergar ese notable cambio de registro que hace gala en Las inmensas preguntas celestes (1992), la poesía de Antonio Cisneros ha sido una fiesta de la palabra, la inteligencia, el humor, la ironía y de una mirada impecable y redentora de la exaltante realidad que nos rodea, con el toque de una irreverencia saludable.
Desde la década de 1970, la obra lírica de Antonio Cisneros lo perfila como uno de los mayores poetas en lengua española y uno de los más traducidos a otros idiomas modernos, hecho que lo distingue visiblemente dentro de su marco generacional. Los estudiosos, desde diversas perspectivas críticas, coinciden en alabar el virtuosismo de su escritura, su temprana maestría con el lenguaje poético contemporáneo, el atinado uso del distanciamiento brechtiano y el rigor crítico con el que rechaza el facilismo, el panfleto, el tono dulzón y melodramático y ejerce más bien la mirada interdisciplinaria, la actitud dialógica, la crítica puntual de los desmanes de la alienación contemporánea, y la manera cómo verbaliza estremecedoramente -con el lenguaje culto o el vitalísimo lenguaje de la calle-, su sincera reconversión, esa suerte de dar la palabra al hijo pródigo, quien, con la magia de un nuevo lenguaje, distante ya del versículo y la vana actitud iconoclasta, expresa una visión ecuménica con una nueva y espléndida dicción. Por todo ello, nuestro poeta mereció las más altas distinciones y reconocimientos tanto en el plano nacional como el internacional.
La obra lírica de Antonio Cisneros no solo honra a la poesía hispanoamericana sino que también es un discurso ejemplar que desde hace ya medio siglo batalla de manera transparente por nuestra planetaria condición humana. Es verdad que ahora estamos tristes, consternados, más despoblados que nunca, pero por siempre escucharemos su tambor.
Obras
Sus poemas han sido traducidos a idiomas como el chino, griego, japonés, alrededor de 14 idiomas en total.
Entre sus principales obras poéticas están:
“Destierro” (1961)
“David” (1962)
“Comentarios reales de Antonio Cisneros” (Premio Nacional de Poesía)(1964)
“Canto ceremonial contra un oso hormiguero” (Premio Casa de las Américas)(1968)
“Agua que no has de beber” (1971)
“Como higuera en un campo de golf” (1972)
“El libro de Dios y de los húngaros” (1978)
“Crónicas del Niño Jesús de Chilca” (Premio Rubén Darío) (1981)
“Agua que no has de beber y otros cantos” (1984)
“Monólogo de la casta Susana y otros poemas” (1986)
“Por la noche los gatos” (1988)
“Poesía, una historia de locos” (1989)
“Material de lectura” (1989)
“Propios como ajenos” (1989)(1991)(2007)
“Drácula de Bram Stoker y otros poemas” (1991)
“Las inmensas preguntas celestes” (1992)
“Poesía reunida” (1996)
“Postales Para Lima” (1991)
“Poesía” (3 volúmenes) (2001)
“Comentarios reales”(2003)
“Como un carbón prendido entre la niebla”(2007)
“Un Crucero a las Islas Galápagos” (2005)(2007)
“A cada quien su animal” (2008)
“El caballo sin libertador” (2009)
Entre sus obras en prosa:
“El arte de envolver pescado” (1990)
“El libro del buen salvaje” (1995)(1997)
“El diente del Parnaso (manjares y menjunjes del letrado peruano)” (2000)
“Ciudades en el tiempo (crónicas de viaje)” (2001)
“Cuentos idiotas (para chicos con buenas notas)” (2002)
“Los viajes del buen salvaje (crónicas)” (2008)
Premios
Premio Nacional de Poesía, Perú, en 1965.
Premio Casa de las Américas en 1968.
Premio Rubén Darío en 1980.
Premio Interamericano de Cultura “Gabriela Mistral” en 2000.
Condecoración al Mérito Cultural de la República de Hungría en 1990.
Premio Iberoamericano de Letras José Donoso, Santiago de Chile, en 2004.
Caballero de la Orden de las Artes y las Letras del Gobierno Francés, en 2004.
Homenaje a su obra en el Encuentro de Poetas del Mundo Latino, Morelia (México), en 2009.
Premio de Poetas del Mundo Latino Víctor Sandoval, Aguascalientes (México), en 2009.
Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda (Chile), en 2010.
A una semana de la partida del autor de Canto ceremonial contra un oso hormiguero, su amigo y profesor de literatura Hildebrando Pérez hace una valoración de la obra de este poeta considerado como uno de los mayores en lengua española. Hildebrando Pérez Grande nació en Lima, en 1941. Ganó el Premio de Poesía Casa de las Américas 1978 por su libro Aguardiente y otros cantares. Es profesor principal de la Escuela de Literatura de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Dirige la revista literaria Martín.
