Casi todos hemos escuchado que los celulares, las antenas y cosas que emiten ondas electromagnéticas causan cáncer, son nocivas para la salud y que ocasionan un sinnúmero de problemas en nuestro organismo. Ello se ha vuelto prácticamente un rumor urbano tan impactante que la gran mayoría está convencida de eso, incluso la prensa, sin el menor cuidado y sin la certeza que merece el caso ha emitido opiniones que han contribuido a que la gente tenga pánico y horror al uso de los celulares, pero sobretodo a la instalación de antenas cerca o lejos de sus hogares. Obviamente, frente a las opiniones vertidas por personas que supuestamente podrían saber del tema porque gozan de alguna embestidura pública, reputación pública o porque lo escucharon en radio o lo vieron en televisión, ocasiona el apoyo de la gente y el repudio ante cualquier cosa que le presentemos como malo. Alguien dijo alguna vez que las radiaciones electromagnéticas son malas y hacen daño, pero nunca dijo por qué. Si preguntamos a alguien que afirme ¿por qué, cuándo y cómo produce daño?, probablemente le pongamos en serios apuros.

Para empezar diremos que las ondas electromagnéticas siempre han existido en el medio ambiente de manera natural o producida por artefactos electromagnéticos, es decir, pueden estar en forma libre en el medio ambiente o en condiciones controladas, como en un horno microondas, por ejemplo. Éstas no representan peligro alguno para la salud humana. Sin embargo, si las ondas electromagnéticas se encuentran en un rango por encima de lo permisible o están demasiado cerca a nuestro organismo podrían provocar problemas.

Allí está el dilema, hay estudios que concluyen diciendo que las ondas electromagnéticas emitidas por los celulares se encuentran en un rango que no representan peligro para las personas. Sin embargo, también existen estudios que concluyen afirmando que el uso del celular es potencialmente peligroso para la salud, o por lo menos sugiriendo que no se puede aseverar que el celular no represente riesgo para los usuarios. Pero aclaremos que las ondas electromagnéticas no todas son iguales.

Existen dos tipos de ondas electromagnéticas, las ondas electromagnéticas ionizantes y las no ionizantes. Un aparato que emita ondas electromagnéticas ionizantes son los hornos microondas o los artefactos de emisión de rayos X. Es decir que cuando uno se rompe la pierna y le sacan su placa utilizando rayos X, se ha expuesto a una radiación de ondas ionizantes. Es verdad que las ondas electromagnéticas ionizantes debido a la pequeña longitud de ondas que tiene aunque no esté radiando su máxima potencia, van a generar daño a la salud porque rompen con la energía enorme que tienen estas ondas concentradas y rompen los enlaces químicos de los seres humanos. Pero si nos exponemos a dichas radiaciones cuando nos sacan una placa en un hospital, se lo hace implícitamente a sabiendas de que nos pueda causar daño, pero a un tiempo tal que supera el periodo de vida normal. Por ejemplo, las células de nuestro cuerpo podrían empezar a degenerarse a causa de estas ondas ionizantes, pero cuando hayamos cumplido los ciento veinte o ciento cuarenta años. Eso quiere decir que se permite la utilización de estos rayos porque cuando nos cause un daño real, ya no estaremos vivos. Estas ondas ionizantes son las que comienzan muy por encima de las microondas, que están en la banda de infrarrojo, en la banda rayos X, en las bandas ultravioletas, en las bandas de gamma y en otras bandas más elevadas; son las que la longitud de ella se mide en nanómetro y el nanómetro es la billonésima parte de un metro.

Las ondas no ionizantes, son aquellas utilizadas por los celulares y las antenas de repetición, a diferencia de las ionizantes, aquéllas andan en el orden de longitudes de ondas milimétricas, por tanto, estamos ya hablando de parte del metro relativamente más grande. Y por lo tanto son incapaces de producir ruptura de enlaces químicos. Ello quiere decir que no se causa ni remotamente ningún daño a la salud. Esto, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud y la Unión Internacional de las Telecomunicaciones. Entiéndase que no existe ni aquí ni en la China algún dispositivo de radiación ionizante que emita señal para celulares o internet. Las antenas de celular, radio y televisión emiten ondas electromagnéticas NO IONIZANTES.

