El fraude de ENRON y el derrame de BP

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BP

ENRON Corporation fue una empresa de energía con sede en Houston (Texas) que empleaba cerca de 21,000 personas hacia mediados de 2001, antes de su quiebra.
Una serie de técnicas contables fraudulentas, apoyadas por su empresa auditora, el entonces prestigioso despacho Arthur Andersen, permitieron a esta empresa estar considerada como la séptima empresa de los Estados Unidos, y repentinamente se convirtió en el más grande fraude empresarial de la historia y en el arquetipo de fraude empresarial planificado.
ENRON solicitó protección por bancarrota en Europa el 30 de noviembre y en los Estados Unidos el 2 de diciembre de 2001.
ENRON se constituyó en 1985 por la fusión de las empresas Houston Natural Gas e InterNorth. La fusión fue dirigida por Kenneth Lay, presidente de Houston Natural Gas. Originalmente se dedicó a la transmisión y distribución de electricidad y gas a través de los Estados Unidos, y al desarrollo, construcción y operación de plantas de energía, oleoductos, etc. por todo el mundo. Lay propuso para la empresa fusionada el nombre “Enteron” (EnterOn en CamelCase), sin embargo el nombre tuvo que ser abreviado a “Enron”.
Enron creció exponencialmente en su área original y en el transcurso del tiempo desarrolló nuevos mercados en el área de las comunicaciones, manejo de riesgos y seguros en general. En su momento la revista Fortune la designó como la empresa más innovadora de los Estados Unidos durante cinco años consecutivos, entre 1996 y 2000. Además apareció en la lista de los 100 mejores empleadores de dicha revista en 2000.
Sin embargo, la reputación de esta empresa comenzó a decaer debido a los insistentes rumores de pago de sobornos y tráfico de influencias para obtener contratos en América Central, América del Sur, África, las Filipinas y en la India. También hubo rumores sobre la utilización de estas prácticas en un contrato de 30 mil millones de dólares con la empresa de energía Maharashtra State Electricity Board.
Se descubrieron considerables pagos a políticos en casi todos los países donde la empresa operaba. Por su parte, la empresa Arthur Andersen fue acusada de obstrucción a la justicia en relación con el caso ENRON. Se descubrió también que similares técnicas contables estaban siendo utilizadas por directivos de otras de sus empresas clientes, como fue el caso de la empresa de telecomunicaciones WorldCom, la cual también maquillaba sus pérdidas contables. Desde el año 2002, se lleva a cabo la investigación sobre el enorme desfalco cometido en ENRON a sus accionistas y empleados. Los principales acusados son los directivos de la empresa Kenneth Lay, Jeffrey Skilling, Andy Fastow y Rick Causey.
Situación legal
El 25 de mayo de 2006 finalmente fueron declarados culpables Kenneth Lay, presidente de ENRON y Jeffrey Skilling, su ex director ejecutivo, de conspiración para cometer fraudes. El jurado compuesto por 12 personas declaró a Lay culpable de los seis cargos que se le imputaban, mientras que consideró que Skilling, que le sucedió en la presidencia de la empresa, es culpable de conspiración y fraude. Lay y Skilling afrontaban seis y 28 cargos de conspiración, fraude y maniobras financieras para ocultar las pérdidas y exagerar los beneficios de ENRON, con el fin de atraer el dinero de los inversores. El 5 de julio de 2006, producto de problemas coronarios, falleció en Aspen (Colorado) Kenneth Lay, de 64 años, quien arriesgaba una pena de hasta 45 años de cárcel por su participación en el fraude financiero. Finalmente, el 23 de octubre de 2006 Jeffrey Skilling fue condenado a una pena de 24 años de prisión tras haber sido declarado culpable de 19 cargos por gerenciar durante menos de un año en la empresa y haber renunciado solo cuatro meses antes de la quiebra.
El caso ENRON fue el principal detonante en la elaboración de la Ley Sarbanes Oxley, la cual tiene por objeto el establecer medidas de control interno más rígidas y eficientes para evitar que las empresas que cotizan en bolsa realicen fraudes como el que sucedió con la citada ENRON. Para los contadores y auditores, esta Ley les obliga a extenderse en sus pruebas antes de emitir una opinión que avale la información presentada en los estados financieros de las compañías. Aparentemente la arquitectura contable era totalmente legal y valedera.
Consecuencias internacionales
Con su presencia en cerca de 40 países y una serie de empresas asociadas, el colapso de ENRON, repercutió negativamente en los mercados energéticos en general y en varias compañías que le habían otorgado créditos o tenían contratos con ENRON.
La presentación judicial llevó a un organismo oficial a iniciar una investigación sobre el estado de cuentas de la compañía, que admitió a comienzos de año que sus ganancias fueron menores a las declaradas entre 1997 y 2001.
Las dudas sobre las prácticas contables de la empresa que supuestamente tendieron a cubrir la grave situación económica de la compañía se incrementaron ante denuncias de una ex ejecutiva sobre la presunta destrucción sistemática de documentos. El escándalo salpicó a Andersen, una de las firmas más importantes de auditoría contable.
El escándalo de ENRON tuvo eco en los medios, además de los numerosos reportajes de cobertura en medios, la historia fue llevada al cine en un documental titulado Enron: The Smartest Guys in the Room (2005) dirigido por Alex Gibney y basado en el best-seller homónimo de los cronistas de revista Fortune, Bethany McLean y Peter Elkind. En marzo de 2002, la popular revista Playboy causó controversia al invitar a las ejecutivas de la compañía a posar desnudas en sus páginas.
La gigantesca empresa energética ENRON, con sede en Estados Unidos, que acumuló deudas por más de US$ 30.000 millones, pidió a una corte de Nueva York las ayudas que se inscriben en el llamado Capítulo 11 de las leyes que regulan las quiebras en Estados Unidos. Esta medida permitió a ENRON continuar sus operaciones mientras los acreedores intentaban reorganizar sus finanzas.
ENRON, que opera en 40 países -varios de ellos latinoamericanos- y emplea a 21.000 personas, esperaba recibir una inyección salvadora del grupo rival DYNEGY Inc.
DYNEGY, sin embargo, abandonó el plan de rescate cuando las tres principales agencias de clasificación crediticia decidieron bajar los bonos de ENRON al nivel de “basura”, argumentando que tendría muy serias dificultades para pagar sus deudas.
Las acciones de ENRON, que llegaron a valer US$ 90, se cotizaban en la Bolsa de Nueva York por apenas US$ 0,42.
En picada
La crisis de ENRON representó un rápido cambio de fortuna para una empresa que había tenido ganancias por más de US$ 1.000 millones y que recientemente ocupaba el lugar número siete en la lista de las 500 empresas más importantes de EEUU, según la revista Fortune.
Los problemas de la compañía, con sede en Houston, Texas, comenzaron cuando un grupo de analistas cuestionó varias cifras misteriosas en su estado de cuentas. Finalmente ENRON admitió que las ganancias de 1997 a 2001 eran US$ 600 millones menos de lo que había informado.
La caída inmediata del precio de sus acciones permitió a DYNEGY, una empresa históricamente menor, hacer una oferta pública de adquisición, que luego abandonó.
DYNEGY parecía estar interesada en el sistema comercial en línea de ENRON que reportaba hasta el 90% de las ganancias de la empresa. Sin embargo, ENRON Online cesó sus operaciones.
Repercusiones
La quiebra de ENRON afectó a los mercados energéticos en general y, en particular, varias compañías que le han otorgado créditos o tienen contratos con ella.
ENRON, cuyos negocios incluyen la compraventa de gas natural y electricidad, ha recibido US$ 500 millones en créditos no garantizados, además de US$ 400 millones de préstamos garantizados, de J.P. Morgan Chase & Co.
Citigroup Inc. le prestó entre US$ 700 millones y US$ 800 millones, cerca de la mitad de los cuales no tenían garantías.
ABN AMRO, Duke Energy Corp, DYNEGY Inc y American Electric Power Co. se encuentran también entre las empresas que han hecho préstamos multimillonarios.

