Perú: Escopeta de dos cañones en el museo

Por Augusto Álvarez Rodrich

¿Realmente quiere hacerlo el presidente García?

Mario Vargas Llosa advirtió que la comisión del Museo de la Memoria no enfrenta condiciones fáciles por la oposición de sectores vinculados a la violación de derechos humanos, y un medio que se opone al proyecto le preguntó si la quería fácil. Es obvio que sencillo no va a ser, pero sería útil saber, cuanto antes, dónde se ubica el presidente Alan García en este debate.

“La comisión está trabajando en condiciones no fáciles porque hay mucha hostilidad, sobre todo de los sectores más recalcitrantes que estuvieron vinculados a las matanzas: ellos no quieren que se documente algo que preferirían que el Perú olvide”, dijo Vargas Llosa en Madrid.

El proyecto tuvo un primer obstáculo relevante cuando el gobierno, a través del entonces ministro de Defensa Ántero Flores Aráoz, rechazó la donación del gobierno alemán para su realización, señalando que el país tenía otras prioridades.

Eso dio lugar a muchas críticas. La más significativa, por su prestigio internacional, fue la de Vargas Llosa, lo que hizo recapacitar al presidente Alan García y pedirle al escritor que lidere una comisión para dicho fin integrada, además, por Salomón Lerner Febres, monseñor Luis Bambarén, Enrique Bernales, Fernando de Szyszlo, Frederick Cooper y Juan Manuel Ossio.

Desde entonces, crecieron las hostilidades contra el proyecto, incluyendo desde una campaña periodística de al menos tres diarios y comentaristas de otros medios, hasta amenazas de muerte al ex presidente de la CVR diciéndole que morirá igual que sus dos perros envenenados unos días antes.

La campaña también incluye expresiones públicas de miembros de muy alto rango del propio gobierno que –en teoría– le ha dado luz verde al proyecto de Museo de la Memoria. Empezando por el vicepresidente Luis Giampietri, de quien se podría decir, sin embargo, que por no tener un puesto de línea en el Ejecutivo –aunque él discrepe de eso– no tiene que compartir necesariamente el punto de vista de la administración.

Pero cuando se suman a la campaña el ministro Rafael Rey o el presidente del Comando Conjunto de las FF.AA., el general Francisco Contreras, surge la sospecha legítima de si el presidente García está realmente a favor de la realización del museo, como lo sugiere la designación de la comisión presidida por Vargas Llosa, o si esto solo fue un ‘engañamuchachos’ para sortear el desprestigio, como lo sugieren las declaraciones del actual ministro de Defensa, sin que estas encuentren una aclaración indubitable por parte del propio gobierno. Por ello, sería oportuno un comentario del jefe de Estado para saber dónde se ubica él en todo esto.

Fuente: La República

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