Sin embargo, debemos entender algo. Se conoce por un sentido común que el exceso nunca es bueno; por ello, existen límites máximos permisibles, los cuales son aprobados por organizaciones tanto nacionales como extranjeras que protegen la salud y el bienestar, acorde con el desarrollo de las telecomunicaciones y el avance tecnológico responsable. En ese sentido, para que se pueda instalar un aparato de emisión de ondas electromagnéticas no ionizantes, el Ministerio de Transportes y Comunicaciones posee unos parámetros a los que se tienen que ajustar obligatoriamente todas las empresas que producen y utilizan estos dispositivos, porque manteniendo un rango se evitaría cualquier problema de salud. Ello sólo por precaución, pero no porque se haya probado que cause daño.

Por otro lado, tenemos un parangón. Se solicita calidad a las empresas, se solicita que nos puedan brindar mejor cobertura y señal hasta en la punta del cerro o en el abismo más profundo. Pero cuando la empresa quiere instalar su antena para poder cumplir con ese objetivo, resulta que se ponen en contra y lo impiden, y a lo mejor, sin haber tenido la ocasión de poder determinar o probar si es correcto lo que defienden.

Supongo que si queremos un ambiente sano y una salud a largo plazo (que es un derecho de toda persona) debemos exigirla de todas maneras, pero de un modo correcto y habiendo vencido todos los medios de prueba que afirmen los rumores, porque finalmente podríamos ser perjudicados en lugar de estar ayudándonos. Hay una regla de oro: No creas todo lo que te vendan para que puedan vender.

Casualmente, leyendo en Internet, me topé con un artículo que afirmaba que las ondas electromagnéticas de los celulares y las antenas causaban daño, pero en ninguna parte del texto confirma sino rumores y estudios inconclusos que suponen que el exceso puede ser perjudicial, algo así como que, cuando yo bebo demasiado me puedo alcoholizar o si estoy mucho tiempo en el agua fría me da hipotermia o si estoy mucho tiempo en la computadora me vuelvo corto de vista, etc. Etc. Resulta que el artículo promocionaba más abajo un producto que supuestamente aísla y bloquea las ondas electromagnéticas no ionizantes.

O sea que, siempre el exceso va a causar daño. Por esa razón, no debemos andar mucho tiempo con el celular (a ver si pueden), y procuren exigir al Ministerio de Transportes y Comunicaciones no la desinstalación de las antenas, porque de alguna manera siempre nos van a servir, más bien exijan que cada instalación cumpla con los límites máximos permitidos por las organizaciones mundiales de protección de la salud. Ojo, el Osiptel no tiene intromisión en este tema, el tema escapa completamente de sus funciones.

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Antenas y ondas electromagnéticas

2 thoughts on “Antenas y ondas electromagnéticas

  • 28 mayo, 2013 a las 6:44 pm
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    BUENAS TARDES.

    Me llamo Hugo enrique Lobato Ysla, tengo 38 años soy de la ciudad de Lima – Perú. Me detectaron cáncer a la ingle de la pierna derecha, mi doctor oncólogo y mi cirujano oncólogo me recomendaron mudarme pues vivía a solamente 10 metros de una antena de celular, tuve 05 tumores. De las cuales 04 fueron benignas y 01 maligna, y recibí 35 sesiones de radioterapia. Tuve las posibilidades de mudarme pasaron un año y en mis últimos exámenes (resonancia de la toda la pierna derecha, tomografía y Toma de Muestras de sangre) Salgo como se dice limpio, les escribo, el presente e-mail que les envió, es porque me gustaría que me envié toda la información acerca de los peligros de las antenas de celular, para poderme documentar bien y aquí en el Perú, comenzar mi lucha en contra de las Antenas de Celular.

    Me despido con un cordial saludo a la distancia y esperando que por favor me envíen a este mí correo todos la informacion que tengan

    Atentamente

    HUGO LOBATO YSLA

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  • 2 marzo, 2014 a las 3:18 am
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    Son dañinas por que alteran el funcionamiento normal del cerebro, generan afecciones cardiovasculares, dificultad para razonar con claridad y pueden ser utilizadas por las telecomunicaciones o los gobiernos para cambiar la psique normal del cerebro e implantar mensajes subliminales y permitir que el proceso del habla pueda interpretarse aún antes de producir sonidos lo cual puede ser captado por aparatos especiales que amplifican y difuminan en el espectro de bajas frecuencias. Estoy en total disponibilidad de comprobarlo.

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