Abe no acudirá a la conmemoración del fin de la II Guerra Mundial en Moscú

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El primer ministro de Japón, Shinzo Abe, ha decidido rechazar la invitación del Kremlin para asistir a la conmemoración del 70 aniversario de la victoria sobre los nazis que se celebra en mayo en Moscú, dijeron hoy fuentes del Gobierno.

Abe fue uno de los muchos líderes internacionales invitados por el presidente Vladimir Putin para acudir al Día de la Victoria, que se conmemora el 9 de mayo con un gran desfile militar en la Plaza Roja.

Al igual que el presidente estadounidense, Barack Obama, y que el primer ministro británico, David Cameron, Abe ha declinado viajar a Rusia debido al papel de este país en la crisis de Ucrania, informaron fuentes gubernamentales a la agencia nipona Kyodo.

De este modo, el primer ministro japonés quiere subrayar la importancia de su alianza con Estados Unidos, adonde Abe tiene previsto viajar la próxima semana para pronunciar un discurso ante el Congreso y reunirse con Obama, señalaron las mismas fuentes.

No obstante, Tokio planea enviar a algún representante a Moscú para asistir a la ceremonia, y prepara un próximo encuentro entre Abe y Putin para estrechar los lazos entre ambos países.

Moscú y Tokio mantienen una disputa territorial sobre las islas Kuriles del Sur (llamadas por Japón Territorios del Norte), y sus relaciones se enfriaron aún más tras las sanciones aplicadas por Japón a Rusia el año pasado por su implicación en la crisis ucraniana.

El 8 de mayo de 1945 se firmó la capitulación incondicional del Tercer Reich, ocho días después del suicidio de Adolf Hitler en su búnker de Berlín y seis después de que el ejército soviético izara su bandera sobre el Reichstag.

En: rbth

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Entrevista DW: Dalai Lama: “Esperar lo mejor, pero estar preparado para lo peor”

Durante su visita a Alemania, el Dalai Lama ofreció una entrevista exclusiva a Deutsche Welle. En ella habló sobre perspectivas positivas para el Tíbet, sobre el cambio sociopolítico en China y la crisis en Irak…

Deutsche Welle: Su Santidad, China se vuelve cada vez más poderosa, tanto en lo político como en lo económico, y Pekín usa su poder para aislarlo a Usted, que está comprometido con la lucha por la autonomía del Tíbet. ¿Cree que si China ya hubiera sido tan poderosa en 1989 se le hubiera concedido a Usted el Premio Nobel de la Paz?

Dalai Lama: En 2011 me retiré por completo de mis cargos políticos. Su pregunta apunta a la política, pero ya que la plantea, sí, la República Popular China gana cada vez más poderío económico y militar. Mientras tanto, sin embargo, podemos observar que algunos chinos también apoyan los derechos fundamentales del Tíbet, ya que no estamos buscando la independencia. Ya en 1974 decidimos que nuestro objetivo no es la independencia. Lo único que queremos es obtener los derechos que figuran en la Constitución, y que estos entren en vigor. Esa es nuestra demanda. Todo un grupo de intelectuales chinos apoya ese pedido, por ejemplo, Liu Xiaobo (que recibió el Premio Nobel de la Paz en 2010 y se encuentra preso cumpliendo una condena de 11 años, N. de la R.).

En los últimos cuatro años nos llamaron la atención cerca de 1.000 artículos de autores chinos, tanto de dentro como de fuera del país, que apoyan nuestro enfoque del “término medio” y critican la política de gobierno de su país. No es una crítica nuestra, sino una crítica dentro de la sociedad china.

A eso se suma que una gran parte de la población china es budista. Hace unos tres o cuatro años, una universidad china llevó a cabo un estudio para investigar cuántos budistas viven en el continente, y el resultado fue que allí viven 300 millones. Muchos de esos budistas son personas con una muy buena formación, y cada vez hay más que tienen interés en el budismo tibetano, entre ellos, incluso algunos miembros del Partido Comunista chino, también funcionarios de alto rango.

Pero pasemos a un nivel más concreto: el gobierno chino está muy preocupado por la imagen de su país. El Ejército y la economía no son los únicos factores que influyen en la política mundial. La República Popular China necesita ganar también autoridad moral, más respeto, más confianza ante el mundo. También el pueblo chino está preocupado por la imagen de China. Muchos chinos que hablaron conmigo me dijeron que su país, a pesar de sus 1.300 millones de habitantes, no posee ninguna autoridad moral. Pero ahora, por ejemplo, el presidente chino, Xi Jinping, quiere encarar seriamente el problema de la corrupción. Y hace poco, durante una visita en Europa, en París, declaró públicamente que el budismo tiene un papel muy importante en la cultura china. Es decir, que los budistas tendrían que asumir una responsabilidad mayor. Para mí eso es algo muy desacostumbrado, que el líder de un partido comunista elogie el budismo, o que haga una observación positiva acerca de él. Así están cambiando las cosas.

Pero, Su Santidad, ¿ve usted alguna mejora en el Tíbet?

Nuestra lucha se mueve entre el poder de la violencia y el poder de la verdad. A simple vista, el poder de la violencia parece mucho mayor y decisivo. Pero, a largo plazo, el poder de la verdad se impone, en eso creo. Ya hay indicios de que líderes e intelectuales chinos cuestionan si la política actual resultará, a largo plazo, verdaderamente en interés de los chinos. Eso también marca que se está produciendo un cambio.

Pero hasta ahora tengo la impresión de que, en lo que concierne a las minorías étnicas en Tíbet o en Xinjian, la cúpula china da su aprobación a la represión y a las inversiones, una doble moral.

Las inversiones son buenas, pero se debe tener en cuenta al medioambiente. En lo que respecta a la violencia, es a menudo contraproducente, sea cual fuere su motivación. Mire lo que sucedió en Irak durante la era Bush. Yo sé que sus intenciones eran buenas, que quería la democracia para Irak. Pero el método era el incorrecto. Por eso se produjeron consecuencias inesperadas. En China, la situación es muy similar.

El tema Irak me lleva a otra pregunta que ocupa a muchas personas en Alemania: de qué modo se debe enfrentar el peligro que representa el grupo terrorista “Estado Islámico” (EI). Usted es venerado y respetado en todo el mundo porque los principios de sus actos están basados en el diálogo y la tolerancia. Pero en Alemania ahora se debate un posible envío de armas a los kurdos en el norte de Irak para luchar contra el EI, lo que sería una ruptura con la política alemana desde la posguerra. ¿Qué haría usted si un diálogo no prospera, o si su interlocutor no está dispuesto al diálogo?

Yo estudié psicología budista, y creo firmemente en la ley de la causalidad. Se están produciendo hechos inimaginablemente trágicos, como asesinatos despiadados en los que incluso mueren mujeres y niños. Pienso que eso es consecuencia de la crisis en Irak. Creo que si la política estadounidense, al tener como meta derrocar a Saddam Hussein, hubiera actuado de manera menos violenta, probablemente la situación actual sería un poco menos terrible. Creo que esta crisis a comienzos del siglo XXI es el resultado de errores del pasado.

¿Qué aconsejaría usted?

Fundamentalmente, digo que es mucho mejor y más seguro no hacer uso de la violencia. Pero la realidad es que muchas personas están sufriendo. Si el mundo no reacciona, eso también sería inmoral. Lo mejor sería intentar negociar. Si eso fracasara, entonces todo dependería de la situación y las circunstancias. Es algo difícil de juzgar.

Volviendo a la situación el Tíbet, ¿cree que podrá volver a visitarlo pronto?

China ha cambiado mucho. En la era de Mao Zedong, la ideología era lo más importante. En la era de Deng Xiaoping, se colocó a la economía por encima de la ideología. (…) Luego llegó la era de Hu Jintao, quien impuso la existencia de una “sociedad armónica” para paliar la creciente brecha entre ricos y pobres, algo que yo también apoyé. Pero han pasado ya diez años, y creo que las cosas han empeorado en cuanto a la “armonía”. El objetivo era bueno, pero, ¿era bueno el método? Se aplicó la violencia. El presupuesto de seguridad interior del gobierno chino es mayor que el de defensa, y creo que ese escenario no se da en ninguna de las 200 naciones del mundo. La política de Xi Jinping parece ser un poco más realista. Deng Xiaoping solía basarse en la máxima de “buscar la verdad en los hechos”. Yo creo que el nuevo gobierno chino sigue esa máxima. Es decir, que hay algo de esperanza. Sea como fuere: es mejor seguir teniendo esperanza, pero hay que estar preparado para lo peor.

