La semana pasada fui invitada a un taller sobre las Competencias en la Educación Superior organizado por la Dirección de Asuntos Académicos. En este taller participé en una mesa de trabajo que abordó el tema de la evaluación de competencias. Esta mesa estuvo dirigida por el Dr. Ricardo García, de la Universidad de Temuco. Fue una experiencia muy interesante y enriquecedora.
En el caso de ingeniería civil, las competencias abarcan un amplio espectro y están definidas en el perfil del egresado. En algunos casos, los alumnos son evaluados a lo largo de la carrera para monitorear el avance en el logro de estas competencias. Por ejemplo, la adquisición de conocimientos para la aplicación de las herramientas de ciencias básicas e ingeniería es un proceso rígido establecido en un programa en donde el alumno tiene que aprobar los cursos previos para poder avanzar. En otros casos, las competencias se evalúan al final de la carrera. Este es el caso de las capacidades de comunicación oral y escrita.
Si bien es cierto que el examen de ingreso garantiza que el alumno tiene conocimientos básicos y habilidades mínimas indispensables de comunicación al menos escrita, esta situación no se mantiene a lo largo de los estudios. El alumno lleva un curso de redacción en el primer año y luego en algunos pocos cursos posteriores se le exige redactar informes y a hacer presentaciones orales. Aun en estos casos no se produce una evaluación concreta de estas capacidades. Tal como se indica en los cuadernillos de exámenes, la propiedad gramatical y la presentación solo influye en la calificación. El puntaje de la evaluación, de 0 a 20, está completo con las preguntas enfocadas en averiguar si el alumno ha asimilado los conceptos y sabe utilizar las herramientas mostradas en clase. Es recién al final de los estudios, en los cursos de Proyecto de Fin de Carrera 1 y 2 en donde el alumno para aprobar el curso, debe presentar su trabajo en un póster científico y oralmente con el uso de su diapositivas. Estas presentaciones son evaluadas por los profesores del Departamento y por sus compañeros yrepresenta aproximadamente un 10% de la calificación final.
Lamentablemente, hay muchos casos en donde las competencias de comunicación oral y escrita no se logran y los alumnos egresan con carencias en la comunicación. Estas carencias salen a la luz en el ámbito profesional, a la hora de escribir un mensaje de correo electrónico, un informe o tener una presentación. Esta falta también es evidente cuando los alumnos prosiguen sus estudios y son evaluados en las Escuelas de Posgrado.
Considero que para mejorar esta asituación se debe evaluar las capacidades de comunicación a todo lo largo de la carrera. Se dice que no hay nada más desmotivador que el que nadie evalúe lo que haces (ver siguiente video). La evaluación real de estas capacidades a lo largo de los cursos motivaría al alumno a elaborar sus informes y a sustentar sus resultados con mayor claridad y síntesis. Esto permitiría incrementar progresivamente las capacidades de comunicación oral y escrita y hacia el final de la carrera y el alumno se vería con mejores herramientas para enfrentar los retos de sus proyectos de fin de carrera y lo que venga después.