Monólogo imaginario (con PPK como testigo)

Te juro que si alguien me decían que algún día ibas a estar lanzándote a la presidencia y que a menos de un mes ibas a ser la amenaza de pesos pesados como Toledo, Fujimori –no importa que sea la hija, igual es una Fujimori-, Castañeda –queriendo o no los años de alcalde algo de experiencia le dio- o de Humala no lo hubiese creído.
Peor aún, si me hubiesen dicho que tu público objetivo sería los jóvenes, que el mayor escenario de tu campaña sería el Facebook y las redes sociales; tampoco lo hubiese creído. Pero, ¿sabes qué PPK? No me extraña. No puedo restarle mérito a tu campaña por haber tomado de ejemplo lo que hizo Obama para las últimas elecciones presidenciales en USA (por ahí me dicen que hasta sorprendes con llamadas a tus potenciales votantes, que se escucha graciosa tu voz diciendo: “Hola, Soy PPK..”). Ni tú mismo puedes negar que, de algún modo u otro, todavía eres todo un american citizen.
No, PPK, de ninguna manera quiero ser uno de esos desesperados que te critican por eso. Yo no estoy en campaña y no me rasguña que tengas doble nacionalidad, en caso la tuvieses. Eso no me interesa. Total, si ya nos gobernó un japonés –tan venido a menos últimamente- ¿por qué no darle oportunidad a un gringo?
Lo que sí me preocupa es algo que quiero confesarte. A estas alturas del partido no sé quién eres. Es cierto que ahora has salido con tu esposa (otra gringa que pasaría de turista en Cuzco). No, PPK, no quiero ser irrespetuoso. No es necesario que me digas: No, ¡NO!, ¡NOOO!, ¡NOOOOOO!!! Lo único que quiero decir es… déjame explicártelo a mi manera.
Una vez acompañé a un amigo a que le hicieran una entrevista en TV. No serían más que unos minutos, me dijo y yo le creí. Lo que no esperaba es que antes de salir a la entrevista tuviera que pasar unos minutos maquillándose. Yo me reí porque con el maquillaje no lo reconocí. Era como otra persona. Y solo por unos minutos, que al final se hicieron media hora. Yo lo veía por el monitor mientras mi amigo hablaba y hablaba. Y sí, creo que la TV engorda. Pero creo que también transforma.
Y a ti la TV también te está transformando. Tú sabes a lo que me refiero, ¿no? (No, ¡NO!, ¡NOOO!, ¡NOOOOOO!!!) Has pasado de ser el afinado músico de violín, con muebles de madera de fondo, con dulces partituras al frente a ser un gringo simpático que le gusta bañarse en las playas limeñas, que le gusta comer en el mercado y que le gusta que le toquen la corneta, por decirlo de alguna manera. Ahora te gusta el chongo y le entras.
Pero en el fondo, quizá no tan en el fondo, sigues siendo el mismo conservador de siempre. Seguramente todavía piensas que la política económica debe seguir teniendo el enfoque macro antes que el de las pequeñas y medianas finanzas. Estoy casi convencido que todavía tienes la mentalidad de ministro de economía y eso está bien si quieres ser ministro de economía pero creo, a mi modo de ver las cosas, que no funciona si es que quieres ser Presidente.
Además, aunque has mostrado algo de correa, creo que todavía no has mostrado la capacidad para afrontar conflictos sociales. Nadie quiere un conflicto como los que hemos tenido pero siempre es bueno estar preparado. ¿Qué habrías hecho tú en el Baguazo por ejemplo?
Te dejo PPK y no te molestes. Solo te digo lo que te he dicho para que lo pienses. Para que lo tengas en cuenta.
Ciudadano Cínico

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