Intolerancia, incultura y algo más


Por Augusto Álvarez Rodrich
alvarezrodrich@larepublica.com.pe

Sobre la coalición anti museo de la memoria

Mario Vargas Llosa escribió en su última columna sobre la decisión del gobierno de Alan García de no aceptar la donación alemana para construir el museo de la memoria, y de la justificación de Ántero Flores-Aráoz de que, mientras el Perú sea pobre, los museos no son una prioridad.
El escritor se preguntó cómo este ministro –que no es tonto ni de vocación autoritaria– puede decir esas “tonterías”, y responde que es por “dos cosas profundamente arraigadas en la clase política peruana y latinoamericana: la intolerancia y la incultura”. Concluye que si hubiera más museos en nuestros países, los políticos dirían o harían menos tonterías.

A la incultura y a la intolerancia como explicación –sin duda, acertada– de esas actitudes penosas se le podría agregar un tercer factor: el interés particular del opinante que lo induce a expresar tonterías ‘útiles’ para justificar su respaldo a necedades como el rechazo al museo y a la donación alemana.

Varios que han defendido esa posición no son precisamente incultos. Aunque no frecuentan museos peruanos, se jactan de haber estado en el Prado, el Louvre o el Vaticano. Pero una vez que les dan un poquito de poder, sienten que le deben pleitesía, hasta las últimas consecuencias, al soberano que los escogió. Y su vocación de renuncia es nula. Se van cuando los botan, no cuando deben hacer cosas en que no creen.

Podría ser el caso de Flores-Aráoz o el de otros miembros de la cofradía ministerial del gran seductor político que es Alan García. Por ejemplo, dos personas de ideología diferente pero que también llegaron a defender lo indefendible por el ánimo trepón y chupamedias que, lamentablemente, afecta a muchos políticos: Rafael Rey y el hoy premier Yehude Simon.

El interés particular se suele reforzar por la intolerancia, como le suele ocurrir al cardenal Juan Luis Cipriani, quien el sábado en su programa radial –que tiene poco de religión y mucho de política pura y dura a favor del fujimorismo, el gobierno y las fuerzas armadas– se lanzó contra el museo de la memoria con la tontería de una supuesta interferencia alemana en el Perú, además, por supuesto, de que la CVR propone ‘una verdad’ falsa porque, sencillamente, no es la suya.

El interés, además de la intolerancia y la incultura, explican esta coalición del fujimorismo, el aprismo, el cardenal y las fuerzas armadas. Mal vamos si ‘la verdad oficial’ la van a escribir los historiadores Alan García, Juan Luis Cipriani, Luis Giampietri, César Nakazaki, Edwin Donayre y Edgar Núñez. No estoy seguro de que, con más museos, esta gente va a cambiar. Pero, sin duda, la ciudadanía sí estará más preparada para protestar ante estas ‘tonterías’ de los gobiernos.

Fuente: www.larepublica.pe

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Comentarios

  1. alila escribió:

    Excelente, excelente!!! me gustaria colaborar, de alguna manera, con gente tan batalladora por lo nuestro. Un abrazo suramericano, alicia

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