LA INFLACIÓN Y LA CONDUCCIÓN DE LA POLÍTICA MONETARIA EN EL PERÚ

Durante la semana pasada, el INEI dio a conocer la cifra de inflación correspondiente al mes de febrero de este año; esta cifra sorprendió tanto a analistas, empresarios, como a funcionarios públicos pues el 0,91% registrado, representa la inflación mensual más alta en los últimos 8 meses; más aun, considerando la inflación del mes de enero, resulta altamente preocupante que la inflación acumulada durante los dos primeros meses del año llegue a 1,13%[1].

Esta coyuntura de incrementos significativos en el indicador de precios de la economía recoge, en gran medida, factores de carácter externos, como el alza en los precios de algunos commodities agrícolas tales como el trigo, la soya, los lácteos, y el arroz[2]. Estos componentes, altamente volátiles, tenderían hacia una desaceleración en sus precios que se observaría durante el segundo semestre del año. En este sentido, el argumento principal del ente emisor ha sido que, estas alzas serían de carácter temporal solamente, con lo que la inflación se encaminaría hacia el rango meta establecido para fin de año.

No obstante, consideramos que el principal riesgo inflacionario vendría por el lado de la formación de expectativas inflacionarias de los agentes económicos; esto debido a que uno de los pilares fundamentales sobre los que descansa el esquema de Política Monetaria aplicado en el Perú (“Inflation-Targeting”) corresponde a la capacidad del Banco Central para guiar las expectativas de formación de precios de los agentes económicos hacía la meta inflacionaria que se proponga. Naturalmente esta credibilidad del Banco Central se forma a través de la comunicación que pueda tener con el público, una adecuada política de rendición de cuentas sobre su gestión, y a través de la experiencia en cuanto al cumplimiento de sus metas.

Dada la potencia de este instrumento (la credibilidad del Banco Central) para la conducción de la política monetaria, consideramos que el Banco Central debe priorizar una estrategia destinada a controlar las expectativas inflacionarias de los agentes; de esta forma se evitaría que los agentes internalicen estos incrementos “temporales” en el nivel de precios de la economía.

[1] Recordemos que la meta del BCRP es cerrar el año con una inflación de entre 1% y 3%
[2] A diciembre de 2007, estos productos se incrementaron en 143%, 90%, 52%, y 32% respectivamente (Diario Gestión 15/02/2008).

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Comentarios

  1. Guillermo Reinoso escribió:

    Mientras el BCR siga emitiendo expansivamente para comprar dolares y sostener el tipo de cambio , la inflación del pais será mayor……

  2. jean pierre escribió:

    si el BCR se preocuparia cada vez mas por la inflacion monetaria y diera mas informacion en su pagina se podria recibir propuestas de solucion…..

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