Como la brisa del viento que susurra al oído de la vida,
como la pluma del ave que toca la suavidad del cielo,
como la llama del volcán que da calor a la esencia de la tierra.
Así eres tú: delicada y fuerte.
Delicada para sentir el amor de Dios,
fuerte para darle un abrazo a la vida.
Así eres tú, delicada y fuerte.
Porque tienes la dulzura que enternece,
Y posee la fuerza que anima.
Así eres tú, una persona única
irrepetible creatura divina.
Así eres tú.
Así…