Perú > Apurímac > Cotabambas > Tambobamba, 22 de enero de 2012

Apreciado Alex,

Desde un “Espacio” transmutado ya en “Lugar” de nuestro amado Perú, y contemplando los largos días de verano, con lluvias intensas, característico de los Andes peruanos, deseo que siempre, con el espíritu crítico y autocrítico de un buen profesional y ser humano, estés gozando de un invierno diferente, pero provechoso, en Portugal.

Pretendo, con la presente misiva, compartir contigo algunas inquietudes personales que hoy se me vienen a la mente.

“…He realizado mi mejor aprendizaje en Europa…” era la frase con la que empezaba uno de sus mejores libros, el único Amauta que ha tenido el Perú, José Carlos Mariátegui. No puedo sino recordarte, en este momento, que tu actual ubicación geográfica es la que en algún tiempo pasado, no muy lejano, fue para el Amauta, la fuente de conocimiento fundamental para apostar por el entendimiento y la construcción de un Perú, una Latinoamérica y un planeta diferente. Deseo también que tu mejor aprendizaje sea en Europa, pero enriquecida con la praxis del entendimiento de la realidad peruana para poder transformarla orientada al beneficio de las enormes mayorías.

En los últimos años, producto de mis inesperadas pero constantes visitas a muchas comunidades campesinas de casi la mitad del país, no puedo evitar caer en profundas e interminables cavilaciones acerca de la realidad peruana que interpretó Mariátegui y el estado actual de las mismas. En pleno siglo XXI, es imposible negar que muchas de sus interpretaciones sean tan actuales como el tiempo en que las escribió.

No obstante, es importante precisar, que la apropiación del plusvalor, en la actualidad, es más intensa, rápida y tremendamente superior en términos cuantitativos y cualitativos. Desde la Geografía, y con ayuda de la sociología, la interpretación es, sin duda, más rica; pero a la vez, tremendamente triste.

Quiero comentarte que producto de mis intensas lecturas, vivencias propias y experiencias vividas y compartidas, evidencié que el Perú asiste a un proceso paulatino, pero certero, de exterminio de las comunidades campesinas como organización socio-territorial. La desterritorialización de los comuneros, respecto de su comunidad, es el punto de origen de este proceso. Lograr que los “lugares” involucionen y sean nuevamente, únicamente, “espacios” es uno de los objetivos a los que orienta este proceso y lo que permitiría la disolución de las comunidades campesinas.

No es ilógico suponer que el exterminio de las comunidades campesinas, trae consigo el exterminio de las formas y modos de producción campesina, el exterminio de la cultura andina, el exterminio de lo que Milton Santos llamaba “la primera naturaleza”, el exterminio de una clase social definida y concretamente el exterminio de la identidad peruana. Explicarse quienes y con qué objetivos están detrás de este proceso, no toma mucho tiempo meditarlo y sé que tú, al igual que yo, lo sabes perfectamente.

No te escribiría esta carta si supiera que tu interés se aleja de esta orientación. Quizá te preguntes y que puedo o qué podemos hacer? Sencillamente quisiera que desde tu nueva ubicación, aunque temporal, me ayudes a construir una interpretación más amplia desde la Geografía. Esto será posible si logras ubicar, revisar y enviar publicaciones, bibliografías o estudios que desde la Geografía expliquen dos conceptos: ciudadano y campesino.

Es la primera vez que visito los “lugares” de Arguedas; te escribo desde ellas, y aunque estoy de paso por estas comunidades que me invitaron a re-meditar el tema por el avanzado proceso de desterritorialización en el que se encuentran, creo que evitar la involución del espacio o su conversión en un No Lugar, es posible, pero está en pocas mentes poder conseguirlo. Urge reterritorializar las comunidades campesinas.

Un abrazo,
John James Beraún Chaca

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