En: DW

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Expertos chinos: cautas aperturas sobre las relaciones con el Vaticano

Para Zhuo Xinping de la Academia de las Ciencias sociales de Beijing, el Papa Francisco “mejorará” las relaciones, siendo él un “jesuita” y un “latinoamericano”. Li Xingping habló de una “nueva atmósfera”. Pero ningún medio del Partido comunista reportó las frases del papa ni sus telegramas. Un sito web recuerda “a las dos montañas” que hay que superar: la relaciones diplomáticas con Taiwan y “la injerencia en los asuntos internos de China” La genérica declaración del vocero del Ministerio de exteriores.

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Beijing (AsiaNews)- Ser un “jesuita” y “latinoamericano” son dos cualidades del Papa Francisco que podrían mejorar las relaciones entre China y la Santa Sede. Es cuánto afirma un experto chino de religiones después de las aperturas hechas por el pontífice durante su viaje a Corea del Sur. En un artículo firmado por Huo Liqiang, publicado en el China Daily ayer el director del instituto para las religiones mundiales, perteneciente a la Academia de ciencias sociales, el profesor Zhuo Xinping, afirma que el Papa Francisco estuvo muy “activo en el mejorar las relaciones entre el Vaticano y China” desde el día de su elección. Por esto el cree que el pontífice tendrá un rol siempre más positivo en el incrementar las relaciones entre la Santa Sede y Beijing. Entre las cualidades a él atribuidas están de hecho que es un jesuita, una orden religiosa “que tiene una larga tradición de relaciones con China. Mateo Ricci, un miembro de la sociedad, visitó China hace centenares de siglos”.

Otra cualidad es ser argentino, “amigo de las economías en vías de desarrollo”, con “sentimientos especiales hacia sus pueblos, a causa de su ser latinoamericano”.

Otro periódico, el Global Times,cita a un profesor de la East China Normal University de Shanghai, Li Xiangping, que habla de la “nueva atmósfera para una posible distención” que se creó con “el ramo de olivo” ofrecido por el Papa a china y “con gran gentileza”.

El artículo cita la entrevista que Francisco ha dado a los periodistas en su viaje de retorno a Roma la entrevista que Francisco dio a los periodistas en su viaje de retorno a Roma, donde él expresa su deseo de visitar China también “mañana”, y donde subraya que la Iglesia pide sólo “libertad para su ministerio, para su trabajo. Y ninguna otra condición”.

El articulista, Li Yan, hace notar que en esto el Papa Francisco “reafirma la posición del Vaticano sobre el nombramiento de los obispos” y China “podría considerar la posibilidad de un encuentro”.

Otra publicación que cita al Papa y las relaciones China-Vaticano es el sito web China net. En el artículo firmado por un cierto Joke, se habla de “dos montañas” que hay que superar: las relaciones diplomáticas con Taiwan y la injerencia en los asuntos internos de China. El mismo autor reconoce que el problema de Taiwan es secundario y que “la injerencia” (sobre todo en el nombramiento de los obispos) es debida a la concepción que la Iglesia católica tiene sobre sí.

Joke alaba la “diplomacia del espacio aéreo” inaugurada por Francisco y por China y admite que el mejoramiento de las relaciones con la Santa Sede daría a China una mejor “imagen internacional”.

Ningún órgano del Partido comunista, ni siquiera Xinhua, han publicado noticias sobre las palabras del Papa en Corea- a proposito del dialogo con los Países que no tienen relaciones diplomaticas – y en los telegramas enviados a Xi Jinping

El Global Times, en el artículo citado, recuerda una declaración de Hua Chunying, vocero del Ministerio de Exteriores, publicada el 19 de agosto, según la cual “China fue siempre sincera y ha trabajado mucho para mejorar las relaciones con el Vaticano”. Tal genérica declaración es hasta ahora la única palabra semi-oficial por todos los gestos y las aperturas del Papa Francisco.

En: asianews

Imagen: aciprensa

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