El derrame de British Petroleum
La empresa británica planea bajar un dispositivo de contención sobre el pozo con la esperanza de que la mayor parte del crudo pueda ser conducido a la superficie.
El intento -en el que robots submarinos harán un corte en un tubo y colocarán el dispositivo- podría inicialmente aumentar el flujo de petróleo desde el fondo marino, y el éxito no está garantizado, advirtió BP.
Esta nueva táctica se pondrá en práctica luego del fracaso de BP del llamado “top kill”, que fue un intento de detener la fuga “bombardeando” lodo dentro del pozo.
Este nuevo intento se conoció un día después de que la asesora de la Casa Blanca en asuntos de energía, Carol Browner, dijo que el derrame ha sido el peor desastre ambiental que EE.UU ha enfrentado.
La funcionaria dijo también que EE.UU. está “preparado para el peor escenario”, que sería que la fuga no pueda ser detenida antes de agosto.
Fuertes vientos
La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica advirtió que vientos pronosticados para fines de esta semana podrían mover el derrame hacia el Mississippi y las costas de Alabama, que se han visto menos afectadas que las costas de Luisiana.
También hay que tomar en cuenta que la temporada de huracanes se inicia este martes, causando temores de que los eventuales ciclones puedan llevar el derrame a las costas de la nación a un ritmo mayor.
En este contexto, se informó que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, tiene previsto reunirse con los copresidentes de una comisión independiente que investiga el catastrófico derrame de petróleo.
Un alto funcionario del gobierno dijo que Obama se reunirá en la Casa Blanca con Bob Graham, quien es un ex gobernador de Florida y senador de los EE.UU., y con William K. Reilly, ex director de la Agencia de Protección Ambiental. Obama tiene aún que nombrar cinco miembros más de la comisión, que investigará cuestiones tales como la causa del derrame, la seguridad de las perforaciones mar adentro y las operaciones dentro de la agencia federal que otorga los derechos de perforación.
Robots submarinos
BP está preparando el dispositivo de contención – conocido como “Lower Marine Riser Package”, que debe ser descendido hasta la base del pozo petrolero dañado.
Como primer paso, BP utilizará robots submarinos para cortar a través de un tubo vertical dañado, para conseguir un corte limpio.
Después, el dispositivo de contención se colocará sobre la parte superior del corte limpio,y una nueva tubería llevará el petróleo capturado hasta un buque en la superficie.
Al menos 76 millones de litros se han derramado en el Golfo, afectando más de 110 kilómetros de la costa de Louisiana.
BP dijo que la operación nunca se ha realizado a una profundidad de 1.500 metros y advirtió que “la implementación correcta del sistema de contención no se puede asegurar”.
Doug Suttles, jefe de operaciones de BP, dijo que si esto funciona, se lograría capturar la mayor parte del derrame, pero no detenerlo por completo.
En respuesta a los llamamientos para que los militares de EE.UU. tomen la iniciativa, en lugar de BP, el almirante Mike Mullen, jefe del Estado Mayor Conjunto, dijo a medios estadounidenses que los militares no están tan bien equipados como la industria petrolera para hacer frente al derrame. La administración de Obama ha estado bajo una creciente presión para encontrar una manera de mitigar el impacto ambiental y económico en la zona del Golfo.
Fuente: BBC y Wikipedia.

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