Sobre la deforestación en el Perú y su control y vigilancia.

Sobre deforestación y qué ha hecho el Estado para luchar contra esto les quiero contar una historia hasta ahora poco conocida fuera del círculo que tiene que ver con el tema, y lo hago porque me apena y duele la noticia que podrán ver al final de este texto.

Tuve la oportunidad de servir a mi país diseñando e implementando estrategias desde enero de 2015 en el Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (SERFOR), conocer el problema de los recursos naturales y realizar gestiones y acciones para cerrar la brecha de ausencia de control y vigilancia de estos (estamos hablando de la fauna silvestre y de los recursos forestales de madera y no maderables).

Hasta ese momento el país había avanzado mucho en temas de monitoreo (información satélital) a través de Geo Bosques del Ministerio del Ambiente (Ver http://geobosques.minam.gob.pe/geobosque/view/index.phppero) pero en conjunto con otras instituciones tratamos de resolver la pregunta que se hacía la sociedad civil interesada en el tema: ¿Y ahora con toda esa información, quién actúa, frena y revierte el problema? Si bien parte de la solución es mejor gestión de los recursos, la otra parte es control y vigilancia.

En el año 2016, 10 instituciones se juntaron para responder a esa pregunta y la respuesta fue: Le corresponde esa tarea al Sistema Nacional de Control y Vigilancia Forestal y de Fauna Silvestre.

Este Sistema hace su aparición en octubre de 2015 por la entrada en vigencia de la Ley Forestal y de Fauna Silvestre (Ley N° 29763) y comienza a funcionar en abril 2016. Le tocaba a SERFOR, y en especial a la Dirección de Control de la Gestión del Patrimonio Forestal y de Fauna Silvestre el encargo de juntar a las instituciones y sociedad civil (esto es gobernanza) y trabajar en equipo, diseñar y participar de la implementación del sistema. Esto sigue siendo hoy su responsabilidad.

La deforestación es un enorme problema por resolver y solo una institución no lo puede hacer ni lo hará (La misma lógica para el tema de tala ilegal y tráfico de fauna, pero eso también tiene otra historia que contar). Los espacios de coordinación para diseñar estrategias de protección, control y vigilancia ya existen, solo hay que terminar de implementarlos y trabajar en gobernanza (Gobiernos y sociedad civil) ¿Se habrá avanzado algo desde noviembre de 2017 en SERFOR y en el Sistema?

Hasta noviembre de 2017 se avanzó en la implementación del Sistema Nacional de Control y Vigilancia Forestal y de Fauna Silvestre. Se comenzó a trabajar con 10 instituciones de alcance nacional (OEFA, Fiscalía Ambiental, Policía Nacional, Comando Conjunto de la Fuerza Armada, DICAPI, OSINFOR, SERNANP, Viceministerio de interculturalidad del Ministerio de Cultura, SUNAT y SERFOR) para unir capacidades, ideas, esfuerzo y recursos y se tomaron importantes decisiones para trabajar en equipo. El año 2017 fue clave y si bien al inicio hubo desconfianza y dudas entre autoridades y hasta escepticismo, al final todas estaban convencidas que habíamos encontrado un espacio de trabajo conjunto y que podíamos construir con resultados y apoyos reales. Pero estas autoridades comenzaron a trabajar por la iniciativa y disposición de los funcionarios y no necesariamente por la participación e impulso de todos los que dirigían a esas instituciones. Digamos que eran los mandos medios los que comenzaron a tomar decisiones y avanzar en su implementación.

Se llegó a formar 2 mesas regionales de control y vigilancia con las 10 instituciones antes mencionadas más la Autoridad Regional (Se hizo en la Región San Martín y Región Ucayali) y se dejó encaminada la instalación de 3 mesas regionales más para el 2018 (En la Región Loreto, en la Región Madre de Dios y en la Región Lambayeque). No solo era crearla, también era acompañarla y ayudar en que gestionen mejor el control y vigilancia en equipo y con recursos. La idea era que todas las regiones del país tengan una mesa regional apoyada por las autoridades nacionales que estaban en el Sistema.

