ALGUNAS OBSERVACIONES SOBRE LA CRISIS FINANCIERA ACTUAL

Edward Chancellor[1], luego de analizar las crisis desde los tulipanes holandeses en el siglo XVIII hasta la crisis japonesa de mediados de los 90, menciona que éstas usualmente venían seguidas de etapas de restricción y de mayor regulación hasta que el ciclo económico se vuelve favorable y surgen nuevas vetas de ganancias que incrementan las percepciones de estar en lo correcto[2], la regulación se debilita, estalla una nueva crisis y así sucesivamente. Actualmente nos encontramos en una etapa donde los esfuerzos por mayor regulación son aceptados, incluso por los propios mercados. Sin embargo, debemos tener en cuenta que la regulación por si sola no va a ser suficiente para evitar una futura crisis.

Por eso se torna importante aprender algunas lecciones de la crisis actual. Por ejemplo, a pesar de los avances en ingeniería financiera y técnicas cuantitativas, muchas instituciones financieras aún no logran manejar adecuadamente sus riesgos, llegando en algunos casos a desconocerlos completamente ya sea por falta de datos o de sistemas de información adecuados. En ese sentido, los esfuerzos realizados por impulsar esquemas de regulación convergentes en Banca y Seguros, como los casos de Basilea II, Solvencia II y las normas internacionales de información financiera, no deben dejar de lado la importancia de las personas en pos de darle más peso a los modelos cuantitativos internos. Al final, las decisiones y operaciones son hechas por personas que podrían no tener la visión global de negocio como para conocer el impacto de sus acciones y mucho menos ser infalibles.

Finalmente, es importante cuidar que la mayor regulación financiera no reprima la motivación para tomar riesgos calculados o limite la innovación. La titulización, como mecanismo para permitir la expansión del crédito hipotecario, de consumo, educativo, no debería ser culpada por los males actuales. Por el contrario, debería fomentarse su uso de manera apropiada (con una mejor evaluación de riesgos cualitativos, mayor compromiso de liquidez para el financiamiento de los vehículos especiales, mayor participación del Estado para apoyar a clientes de bajo perfil crediticio, etc.).

[1] Devil take the hindmost. A History of Financial Speculation. (1999).
[2] Normalmente se atribuye a John Templeton la frase: “The four most expensive words in the English language are ‘This time it’s different’”.

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