
La experiencia universitaria supone un acercamiento constante a problemas de diversa índole. De hecho, los cursos universitarios nos brindan herramientas para abordar un problema de la mejor manera sobre la base de enfoques disciplinarios distintos y con un manejo de fuentes pertinentes para cada tema abordado. Para que este ejercicio analítico sea llevado a cabo con eficacia, debemos seguir una serie de pasos que nos encaminen óptimamente hacia una comprensión cabal del problema por resolver: para abordar una posible solución, primero debemos comprender el problema, contextualizarlo correctamente e identificar sus ramificaciones.