Interesante artículo sobre los recuerdos de una infancia: ‘Vladimir Putin y la reconstrucción de la Rusia ‘soviética’ ‘

El mundo se estremeció cuando Rusia se anexionó Crimea. Pero, ¿por qué tanta sorpresa? El escritor y periodista Oliver Bullough sostiene que el presidente Vladimir Putin nunca ocultó su intención de recuperar el poder ruso. Lo que aun queda por verse, dice, es cuánto más puede sostenerse este ascenso.

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El 16 de agosto de 1999, los miembros del Parlamento de Rusia -la Duma Estatal- se reunieron para aprobar la candidatura de un primer ministro. Escucharon el discurso del candidato, le hicieron unas preguntas y debidamente lo confirmaron en el cargo.

Era la sexta persona en ocupar el puesto en los 16 meses de la presidencia de Boris Yeltsin y un alto miembro del partido se confundió con el nombre. Expresó que apoyaría la candidatura del Stepashin -el apellido del recién destituido primer ministro- en lugar de su desconocido remplazo, antes de rectificar el embarazoso error.

Si los altos diputados de la Duma ni siquiera podían recordar el nombre del nuevo primer ministro, tampoco se podía esperar que el resto del mundo prestara mucha atención a su discurso. Era poco probable que fuera líder del gobierno ruso por más de unos meses así que, ¿para qué tomarse la molestia?

De desconocido …

Ese individuo era un exagente de la agencia de inteligencia KGB, Vladimir Putin, y ha estado a cargo del país más extenso del mundo, como presidente o primer ministro, desde entonces.

Pocos se dieron cuenta en ese momento, porque pocos estaban escuchando, pero ese discurso esbozaba el esquema de casi todo lo que ha hecho, de cómo reformularía un país que estaba al borde de un colapso catastrófico.

Hacía apenas 364 días que Rusia había entrado en cesación de pagos de su deuda. Los salarios de empleados del sector público y las pensiones se pagaban, con suerte, con meses de atraso. La infraestructura básica se desmoronaba. Los bienes más preciados de la nación estaban en manos de un manojo de “oligarcas” bien conectados que manejaban el país como un feudo privado.

El otrora poderoso ejército ruso había perdido la guerra en Chechenia, un lugar con menos habitantes que el número de soldados rusos.

Ademas, tres antiguos aliados del Pacto de Varsovia se habían afiliado a la OTAN, llevando la alianza de Occidente hasta las fronteras de Rusia.

Entretanto, el país era conducido por Yeltsin, un borracho irascible en frágil estado de salud. La situación era apremiante, pero Putin tenía un plan.

“No puedo abarcar todas las tareas que enfrenta el gobierno en este discurso. Pero de una cosa estoy seguro: ninguna de esas tareas pueden realizarse sin la imposición de un orden y disciplina básicos en este país, sin el fortalecimiento de la cadena vertical”, manifestó a los parlamentarios congregados.

Nacido en Leningrado, en 1952, Putin se crió en los años de oro de la Unión Soviética, el período después del espectacular triunfo de la URSS en la Segunda Guerra Mundial.

Sputnik, la bomba de hidrógeno, la perra Laika y Yuri Gagarin eran testimonio del ingenio soviético. Las apabullantes intervenciones en Hungría, en 1956, y Checoslovaquia, en 1968, fueron una muestra de su determinación.

Los ciudadanos soviéticos gozaban de un período de paz y prosperidad. La vida era estable. La gente recibía su salario. Cada quien estaba en su puesto. El mundo los repetaba.

Cuando Putin habló ante la Duma, su patria era otro lugar, caído en desgracia ante el resto. Hablaba como un hombre que añoraba las épocas cuando Moscú era tomada en serio. No lo mencionó de manera explícita pero claramente estaba golpeado por la inhabilidad rusa de evitar que la OTAN explusara las fuerzas de su aliado, Serbia, de Kosovo hacía unos pocos meses.

…. a omnipresente

“Rusia ha sido una gran potencia durante siglos y aún lo sigue siendo. Siempre ha tenido y tendrá zonas de interés legítimo…No deberíamos bajar la guardia en este aspecto ni permitir que nuestra opinión sea ignorada”, dijo.

u política interna era restaurar la estabilidad, frenar lo que llamó las “revoluciones” que habían hundido a Rusia. Su política exterior era recuperar el lugar de Rusia en los asuntos mundiales.

