La letra de una canción, de cualquier género, tiene mucho que decirnos. A veces, nos quedamos en el primer nivel del mensaje que leemos o escuchamos en la canción. Por ejemplo, una canción puede consistir, en términos generales, en una declaración de amor y admiración de un hijo hacia su padre. Sin embargo, quedarnos en este nivel de la letra limita nuestro reconocimiento de una serie de peculiaridades del texto en tanto composición lírica. Al respecto, el pensamiento crítico nos lleva a plantearnos más preguntas sobre la letra de esa canción. De este modo, accederemos no necesariamente a una suerte de «mensaje oculto» (que, como tal, poco importaría para nuestro tipo de análisis), sino a la experiencia misma de abordar un texto lírico-musical como un tejido complejo de relaciones internas cuyo reconocimiento nos puede dar luces sobre la sociedad que la produjo.
Un error bastante común al abordar el análisis de una canción compleja es hacerlo como si se tratase de, digamos, una adivinanza. De hecho, una adivinanza podría ser «resuelta». Pero, siguiendo un plan analítico mucho más profundo, también puede ser analizada críticamente desde su propia composición textual. Por ejemplo, podríamos analizar sus partes temáticas, la relación entre su estructura y su desarrollo textual, los tipos de palabras que la componen y relaciones entre ellos, imaginarios sociales que se manifiestan en el texto mismo de la adivinanza, oposiciones internas, entre otros. Aquí ya estamos pensando críticamente esta simple adivinanza (que, a estas alturas, quizás ya dejó de ser «simple»). Pues bien, algo similar podemos hacer con una canción. Pero más: podemos, por ejemplo, identificar su estructura métrica y rítmica; la presencia/ausencia de coro; relaciones entre estrofas, coro y estribillos; universos y atmósferas (re)creados a partir de connotaciones léxicas; originalidad en el uso de imágenes y en la propuesta sintáctica; construcción de la voz lírica y de los demás personajes; perspectiva desde la cual se «mira» el universo retratado; peculiaridades de los espacios y los tiempos de la canción… y así. Como vemos, analizar críticamente una canción deviene en un proceso complejo de identificación y revelación. Y toda la canción se convierte, a la luz de nuestro análisis, en un universo comunicativo conectado con los imaginarios sociales de la sociedad en la que ella es producida (circunstancias de la producción) y en la que es difundida (circunstancias de la recepción).
El curso Representando realidades a través de las letras de canciones aplica, de este modo, el pensamiento crítico para abordar una canción. Pero este acercamiento al texto lírico-musical no busca simplemente «hallar» algún mensaje en la canción sino, a través de la canción como producto cultural, acceder a distintas realidades, tanto las que pudieron haber creado estas canciones como las que las consumen. Para lograr esto, debemos seguir cierta metodología basada en el planteamiento de preguntas claves y en el reconocimiento de una serie de detalles estructurales, sintácticos, léxicos y comunicacionales. Sin embargo, esta metodología no es estática: debe ser actualizada en cada análisis y respondiendo a las características de cada composición (por ejemplo, la relación que se establece entre su letra y su música). Así, escuchar una canción deja de ser una experiencia basada en la singularidad de un tema y pasa a convertirse en una ocasión para conectar lirismo, música y realidades sociales.
Elaborado por Christian Estrada Ugarte