El Chicle: Una Fuente Oculta de Microplásticos y Contaminación Ambiental

[Visto: 60 veces]

El plástico está en todas partes. Desde utensilios de cocina hasta prendas de vestir, muchos productos de uso diario liberan diminutas partículas de plástico llamadas microplásticos. Ahora, un nuevo estudio de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) ha revelado una fuente inesperada de estos contaminantes: los chicles.

Microplásticos en la Saliva por Mascar Chicle

Investigadores de UCLA descubrieron que al masticar chicle se liberan en la saliva cientos a miles de microplásticos por trozo, que luego pueden ser ingeridos. Este hallazgo, presentado en la reunión de la American Chemical Society (ACS), añade otra preocupación sobre la exposición humana a estas partículas.

Sanjay Mohanty, investigador principal del estudio, señaló que aunque no buscan generar alarma, diversos estudios han indicado que los microplásticos pueden ser perjudiciales para la salud. Ante la falta de conclusiones definitivas, recomienda reducir la exposición a estos materiales.

Chicle: Un Producto Común Pero Poco Estudiado

A pesar de su popularidad global, el chicle no había sido investigado en profundidad como fuente de microplásticos. Se estima que cada persona consume miles de estas partículas al año a través de alimentos, envases plásticos y otros medios. Sin embargo, la contribución del chicle a esta ingesta no se había cuantificado hasta ahora.

El equipo de UCLA analizó siete marcas distintas de chicles, tanto naturales como sintéticos. Mientras que los chicles naturales emplean polímeros vegetales como la savia de árbol, los sintéticos utilizan derivados del petróleo.

Resultados del Estudio: Miles de Microplásticos por Chicle

Para reducir variables humanas en el experimento, una única persona mascó siete chicles de cada marca en distintas pruebas. En una de ellas, se tomaron muestras de saliva cada 30 segundos durante cuatro minutos. En otra, las muestras se recogieron a lo largo de 20 minutos.

Los resultados revelaron que en promedio se liberaban 100 microplásticos por gramo de chicle. Sin embargo, algunos chicles liberaban hasta 600 partículas por gramo. Dado que un chicle pesa entre 2 y 6 gramos, uno grande podría liberar hasta 3.000 partículas de plástico. Se estima que una persona que mastica entre 160 y 180 chicles pequeños al año podría ingerir hasta 30.000 microplásticos anualmente.

Sorprendentemente, tanto los chicles sintéticos como los naturales liberaban cantidades similares de microplásticos. Además, contenían los mismos polímeros, incluyendo poliolefinas, tereftalatos de polietileno, poliacrilamidas y poliestirenos. Las poliolefinas, grupo que incluye el polietileno y el polipropileno, eran los plásticos más abundantes.

Mayor Liberación en los Primeros Minutos

El estudio reveló que la mayor parte de los microplásticos se liberan en los primeros dos minutos de masticación. Tras ocho minutos, el 94% de las partículas de plástico ya se habían desprendido. En base a esto, los investigadores sugieren que prolongar la masticación de un chicle es preferible a comenzar uno nuevo.

El análisis del equipo de UCLA se centró en partículas de al menos 20 micrómetros de ancho, debido a las limitaciones de los instrumentos empleados. Sin embargo, es probable que existan partículas aún más pequeñas que no fueron detectadas.

Contaminación Ambiental por Chicles Usados

El impacto ambiental de los chicles usados también es preocupante. Estos residuos son una fuente adicional de contaminación plástica cuando se desechan inadecuadamente en calles, paredes o parques. Al degradarse, los chicles pueden liberar más microplásticos en el entorno, contribuyendo a la contaminación ambiental.

Necesidad de Nuevas Investigaciones

Los investigadores enfatizan que se requieren estudios adicionales para evaluar la liberación de plásticos de menor tamaño y sus efectos en la salud. Mientras tanto, Mohanty recomienda ser conscientes del impacto del chicle y desecharlo de manera responsable.

El hallazgo de microplásticos en los chicles agrega otra dimensión a la preocupación global por la contaminación plástica. Aunque los efectos de estos contaminantes en la salud aún están en estudio, reducir la exposición a los microplásticos es una medida prudente. Asimismo, el manejo adecuado de los chicles usados es esencial para mitigar su impacto ambiental.

Puntuación: 0 / Votos: 0

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *