Luego de un intenso debate, el pasado jueves 13, el Pleno del Congreso aprobó la Ley General del Ambiente (LGA) que trata de alinear por un lado, al establecer principios y normas básicas para proteger y asegurar un ambiente saludable que permita mejorar la calidad de vida de la población y, por otro, el respetar la institucionalidad del Estado y evitar convertirse en un obstáculo para el crecimiento, la generación de empleo y la reducción de la pobreza.
En este sentido, de los puntos presentados el que generó mayor controversia, y el que finalmente no llegó a ser aprobado, fue el artículo 147 que hacía posible denunciar a una empresa por daños al ambiente y paralizar sus inversiones mientras esta demostraba su inocencia.
De este modo, mientras el presidente de la Coordinadora Nacional de Comunidades Campesinas Afectadas por la Minería (CONACAMI), Mario Palacios, considera que la ausencia de este artículo hace inviable las denuncias para comunidades que carecen de medios para costear estudios que sustenten su posición; el primer vicepresidente de la Confederación Nacional de Instituciones Empresariales Privadas (Confiep), Luis Sánchez, expresó su satisfacción por considerar al artículo inconstitucional.
Sin embargo, más allá del debate, la LGA permitirá regular mejor, reordenar el marco normativo y fortalecer la autoridad nacional ambiental, a la vez que otorga funciones de fiscalización y sanción al Consejo Nacional del Ambiente (CONAM).
En verdad, es triste observar como los libis, y el poder de los lobos que los propician, aun en temas tan trascendetes son como es el ambiental, siguen imponiendo los intereses econòmicos sobre los generales… una muetra de ello es que no se ha incluido el tenor originario del art 147 e esta nueva ley, de modo tal que los pobres no tengamos acceso a la proteccion de nuestro derecho fundametal de gozar de un ambiente adecuado, frete a quien contamina y al q no se puede probar su delito por falta de recursos.
realmente es una pena que los grupos de poder con fines economicos hayan salido con la suya nuevamente pero lo mas tragico es que la poblacion no hace nada contra ello, porque no es posible que anularan el articulo 147 del proyecto de ley.
Qué bueno que el gobierno general puestos de trab ajo, yo quisiera laborar dado que soy contador público.
Favor dónde puedo realizar el contacto.
NO NECESITAMOS SEGUIR APROBANDO, PROMULGANDO LEYES, ES MOMENTO DE PONER EN CLARO LADISYUNTIVA EXISTENTE ENTRE LOS PROBLEMAS AMBIENTALES Y EL DESARROLLO DEL PAIS, NO ESTAMSOS EN DEBADO DE LA NUEVALEY PERO REFLEXIONEMOS EN CUANTO HACEMOS POR CUMPLIR LAS NORMAS ANTECESORAS.
Lamentablemente los que tienen la seguridad de contaminar, han movido cielo y tierra (que no es dificil para ellos, pues tienen el poder económico)para arrancar de la norma el artículo 147 relativo a la inversión de la carga probatoria. En verdad, la ley General del Ambiente, de poco o nada puede servir sin este importante artículo que hubiera dado una herramienta de gran trascendencia para la lucha contra los grandes contaminadores de nuestro ambiente. Requiem para esta ley.
Independientemente de las deficiencias, aciertos, buenas o malas intenciones que trae consigo la Ley General del Ambiente, considero que ya era tiempo que nuestro país, tanto rico en recursos ambientales, diera el paso desicivo para que poco a poco podamos alcanzar el norte que el mundo clama; una sociedad cuyo fin sea peregnizar el tan anhelado Desarrollo Sostenible.
Creo que era el momento (postergado por muchos años) de refrescar con nuevos aires la legislación en materia ambiental de nuestro país, con una norma más técnica y completa que el añejo Decreto Legilativo Nº 613, el cual estaba de lleno de muy buenas intenciones pero plagado de garrfales vacíos e incongruencias que lo hacían inaplicable en la práctica.
Termino estos párrafos precisando que no importa que tantas normas o que tan buenas normas tengamos, si es que nosotros no cambiamos nuestra forma de actuar y pensar. Esta es la unica manera de lograr el cambio que necesitamos.