Hace cinco días, el Ejecutivo declaró de “necesidad e interés nacional” el desarrollo del Lote 67 en Loreto.
Fuentes oficiales señalaron que con esta medida se busca alcanzar la independencia energética al utilizar el petróleo pesado como fuente energética.
Tras reunirse con García en Palacio de Gobierno, el presidente de la empresa anglo-grancesa Perenco, Francois Perrodo, señaló que su proyecto petrolero, ubicado en una zona habitada al menos por 2 de los últimos pueblos indígenas no contactados, retrasará un poco su inicio.
En tanto, los manifestantes indígenas que bloquean el río Napo por la paralización amazónica desde el 9 de abril, denunciaron que dos barcos, uno de ellos perteneciente a Perenco, lograron atravesar dicho bloqueo después de disparar tres tiros a los indígenas que fueron tras ellos.
El presidente de la Federación de las Comunidades del Curaray (FECONCU) Beltrán Sandi, denunció en la emisora La Voz de la Selva que esta acción se produjo para permitir el paso de tres embarcaciones de Perenco. “Nos sentimos burlados en nuestros derechos, la indignación es fuerte, todos estamos indignados”, declaró el líder indígena.
De otro lado, la ONG Survival instó a la empresa a que abandone el proyecto, ya que los indígenas aislados que viven en el área, conocida como el Lote 67, podrían ser diezmados.
“Mientras que García y Perrodo se estrechan la mano y alcancen acuerdos de miles de millones de dólares, a cientos de kilómetros los indígenas protestan contra el Gobierno y la invasión de sus territorios a manos de las empresas”, señaló Survival.
Fuente: Sevindi