Informáticos con sólo un guiño

Un sistema de lectura de la pupila permite a las personas con discapacidad dirigir el puntero de un ratón con la mirada.

Como si el ordenador leyera la mente. Ya no es necesario hacer clic con el ratón, o ni siquiera pronunciar en voz alta las órdenes. Basta con dirigir la mirada a lo largo de la pantalla para que la computadora siga nuestras instrucciones mudas. El diseñador de la aplicación informática que hace posible este uso, Pedro Palomo, decidió desarrollar la iniciativa al ver que “había personas que sólo tenían acceso al ordenador a través del movimiento de los ojos”. Las personas con discapacidad serán las principales beneficiarias de la herramienta y, por eso, el medallista paraolímpico Santiago Pesquera fue el encargado de presentar en público el modo de funcionar del nuevo invento. Pesquera puso en marcha ayer los dos ordenadores que Aspace Navarra ha adquirido para el centro Ramón y Cajal de Cizur Menor y para su sede de Pamplona, a la que facilitarán el acceso a quienes necesiten utilizar la herramienta.

“Suena a película”, aseguró Santiago Pesquera, “pero cuando lo conoces te das cuenta de que no es para tanto”. El joven lleva dos años trabajando como informático y se encuentra familiarizado con el programa, por lo que puede compararlo con otras aplicaciones que ha empleado. “Antes utilizaba un casco que tenía sujeto en la frente un palito con el que manejaba la pantalla, pero me obligaba a estar en una postura que cansa mucho”.

Tal y como explica Pedro Palomo, la tecnología en sí misma no es tan complicada. Explicado de manera sencilla, “consiste en una cámara que lee la pupila y devuelve la imagen al ordenador. Allí, el punto en el que se fija la mirada se traduce en coordenadas para el ratón, que se dirige allí”. El aparato es un dispositivo alargado que se coloca frente al teclado. En él está insertada una cámara que busca la mirada del usuario, y a ambos lados de ésta se encuentran dos paneles que proyectan luz hacia los ojos, de manera que sea más fácil para el ordenador detectarlos. A partir de ahí, basta con dirigir la mirada a un punto de la pantalla para que el puntero del ratón la siga y, a la hora de hacer clic, caben dos opciones: dejar la mirada fija durante unos segundos o parpadear.

El programa puede salvar las barreras de las personas con discapacidad para comunicarse porque una de sus aplicaciones consiste en un panel con símbolos (de comida, bebida, petición de cambio de postura etc) sobre los que basta con pinchar para que el ordenador realice en alto una petición. El único problema es el elevado precio de la herramienta, que ronda los 8.000 euros. “Por eso pedimos a la Administración que se haga cargo y facilite con subvenciones el acceso a esta tecnología”, apuntó Pesquera.

Fuente: noticiasdenavarra.com

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