Tus derechos también son los míos

Hace unas horas un grupo de activistas del Movimiento Homosexual de Lima (MHOL) fue brutalmente atacado por miembros de la Policía Nacional mientras llevaban a cabo el acto simbólico “Besos contra la homofobia”. El video que el usuario Gio Infante ha colgado en su blog de La Mula es bastante explícito sobre la reacción de los policías pero también muestran ese toque provocador, desafiante y casi detonante que caracteriza a este tema tan en boga gracias a nuestros queridos candidatos presidenciales.

Y es precisamente por esto que, aunque me uno a las muestras de indignación y vergüenza (ajena y propia), creo que el MHOL se equivoca al presentar el tema frente a los actores secundarios: los policías. Aunque la lucha por la igualdad de los derechos civiles en el Perú es corta, en otras partes del mundo donde ya se han ido cosechando triunfos demandó un replanteamiento y viraje hacia el diálogo y la discusión.
Es cierto que los policías actuaron siguiendo órdenes de alguna cabeza mojigata que consideró que dos hombres o dos mujeres besándose en las escalinatas de la Catedral era poco más que un sacrilegio –en el caso de alguien del clero- o un delito –en el caso de alguna autoridad. Pero también es cierto que la intolerancia, el odio y la homofobia estaban encarnada en cada uno de los anónimos policías. Casi estoy tentado decir, a expensas de que me caiga tanto palo como a los manifestantes, que invitar a una perversión (del uso de la autoridad) es también una perversión.
Si algo podemos rescatar de la maquinaria marketera en la que parece haber caído el tema, repito gracias a nuestros candidatos presidenciales, es que el tema está en el centro de la discusión. Quizá para los candidatos solo sea una moda, un recurso político o el consejo de sus asesores, pero es evidente que va más allá de eso. Va más allá del matrimonio gay como quiere plantearlo la Iglesia, va más allá de la adopción de bebés y va más allá del orden natural de las cosas según Bambaren. Aquí lo único que se discute es sobre si realmente todos somos iguales ante la ley.
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