Necesitamos hablar de comunicación Inter(cultural) 4


Partamos de la premisa de que en el Perú existe una gran variedad de culturas y costumbres, que en muchos casos, no sólo llegan a ser muy distintas entre sí, sino que inclusive pueden llegar a tener prácticas cotidianas totalmente opuestas. Para nuestro entender el país sufre los síntomas de un desconocimiento y/o actitud indiferente ante la magnitud de estructuras multi-culturales que convergen en un mismo país llamado Perú.

Dentro de esta estructura compleja, todos los miembros de ella interactuamos unos con otros desarrollando nuestra vida cotidiana. Sin embargo, cuando se habla de interculturalidad, los autores se suelen referir a las interacciones entre grupos de personas que mantienen diferencias tanto culturales, lugar de origen, tradiciones, creencias, etc.; pero que se juntan en alguna situación particular: como reclamar derechos, convivir, migrar, cooperar y muchas otras razones (Ward, Bochner y Furnham, 2001; Martin y Nakayama, 2010). Y en ese sentido es de mi gran interés, develar y comprender si realmente solo “se juntan en alguna situación particular” donde predominan las diferencias o si además la interculturalidad abarca la necesidad de establecer lazos, vínculos o enlaces que nos permitan dialogar y propiciar una valoración adecuada a la “comunicación intercultural”.

Rizo y Romeu (2006) proponen que la comunicación intercultural es un proceso interactivo que hace manifiesto a la interculturalidad; y que a través de su principio de contacto puede privilegiar el respeto entre sujetos. Por su parte, Aneas y Sandín (2009) exponen que lo intercultural no solo se caracteriza por su complejidad y dinamismo, sino que también por su carácter intersubjetivo el cual incluye a toda la vida subjetiva que tenga la persona frente a al mundo que lo rodea. En este sentido, se tiene que considerar que el proceso de acercamiento a la realidad, desde el punto de vista de un especialista o estudioso, será influenciado por la fundamentación epistemológica y el análisis e interpretación que se empleen (Aneas y Sandín, 2009).

Puesto que el contacto intercultural implica la relación en un contexto particular, lo que se comparte y entra en contacto entre las personas, y finalmente muchas veces genera el “choque intercultural” (Ward, Bochner y Furnham, 2001), resulta siendo los significados, los sentidos que se le otorga al mundo. Llegando a ser esto último lo que un grupo puede asumir sobre los “otros”; sobre el significado y el valor de las cosas (Rizo y Romeu, 2006). Sin embargo, esta primera aproximación puede llegar a convertirse en lo que Aneas y Sandín (2009) nombran “la falacia de la identidad monolítica”, de la que debemos de partir para buscar no categorizar de manera estereotipada ni esencialista a los estudios sobre comunicación intercultural.

Si nos queremos situar nuevamente en nuestra realidad, a partir de todo lo anteriormente expuesto, tendríamos que empezar a cuestionarnos las maneras en las que podríamos evaluar la eficiencia intercultural, que presentan Rizo y Romeu (2006). ¿Cuál podría ser esa competencia comunicativa necesaria para incluir a todos los peruanos al momento de hablar de una identidad nacional? ¿Cuáles serían las pautas asertivas que orienten la experiencia comunicativa hacia una compartida?

El reto más grande para mí, radica de la premisa inicial de este escrito, somos un país multicultural donde se desarrollan diversas interacciones de interculturalidad. Para afrontar esta situación podríamos actuar desde dos perspectivas. En la primera, Rizo y Romeu (2006) plantean que el éxito o fracaso de las interacciones dependerán de la familiaridad entre los participantes con la historia de su interlocutor, las percepciones que expresan la diferencia entre personas y la reciprocidad del propósito que se quiere alcanzar y como esto influye en ellos. En la segunda, Aneas y Sandín (2009) proponen tener presente que la cultura se debe comprender como sistema y no como un conjunto de rasgos, puesto que es dinámica y cambiante en la interacción con el mundo en diversas situaciones con diferentes grados de complejidad y contextos. Debemos entender que estas perspectivas no se contraponen, sino que se complementan; y en base a ellas podríamos empezar a desarrollar estrategias para mejorar la calidad de vida de las personas a través de una buena comunicación intercultural.

Por último quisiera recalcar y enfatizar en esta última idea: Hablar de comunicación intercultural para contextos multiculturales, como es el caso de nuestro país, es referirse a variados grupos humanos, originarios de un mismo contexto y que ello va implicar que se deben tomar en cuenta sus diferencias en todo momento. Ello implica hacer leyes, espacios que los incluyan a todos y, a su vez, estructurar instituciones que tengan una perspectiva amplia y multicultural para lograr un desarrollo progresivo-inclusivo de los muchos llamados “peruanos”.

 

 

Referencias

Aneas, M., & Sandín, M. (2009). Investigación sobre comunicación intercultural: Algunas reflexiones sobre cultural y metodología cualitativa. Forum: Qualitative Social Research, 10(1), Art. 51.

Martin, J., & Nakayama, T. (2010). Intercultural communication in contexts. New York: McGraw-Hill.

Rizo, M., & Romeu, V. (2006). Hacia una Propuesta Teórica para el análisis de las fronteras simbólicas en situaciones de comunicación intercultural. Estudios sobre las Culturas Contemporáneas 2(12).24, 35-54.

Ward, C., Bochner, S., & Furnham, A. (2001). The Pycholgy of Culture Shock. Filadelfia: Routledge.

Puntuación: 0 / Votos: 0

Dejar un Comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

4 Comentarios en “Necesitamos hablar de comunicación Inter(cultural)