También se consiguió el apoyo de cooperación Noruega, donde incluso gran parte era para operativos conjuntos (algo único y novedoso). Esta cooperación y otras organizaciones de cooperación internacional apoyaron la idea de juntar el Sistema Nacional de Información Forestal y de Fauna Silvestre (y crear una unidad de monitoreo en SERFOR para trabajar en equipo con GeoBosques del Ministerio del Ambiente) con el Sistema Nacional de Control. La idea era simple: Crear información y capacidad de acción oportuna, unir información y acción, y unir prevención y capacidad de responder al daño de manera oportuna.

También se logró que a inicios del año 2017 se apruebe y publique el Decreto Legislativo 1319 sobre puestos estratégicos de paso obligatorio (se dejó encaminada la propuesta de Decreto Supremo ante Ministerio de Agricultura y Riego y Ministerio de Economía y Finanzas, y se logró en un taller con todas la regiones, Administraciones Técnicas y autoridades del Sistema la identificación de cuáles serían esos puestos estratégicos a implementar); se consiguió apoyo de Rainforest USA para desarrollar aplicativos de alerta desde el bosque para las comunidades indígenas con uso de tecnología de bajo costo (Hace poco esta iniciativa acaba de ganar en alianza con GEOBOSQUES las buenas prácticas de gobierno); se creo e implementó la central nacional de alertas de denuncias y se creo una red de apoyo con las regiones. También se dejó trabajando a un equipo de autoridades del Sistema Nacional que diseñaban uno o dos mega operativos de intervención contra la deforestación y se estaba por conseguir que la cooperación japonesa (JIICA) apoye el Sistema Nacional en el norte del país (protección de bosques secos) y en la Amazonía.

También se busco y evidenció la importancia de que el Ministerio de Transporte y Comunicaciones convierta en obligatorio el uso de GPS para el transporte de carga porque interesaba monitorear a los vehículos de carga de recursos naturales (la finalidad era evidenciar la trazabilidad del comercio y de los productos de origen legal) y se intentaba buscar la alianza con SUTRAN (encargada de la fiscalización de transporte terrestre de carga y mercancía a nivel nacional) para unir esfuerzos y acciones conjuntas.

En esos casi 2 años (desde octubre de 2015 a noviembre de 2017) se hicieron muchos avances más para mejorar un trabajo en equipo entre Estado y sociedad civil para luchar contra la deforestación y los tráficos ilegales de nuestros recursos forestales y de fauna silvestre.

Todo esto se dejó encaminado hasta noviembre de 2017. Se dejaron sugerencias de una hoja de ruta a seguir y también encaminado el posible apoyo de otras cooperaciones y hasta una posible mesa de control y vigilancia con un gobierno local en Madre de Dios para comenzar a trabajar frente al tema de la minería ilegal que tanto daño hace a nuestros recursos naturales y de agua en la Amazonía.

No crean que estos avances fueron fáciles pero los que saben lo que es coordinar dentro del gobierno y conocen la gestión pública peruana, saben que el esfuerzo es enorme, más si logras convencer a otros países y a la sociedad civil que deben confiar en las autoridades y en un espacio e invertir en nosotros.

La deforestación avanza y hay que proteger nuestros recursos naturales (fauna silvestre y forestales maderables y no maderables), porque hacerlo implica proteger sus entornos que son la naturaleza, las fuentes de agua, el cambio del clima, el calentamiento global y los ecosistemas.

En conclusión, es un deber proteger los bosques porque es proteger nuestro planeta. No esperemos que el daño sea irreversible. Lamentablemente debo concluir que la información que uno va recibiendo de instituciones especializadas sobre este tema evidencian que el problema avanza sin solución y que los espacios de coordinación no están funcionando.

https://gestion.pe/economia/amazonia-peruana-pierde-23-000-hectareas-bosques-primer-semestre-240567

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