Antes debo decir que hablo de la La Teta Asustada y lo inconforme que me dejó.Como la gran mayoría de peruanos, el último domingo me la pasé viendo la ceremonia del Oscar con sentimientos encontrados. Eso que llaman identidad nacional (¿?) me hacía desear que, por algún azar de la vida, nos dieran el Oscar. Y discúlpenme si uso el plural, incluyéndome, pero es que zafarse del fenómeno “Teta” es inútil y da pereza.
Además está de moda.
Pero otra parte mía, la que vio la Teta por canal 2, sabía que lo del Oscar era como comprar humo. La película no es mala pero tampoco buena. Tiene algunos momentos memorables, pocos, casi ninguno: una es la primera escena del canto de la madre de Fausto y la aparición y desaparición en el encuadre de su hija, la otra es cuando Fausta camina por entre los arenales y de fondo se ven los cerros como si fuesen tetas. Ahí la fotografía es notable aunque no recuerdo que es lo que trasmitía esa escena. La otra es cuando el tío, completamente ebrio, intenta asfixiar a Fausta para mostrarle que en realidad si quiere vivir.
A parte de eso las actuaciones no se sostienen. Un riesgo del Proyecto Llosa que no se vio tanto en su anterior película: Madeinusa porque el peso dramático no recaía tanto en los personajes, permitiendo que la cámara registre con mayor libertad y movimiento. En la Teta, los actores intentan actuar pero es difícil pedirle a alguien que actúe como sí mismo. En esos casos hasta los diálogos más elaborados pueden perderse.
Detrás se mueve una historia que interesa pero que se pierde si no se muestra. Fausta parece andar en un monólogo cinematográfico porque los otros personajes callan para que Fausta siga en silencio, no digan nada.
O digan de más como el tío que de pronto suelta la historia de la teta asustada.
Había escuchado algunos comentarios sobre la película. A favor y en contra. A favor porque apelaban al carisma de Magaly Solier, a las actuaciones (¿?) de los pobladores de Manchay. En contra porque la sentían discriminatoria, burlona de las costumbres populares y con una visión apitucada.
Igual me sigo preguntando como es que llegó incluso a ser nominada.
Felizmente no vi nada de eso pero no me hubiese extrañado encontrarlo porque Madeinusa se construyó en base a una mirada excesivamente prejuiciosa que, si bien responde al personaje, no fue más allá de él.