Maqiavelo indica que los principados pueden ser de dos clases: hereditarios o nuevos. Sin embargo, en el desarrollo de la obra el autor indica que existen los principados mixtos, civiles y eclesiásticos. Pareciera que cuando hace mención a estos últimos se está refiriendo a los principados nuevosLos Principiados según Maquiavelo
Maqiavelo indica que los principados pueden ser de dos clases: hereditarios o nuevos. Sin embargo, en el desarrollo de la obra el autor indica que existen los principados mixtos, civiles y eclesiásticos. Pareciera que cuando hace mención a estos últimos se está refiriendo a los principados nuevos. Entonces, diríamos que los principados son hereditarios o nuevos y estos últimos pueden ser mixtos, civiles o eclesiásticos.
 Principados hereditarios: Son aquellos que han estado siempre dirigidos o gobernados por un príncipe, de modo que mantenerlos no implica mayor dificultad. Bastará con seguir manteniendo la organización preestablecida por sus antecesores. Se trata pues de una forma de gobierno donde el príncipe adquiere el poder en mérito al legado hereditario de derechos dinásticos. <
 Principados nuevos: Según el autor, los principados nuevos pueden ser completamente nuevos o pueden haber sido anexados a otro reino ya existente. En este último caso se trata de un principado mixto. Señala que existen distintas formas para llegar a conseguir gobernar un principado nuevo. La primera forma es por medio de la virtud y de las propias armas. Otra, es por medio de la fortuna. También se puede alcanzar un principiado cometiendo crímenes o recibiendo el apoyo de los conciudadanos. Entonces dentro de esta clase de principados tenemos:
• Principados mixtos: Se trata de aquellos territorios que en algún momento estuvieron anexados a otros estados o dominios y que han sido incorporados al nuevo principado a través de la conquista. La consolidación del principado dependerá mucho de las características culturales del pueblo conquistado. Si es un pueblo que tiene el mismo idioma, la misma religión y son de la misma comarca y, además, se mantienen en lo básico las condiciones anteriores, salvo la extinción de la dinastía de príncipes que hubo, se hará más fácil que sea gobernado. En cambio, si se trata de un pueblo con lengua, costumbres y régimen distintos, el principado tiene un gran problema para mantenerse y consolidarse, sobre todo si la población sometida tiene muchas expectativas de transformación y desarrollo con el cambio de príncipe. En este caso, si las expectativas no son satisfechas, surgen las revueltas o rebeliones; generando un clima de desconfianza en el príncipe, quien no confía en la población a la que arrebató su territorio como tampoco en su mismo pueblo. Para afrontar con éxito esta circunstancia surgen dos posibilidades para afianzar el principado y garantizar su permanencia: por un lado, decidir la extinción de la dinastía del antiguo príncipe [toda una tradición], por otro, mantener las mismas condiciones normativas y tributarias, de modo que se produce una fusión entre el estado antiguo y el recién instaurado. Además de estas opciones, la consolidación del principado se materializa con la colonización: fundar colonias.
• Principados civiles: Más que una forma de principado es una manera de alcanzarlo, en contraposición a la maldad o violencia con que suelen emplear los particulares para llegar a ser príncipes. En este caso el príncipe alcanza el poder o llega a gobernar sea por el apoyo del pueblo o por el de los magnates. En ambos casos las causas y los propósitos son distintos. Si es el pueblo quien elige, lo que busca es la supresión de la opresión que sufre; en cambio, si es la clase alta quien lleva al poder al príncipe, lo hace con la condición de seguir satisfaciendo sus propósitos de dominación cuando no puede directamente hacerlo. De allí que quien llega a ser príncipe con el apoyo de los poderosos tenga mayores dificultades para mantenerse en el poder que aquel que lo hace con apoyo del pueblo. En efecto, cuando el príncipe está rodeado de magnates tiene menos ámbito de acción y mando. La constante presión que ejercen aquéllos, sumada a la versación y conocimiento que poseen termina decidiendo que el príncipe actúe conforme a los interés que defienden. En cambio, cuando se llega con el apoyo del pueblo, quienes rodean al príncipe tienen una vocación de obediencia, qué decir del propio pueblo. Sin embargo, no es solamente la obediencia la que permite que el principado sea más estable o seguro cuando es el pueblo quien ha llevado al príncipe al poder; son las motivaciones que ha tenido el pueblo, como la lucha contra la opresión que sufre y que ha sido impuesta por el poder tirano de los magnates, que se convierten en el motor finalista del principado.
 Principados eclesiásticos: Son aquellos que se adquieren ya sea en función a los méritos o a la fortuna; sin embargo, estos factores dejan de ser condiciones inescindibles para mantener el poder del principiado. Por el contrario, la autoridad se sustenta en las instituciones religiosas, independientemente del modo de vivir y gobernar; es decir, es el poder de la iglesia quien gobierna. Se trata de principados muy peculiares, en la medida que son estados que no demandan ser defendidos y los súbditos no son gobernados. Estos principados son los únicos que disfrutan de tranquilidad y felicidad. Por ello que sus súbditos no se rebelan contra su señor para emanciparse.

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