Por Hildebrando Pérez Grande
La muerte es un escándalo. Más aun cuando nos parte el alma de un hachazo feroz. Y más aun cuando se trata de alguien que, desde diversos códigos y banderas y quehaceres comunes, forma parte de nuestras vidas. Es el caso del poeta y amigo Antonio Cisneros (Lima, 1942 -2012). Como él lo diría con su inconfundible tono burlón: no sé cuanto marca en el debe o el haber de mi vida, pues, desde los inicios de la década del 60, tuvimos la dicha de conocerlo en las aulas sanmarquinas. Qué se perdió o ganó entre estas aguas. / Acuérdate, Hermelinda, acuérdate de mí.
Desde Destierro (1961) hasta Un crucero a las islas Galápagos (2005), pasando por libros memorables como Canto ceremonial contra un oso hormiguero (1968), que fue celebrado en todo el ámbito hispanoamericano y que aún mantiene su predicamento poético y Como higuera en un campo de golf (1972), acaso su libro más entrañable, sin postergar ese notable cambio de registro que hace gala en Las inmensas preguntas celestes (1992), la poesía de Antonio Cisneros ha sido una fiesta de la palabra, la inteligencia, el humor, la ironía y de una mirada impecable y redentora de la exaltante realidad que nos rodea, con el toque de una irreverencia saludable.
Desde la década de 1970, la obra lírica de Antonio Cisneros lo perfila como uno de los mayores poetas en lengua española y uno de los más traducidos a otros idiomas modernos, hecho que lo distingue visiblemente dentro de su marco generacional. Los estudiosos, desde diversas perspectivas críticas, coinciden en alabar el virtuosismo de su escritura, su temprana maestría con el lenguaje poético contemporáneo, el atinado uso del distanciamiento brechtiano y el rigor crítico con el que rechaza el facilismo, el panfleto, el tono dulzón y melodramático y ejerce más bien la mirada interdisciplinaria, la actitud dialógica, la crítica puntual de los desmanes de la alienación contemporánea, y la manera cómo verbaliza estremecedoramente -con el lenguaje culto o el vitalísimo lenguaje de la calle-, su sincera reconversión, esa suerte de dar la palabra al hijo pródigo, quien, con la magia de un nuevo lenguaje, distante ya del versículo y la vana actitud iconoclasta, expresa una visión ecuménica con una nueva y espléndida dicción. Por todo ello, nuestro poeta mereció las más altas distinciones y reconocimientos tanto en el plano nacional como el internacional.
La obra lírica de Antonio Cisneros no solo honra a la poesía hispanoamericana sino que también es un discurso ejemplar que desde hace ya medio siglo batalla de manera transparente por nuestra planetaria condición humana. Es verdad que ahora estamos tristes, consternados, más despoblados que nunca, pero por siempre escucharemos su tambor.
Obras
Sus poemas han sido traducidos a idiomas como el chino, griego, japonés, alrededor de 14 idiomas en total.
Entre sus principales obras poéticas están:
“Destierro” (1961)
“David” (1962)
“Comentarios reales de Antonio Cisneros” (Premio Nacional de Poesía)(1964)
“Canto ceremonial contra un oso hormiguero” (Premio Casa de las Américas)(1968)
“Agua que no has de beber” (1971)
“Como higuera en un campo de golf” (1972)
“El libro de Dios y de los húngaros” (1978)
“Crónicas del Niño Jesús de Chilca” (Premio Rubén Darío) (1981)
“Agua que no has de beber y otros cantos” (1984)
“Monólogo de la casta Susana y otros poemas” (1986)
“Por la noche los gatos” (1988)
“Poesía, una historia de locos” (1989)
“Material de lectura” (1989)
“Propios como ajenos” (1989)(1991)(2007)
“Drácula de Bram Stoker y otros poemas” (1991)
“Las inmensas preguntas celestes” (1992)
“Poesía reunida” (1996)
“Postales Para Lima” (1991)
“Poesía” (3 volúmenes) (2001)
“Comentarios reales”(2003)
“Como un carbón prendido entre la niebla”(2007)
“Un Crucero a las Islas Galápagos” (2005)(2007)
“A cada quien su animal” (2008)
“El caballo sin libertador” (2009)
Entre sus obras en prosa:
“El arte de envolver pescado” (1990)
“El libro del buen salvaje” (1995)(1997)
“El diente del Parnaso (manjares y menjunjes del letrado peruano)” (2000)
“Ciudades en el tiempo (crónicas de viaje)” (2001)
“Cuentos idiotas (para chicos con buenas notas)” (2002)
“Los viajes del buen salvaje (crónicas)” (2008)
Premios
Premio Nacional de Poesía, Perú, en 1965.
Premio Casa de las Américas en 1968.
Premio Rubén Darío en 1980.
Premio Interamericano de Cultura “Gabriela Mistral” en 2000.
Condecoración al Mérito Cultural de la República de Hungría en 1990.
Premio Iberoamericano de Letras José Donoso, Santiago de Chile, en 2004.
Caballero de la Orden de las Artes y las Letras del Gobierno Francés, en 2004.
Homenaje a su obra en el Encuentro de Poetas del Mundo Latino, Morelia (México), en 2009.
Premio de Poetas del Mundo Latino Víctor Sandoval, Aguascalientes (México), en 2009.
Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda (Chile), en 2010.