El fracaso de Trump en la reforma sanitaria destapa sus problemas de liderazgo

El republicano sigue siendo un presidente de excepción, apoyado por un núcleo duro, pero rechazado por el resto.

Donald Trump en su reunión con senadores republicanos tras el fracaso de la reforma sanitaria. REUTERS

Donald Trump sigue solo. Tras seis meses en el poder y una agenda en agitación permanente, el multimillonario neoyorquino no ha sido capaz de romper con la maldición de su mandato. Continúa siendo un presidente de excepción, apoyado por un núcleo duro de votantes, pero rechazado por el resto. Una fractura, cristalizada en su bajísima valoración en las encuestas, que el fracaso en la aprobación reforma sanitaria ha dejado en evidencia. Ni siquiera en el proyecto más emblemático y anhelado de la derecha ha logrado unir a su propio partido.

La división republicana ha dejado el liderazgo de Trump por los suelos. El legado de Barack Obama ha mostrado mucha más resistencia de la que se suponía y ha permitido que las carencias del multimillonario afloren. Las encuestas lo han señalado desde el primer día. Su valoración es la más débil de un presidente a esta altura del mandato, y su vertiginosa gestión solo polariza más. Pero esta limitación no implica que haya perdido el apoyo de sus bases. Los sondeos, como indica a este periódico el profesor Larry Sabato, director del Centro para la Política de la Universidad de Virginia, se elaboran sobre población general pero a efectos electorales solo importan los votantes registrados, y ahí Trump permanece incólume. Sin otros aliados, pero fuerte.

Con este bagaje, Trump ha entrado en el laberinto. Fracasado su plan de liquidar el Obamacare y aprobar al mismo tiempo un proyecto propio, está tratando de hallar una nueva salida: votar la eliminación del actual sistema y dejar para una discusión posterior su alternativa. El plan es de alto riesgo. Tres republicanos moderados ya han alertado de que no piensan dar ese paso y que sumaran sus votos a los demócratas. Dada la exigua mayoría republicana en el Senado (52 escaños frente a 48), es casi imposible que la iniciativa prospere.

Pero Trump no ha tirado la toalla. Ha pedido al líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, que someta a votación el fin del Obamacare la semana que viene, y paralelamente él mismo ha convocado una serie de reuniones con los senadores, la primera este miércoles, con el objetivo de recuperar terreno perdido y taponar una fuga irreversible en su presidencia. “La inacción no es solución. Tengo una pluma en la mano lista para firmar. No deberíamos dejar la ciudad hasta tener un plan y sacarlo adelante”, les dijo.

La Casa Blanca es consciente de que sin una mayoría estable en el Senado no sólo la reforma sanitaria, sino su plan fiscal y los presupuestos del año próximo corren peligro. Ante este espectro, Trump, el antisistema que venía a drenar el pantano, ha empezado a buscar su apoyo. No será tarea fácil.

Los republicanos tienen la mayoría en las dos Cámaras, pero forman un universo fractal que hizo de la obstrucción un arma mortal contra Obama y cuyo aguijón sigue vivo. Irredentos, centrados en sus intereses de circunscripción y ultrasensibles a las elecciones de 2018 (renovación total en la Cámara de Representantes y un tercio en el Senado), usan su poder hasta la extenuación y no perdonan los deslices. Trump lo ha sentido en carne propia.

El líder que se presentaba como el gran hacedor de pactos ha cometido en la tramitación de la reforma sanitaria graves errores de estrategia. El primero se vio en marzo cuando intentó forzar la votación de una primera versión en la Cámara de Representantes sin tener mayoría asegurada. In extremis tuvo que retirarla y volver a negociar a puerta cerrada.

El bochorno se ha repetido ahora. En esta segunda fase, obligó al líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConell a imponer un doble juego:eliminar el Obamacare y aprobar un proyecto alternativo al mismo tiempo. McConnell y otros senadores le advirtieron de la complejidad de la jugada. Demasiado ambiciosa para lograrla de una sola tacada. Trump insistió. Y la fractura volvió a emerger.

Para los moderados, el plan presentado era excesivamente duro en sus recortes a los más desfavorecidos y hacía prever un colapso en la cifra de asegurados de clase trabajadora (unos 15 millones menos en dos años). Y para los radicales, la ley dejaba escapar con vida el Obamacare. El descontento era evidente. Y Trump no supo manejarlo.

El mismo lunes el presidente cenó con un nutrido grupo de senadores y dedicó la mayor parte de la reunión a recordar sus viajes. “No habló más que de Francia y del Día de la Bastilla”, señaló con sorna un senador republicano. Poco después, la rebelión tomó cuerpo y con la oposición de solo cuatro legisladores la ley se hundió.

JUGANDO CONTRA LAS ENCUESTAS

Donald Trump ha jugado contra las encuestas en la reforma sanitaria. La última elaborada por The Washington Post-ABC y publicada este domingo pasado ya revelaba la falta de confianza en su proyecto. Aunque es cierto que el Obamacare no gusta del todo (sólo el 37% lo apoya con fuerza), aún gusta menos el proyecto alternativo auspiciado por la Casa Blanca (sólo 17% lo apoya con fuerza). Un resultado que se repite incluso entre los trabajadores blancos sin estudios superiores, el sector de voto duro de Trump.

