Hilaria Supa, la discriminación y la Nación

Por Manuel Rodríguez Cuadros

El Perú en su constitución republicana es un país de mestizos. De mestizos con ascendencia indígena en su gran mayoría, y de mestizos de ascendencia europea en ostensible minoría. Es una sociedad multiétnica y pluricultural. Y ésa es su riqueza demográfica. Manuel González Prada burlándose de quienes en el siglo XIX se creían distintos al mestizaje, escribió en un triolet: “Aquí yace Carlos Oblongo/ de pura estirpe latina, su padre vino del Congo/ su madre nació en la China”. Sus versos reflejan antes que el racismo el drama de la esquizofrenia cultural de los mestizos racistas de la época.

Quienes construyeron Machu Picchu o elaboraron el calendario astronómico-agrícola conocido como “Líneas de Nasca”, en enorme expresión de sabiduría, ciencia y desarrollo tecnológico, están más cerca de Hilaria Supa que de quienes vieron estirpe latina en Carlos Oblongo. Eso nunca hay que olvidarlo.

Uno de los componentes más oprobiosos del problema peruano ha sido y es el racismo y la discriminación de unos mestizos privilegiados por el poder, la economía y la educación sobre la gran mayoría de mestizos que desde el hecho colonial y más aún con la república han sido marginados, discriminados, excluidos y agredidos cotidianamente por la xenofobia.

Ésta es una de las heridas de nacimiento de la sociedad peruana, aún no saldada y menos sanada. Y es al mismo tiempo uno de los puntos más trascendentes de la agenda democrática de nuestros días: acabar con la discriminación racial, terminar con la xenofobia, liquidar la exclusión.

Los peruanos y peruanas y especialmente quienes creemos en las libertades, los derechos, la democracia y la solidaridad social como ethos colectivo de la nacionalidad, tenemos la tarea y el desafío de cancelar el hecho hiriente que la pobreza se herede en el Perú y que tenga rostro étnico y cultural.

Con un titular propio del siglo XVI -con la indulgencia de las leyes de indias- el diario “Correo” ha puesto en el tapete nuevamente la cuestión esencial del racismo y la xenofobia en la sociedad peruana del siglo XXI.

Hilaria Supa además de congresista en toda su dignidad y capacidad, pertenece a una minoría bilingüe del Perú. A un sector de la sociedad que tiene la fortaleza cultural de hablar dos idiomas. La mayoría sólo habla el español, por la precariedad del sistema educativo.

Pero Hilaria Supa, además de hablar dos idiomas, tiene la riqueza cultural de haberse socializado en el quechua como lengua materna y haber aprendido el español como segunda lengua. Esta destreza le otorga capacidades privilegiadas para comprender la realidad nacional y representar con orgullo, dignidad y eficiencia a millones de bilingües quechuahablantes que cargan en su pobreza el peso acumulado de más de quinientos años de discriminación.

Hay que pensar en normas de acción positiva en la representación parlamentaria de las poblaciones originarias. En no una sino en muchas Hilarias Supa en el Congreso de la República.

Fuente: Diario La Primera

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Comentarios

  1. Luis Enrique escribió:

    Señores:

    1. En primer lugar mi solidaridad con la señora Supa, mujer campesina, ante una agresión que tiene la obvia intención de desacreditar al Congreso y a quien utilizan para tal fin. En realidad, no es que dichos periodistas ignoren lo que están haciendo. Lo saben muy bien porque lo que buscan es impactar en un determinado sector que, nos guste o no, va a asimilar el mensaje para las próximas elecciones.

    2. No nos engañemos: la idea que hay detrás de todo esto es que un importante sector de la población diga que “es mejor no votar por los partidos que tienen gente ignorante entre sus filas”. Eso con el claro objetivo de que prefieran a aquellos que incluyen gente blanca de alto nivel, en especial, aquellos formados en universidades extranjeras (los famosos yuppies de Harvard).

    3. ¿Ha tenido éxito? Pues seguro que sí, y mucho. Este tipo de imágenes, esta clase de tratamiento mediático, no es casual ni gratuito. Hay gente muy preparada que sabe que, una foto como ésta, es más efectiva que millones de artículos que pretendan decir lo mismo y que nadie los va a leer.

    4. El pueblo peruano es eminentemente ágrafo, más visual y oral que escrito, por eso este tipo de estrategias tienen mejores resultados. No olvidemos que las famosas “bolas” que circularon por Lima que decían que “si gana Humala van a matar a los homosexuales y van a sacar a todos los blanquitos del país” funcionaron mejor que los miles de spots y carteles publicitarios.

    5. Entonces, señores, no debemos subestimar este primer golpe bien dado y exitoso porque, desde ya, está ganando adeptos para los anti-humalistas, que son aquellos quienes odian la idea de que existan “cholos igualados” (y son más de lo que nosotros creemos; peor aún: en nuestro propio entorno familiar hay varios. Hagamos la prueba).

    6. Creo que es una primera muestra de cómo se debe manejar este tipo de campañas en el Perú, en vez de estar escuchando a asesores de imagen como la tal Toronja, quienes venden jugo de axila por el que cobran millones (y que no han logrado hacer ganar hasta ahora a ningún candidato). Si buscan estrategias sicosociales que funcionen pregunten más bien por los que están detrás del diario El Correo. Se ve que saben lo que hacen.

    Muchas gracias.

  2. Fedor Ortega POnce escribió:

    Recordemos que Ricardo Palma, racista por naturaleza, decía, entre otros, " que tambien habían clases llamadas no te conozco o algo así. El racismo es por el color y el sabor de la piel, que se superará en otros 500 años, mientras tanto existirán mujeres dignas como Hilaria.

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