BIOCOMBUSTIBLES: LA OTRA CARA DE LA MONEDA

La exitosa experiencia del etanol en Brasil, ha creado una corriente de optimismo en diversos países, quienes ahora ven a los biocombustibles como solución a sus problemas energéticos. Sin embargo, los beneficios de las energías renovables son discutidos en la actualidad[1], creando preocupación acerca de su efectividad como solución a los problemas actuales del medio ambiente y de la creciente demanda por nuevas fuentes de energía alternativa, ante el alza de precios del petróleo.

José Goldemberg[2] argumenta que la energía de fuentes renovables tiene los siguientes beneficios: 1) es de amplia disponibilidad, lo que da una mayor seguridad respecto de la oferta energética; 2) crea una menor dependencia de importaciones de petróleo; 3) es menos contaminante en gases que causan el calentamiento global; y 4) es una fuente intensiva en mano de obra (requieren mayor fuerza laboral por unidad de energía que los combustibles convencionales).

No obstante, existen aspectos negativos en el uso de los biocombustibles que tenderían a repercutir con mayor intensidad en los países en vías de desarrollo. Charlotte de Fraiture[3] señala que la producción de biocombustibles incrementará la demanda de tierras cultivables a expensas de ecosistemas naturales; de igual forma, requerirá mayores cantidades de agua, y un mayor traslado de tierras dedicadas para el consumo humano por tierras cultivables para combustibles, lo que finalmente producirá un incremento en los precios de alimentos. Estudios del “International Water Management Institute” (IWMI) muestran que, en promedio, a nivel mundial la biomasa necesaria para producir 1 litro de biocombustible evapora entre 1000 y 4000 litros de agua.

En el Perú, las tierras cultivables son escasas (7 609 000 ha. 5,92% del territorio nacional) y el agua no es abundante en lo absoluto, lo que hace aún más discutible esta alternativa. Finalmente, es necesario sopesar los beneficios y los costos de la utilización de esta fuente de energía, ya que el apresurado optimismo en este aspecto, puede acarrear mayores problemas de índole global e ir contra el objetivo por el cual fue planteado: el desarrollo sostenible.

[1] Veáse “Sustainable Bioenergy: A Framework for Decision Makers” Mayo 2007. United Nations Energy working group.
[2] Secretario para temas de Medio Ambiente de Sao Paulo, Brasil. “Ethanol for Sustainable Energy Future” Science 9 February 2007.
[3] Investigadora del “International Water Management Institute” (IWMI) en Sri Lanka.

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