A este factor se suma la propia polaridad del presidente. Excepto en el área económica, donde el 43% aprueba su gestión frente 41% que la rechaza, en el resto de baremos el mandatario suspende. Así el 58% es contrario a su gestión presidencial (36% a favor) y el 55% considera que no ha logrado avances significativos, frente al 38% que sí.

MÁS DE 30 MILLONES DE PERSONAS MÁS SIN SEGURO CON LA DEROGACIÓN DE OBAMACARE

En pleno debate interno, el Partido Republicano sufrió un nuevo jarro de agua fría. La Oficina Presupuestaria del Congreso, un organismo independiente, pronosticó este miércoles que derogar partes de la ley sanitaria actual sin sustituirlas por una alternativa dispararía el número de personas sin seguro médico en EE UU: 17 millones más en 2018 y 32 millones en 2026. Es una cifra muy superior a los 22 millones de personas más sin seguro en nueve años que había calculado el organismo ante la primera propuesta de reforma republicana.

Ante la incapacidad de sumar los votos republicanos necesarios para avanzar con su propia reforma, Donald Trump ha instado a los senadores a derogar primero Obamacare y luego votar por una propuesta que lo sustituya. Pero esa estrategia parece contar con aún menos apoyos entre los legisladores, lo que posiblemente se acentuará con el pronóstico de la Oficina Presupuestaria.

En: elpais

El Senado de Chile aprueba la unión civil de homosexuales

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Valparaíso, EFE

El Senado chileno despachó y aprobó la noche del martes el proyecto de ley Acuerdo de Vida en Pareja (AVP), que permite la unión civil de homosexuales, el que ahora deberá ser discutido en la Cámara de Diputados.

El proyecto de AVP ingresó al Senado en agosto del 2011, en la administración de Sebastián Piñera (2010-2014), con el propósito de regular los efectos jurídicos de la vida afectiva en común de parejas que conviven y no están casadas.

Bajo el Gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet se le otorgó urgencia legislativa y se presentaron indicaciones para perfeccionar el proyecto, que permitió el avance de su tramitación.

Mediante las indicaciones introducidas y aprobadas en la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia del Senado se avanzó desde los proyectos que regulaban aspectos puramente patrimoniales de la convivencia no matrimonial a una regulación completa que otorga al AVP un estatus de estado civil.

De esta forma, se elimina la discriminación y desprotección de las parejas que conviven, sean de igual o distinto sexo, y se otorga un marco de protección jurídica y beneficios a dichas parejas.

La sesión estuvo encabezada por la presidenta del Senado, Isabel Allende, y en ella intervino el ministro portavoz del Gobierno, Álvaro Elizalde.

Elizalde valoró la votación e indicó que el articulado “es expresión de un Chile más inclusivo, que valora la diversidad y garantiza la igualdad de derechos de todas y todos”.

“Se ha establecido un marco regulatorio de la convivencia, estableciendo un estado civil, regulando las diferencias que pudieran existir en la pareja por los tribunales de familia y o más relevante, establecer una serie de efectos jurídicos, que dan un marco de protección de las parejas que conviven en Chile, sean del mismo sexo o de sexo distinto”.

El debate en la sala fue interrumpido en diversas ocasiones por integrantes de iglesias evangélicas presentes en las tribunas, que están en contra del proyecto.

En tanto, la presidenta del Senado manifestó su alegría por la aprobación al indicar que “es un día bastante histórico”

“Hemos logrado avanzar en algo que era inimaginable hace unos años y legislar sobre esta materia”, apostilló.

Allende consideró que la iniciativa, que continúa su trámite legislativo en la Cámara de Diputados, implica “reparar la indignidad y la discriminación” en el país.

“Como presidenta del Senado puedo decir que ha sido una jornada muy importante que va a marcar historia y significará darle opción y dignidad a esas parejas que hoy son discriminadas”, aseveró.

El senador Alberto Espina, del opositor Partido Renovación Nacional (RN), afirmó que “el Senado ha aprobado un proyecto que hace justicia y que lo más importante establece la regulación legal de las relaciones de afecto que nacen por cariño, por amor y que hoy no están reguladas, y que son fundamentalmente las relaciones de parejas homosexuales”.

Sostuvo que “hoy se está dando un paso muy importante porque permitirá que parejas homosexuales y heterosexuales que mantienen afecto y cariño, amor entre ellas, puedan tener normas que protejan y establezcan derechos y obligaciones en esa relación”.

En tanto, el Movimiento de Liberación Homosexual (Movilh) dijo a los periodistas que el AVP “es el reconocimiento de la diversidad familiar”.

“Hoy triunfó la diversidad familiar y los derechos de los niños y niñas lo que nos tiene muy, muy felices. Cuando presentamos junto al senador Fulvio Rossi la indicación para regular la custodia de los hijos, muchos nos dijeron que era batalla perdida, pero persistimos. Sabíamos que no sería fácil, pero hoy podemos festejar”, indicó la entidad en un comunicado.

En: elcomercio

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