Perú: El Ciam y la agenda Amazónica 2011-2016

Por Roger Rumrrill

Los acuerdos y sobre todo los debates que han tenido lugar en la reunión del Consejo Interregional Amazónico (CIAM), en Tarapoto, entre el 4 y 6 de este mes, es el trazo de una suerte de hoja de ruta que seguirán los cinco gobiernos regionales amazónicos- Madre de Dios, Amazonas, Loreto, San Martín y Ucayali, en el quinquenio del 2011-2011 con el nuevo gobierno nacional que será elegido el 5 de junio próximo. El CIAM fue creado en el año 2007 por los gobiernos regionales amazónicos y sus líderes con el concurso del Consejo Nacional del Ambiente (CONAM), presidido en ese entonces por Manuel Bernales Alvarado.

En principio y a tono con las megatendencias globales, los cinco gobiernos subnacionales de la Amzonía se proponen iniciar la construcción de una economía verde. Luego, coinciden en que una de las prioridades fundamentales de su gestión será el combate a la pobreza y para ello, se desprende de los discursos y documentos, será necesario elevar el nivel de la competitividad en todo el sistema económico, la administración y los servicios.

Aunque los presidentes regionales no lo han dicho ya sea por temor a la vindicta pública de la prensa mercenaria o porque no creen que hay que tocar el modelo neoliberal vigente, para construir una economía verde, superar las tasas de pobreza haitianas sobre todo en el medio rural y lograr niveles de competitividad tendrán irremediablemente que hacer cambios no cosméticos sino de fondo en el actual sistema extractivo-mercantil o primario exportador.

Porque construir una economía verde en la Amazonía implica, desde el Estado soberano y toda la sociedad, reformular, corregir, reorientar y cambiar la economía extractiva en base a los recursos naturales que ahora controla el gran capital, incluso a sangre y fuego, a lo largo y ancho del planeta, en América Latina y la cuenca amazónica. Alan García ha sido un peón eficiente de este “modelo” depredador y destructor que ahora amenaza la Amazonía y a sus habitantes, en particular a los pueblos indígenas.

La corrupción que infesta el aparato público, la asimétrica e injusta distribución del canon petrolero y otros recursos, la inversión orientada al “obrismo” en desmedro del gasto en Educación y ciencia y tecnología y salud, una administración pública ineficiente e incompetente -con algunas excepciones- son males endémicos que tendrían que ser superados para eliminar la pobreza y alcanzar la competitividad deseable para el desarrollo sostenible.

En todo caso hay que otorgarles el beneficio de la duda a los presidentes de Amazonas, José Arista Arbildo, de San Martín, César Villanueva Arévalo (presidente reelecto), a Iván Vásquez Valera, también reelecto por Loreto, a Jorge Velásquez Portocarrero, reelecto por Ucayali (ausente de la cita) y a Luis Aguirre Pastor, el presidente de Madre de Dios, otro de los ausentes de la reunión tarapotina.

Porque si estos gobiernos subnacionales de la Amazonía consiguen por lo menos en parte sus objetivos, mano a mano con el gobierno nacional que se instalará el próximo 28 de julio, estarían sentando las bases de una Macrorregión Amazónica y contribuyendo a la formulación y a la construcción de un Proyecto Nacional desde la Amazonía en el siglo XXI.

Fuente: Diario La Primera

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