Esos dos objetivos fundamentales han dirigido todo lo que ha hecho desde entonces. Si lo hubieran escuchado, ninguna de sus medidas los hubiera tomado por sorpresa.

Desde entonces, se ha aferrado de cuanta oportunidad le ha brindado la historia -desde los ataques del 11 de septiembre de 2001 hasta la revolución en Ucrania de 2013- para concretar sus metas. Ha sido tácticamente astuto y despiadadamente oportunista.

Tanto en el interior como en el exterior, quiere que Rusia recupere el prestigio que tenía cuando crecía.

El lugar obvio para iniciar esta campaña fue Chechenia, el símbolo del colapso de Rusia. Los chechenos derrotaron la campaña de Yeltsin de aplastar su independencia autodeclarada, pero resultó ser una victoria amarga. La guerra devastó el pueblo, la economía y la infraestructura de Chechenia. El territorio se convirtió en un antro de secuestros, violencia y crimen sin que nadie -hasta que llegó Putin- hiciera algo al respecto.

Finalmente, para los acongojados rusos patrióticos, aquí tenían a un hombre no solamente capaz de pagar sus pensiones, sino preparado para ensuciarse las manos defendiendo a la patria. Al cambio del milenio, cuando Yeltsin abandonó la presidencia y designó a Putin como su sucesor, los índices de aprobación del desconocido primer ministro superaban el 70%, un nivel que ha bajado poco desde entonces.

Grupos de los derechos humanos y algunos gobiernos de Occidente acusaron a Putin de violar la ley rusa e internacional en la cacería de sus opositores chechenos. (El Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha fallado contra Rusia en 232 casos de “derecho a la vida”, efectivamente señalando a Rusia de asesinatos continuos durante la campaña chechena). Pero eso no ha mermado la popularidad de Putin.

En Chechenia, murieron cientos de soldados y miles de civiles. Centenares de miles de chechenos huyeron buscando asilo fuera de Rusia, pero la integridad territorial se conservó y Putin inició su tarea de recuperar el prestigio ruso.

Después del 11 de septiembre de 2001, Putin reformuló su campaña en Chechenia como parte de la guerra global contra el terrorismo, acallando así a la crítica internacional por la conducta de sus tropas.

Se acercó brevemente al presidente estadounidense George W. Bush -quien inclusive afirmó haber avistado el alma de Putin- hasta que la guerra en Irak los volvió a apartar.

En Irak, Putin insistió en el cumplimiento de la ley internacional; ninguna invasión podría realizarse sin la aprobación del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y esa aprobación no estaba a la mano.

… y domésticas

Internamente, aplastó a los oligarcas más poderosos, primero aquellos que controlaban los medios, doblegando así la animada escena televisiva y, luego, en 2003, arrestó a Mijáil Khodorkovsky, el hombre mas rico del país.

Su compañia petrolera fue desmenuzada y comprada por una empresa estatal. Jorokovsky fue encarcelado en un proceso tan indignantemente predeterminado que Amnistía Internacional lo declaró un prisionero de consciencia.

“Creo que quedó absolutamente claro, cuando arrestaron a Khodorkovsky, que Putin no iba detrás de los oligarcas para reafirmar el poder de la sociedad democrática civil sobre esos titanes. Él lo hacía como parte del plan para construir un régimen autoritario”, opina Chrystia Freeland, que era editora en jefe de la oficina en Moscú del diario Financial Times cuando Putin llegó al poder y ahora es diputada liberal en el Parlamento de Canadá.

Freeland también es una de los 13 canadienses a quienes se les prohibió la entrada a Rusia por la respuesta de Canada a la imposición de sanciones contra funcionarios rusos.

Putin mantuvo un férreo control sobre las elecciones parlamentarias a finales de 2003 y sus aliados obtuvieron dos terceras partes de la Duma. Elogió el proceso como un paso hacia el “fortalecimiento de la democracia”, un proceso al que los observadores de la Organización de Seguridad y Cooperación Europea tildaron de “abrumadoramente distorsionado”.

En apenas cuatro años, Putin había aplastado a Chechenia, dominado los medios libres y a los oligarcas, ganado una mayoría parlamentaria que le permitía hacer lo que quisiera y demostrado que Rusia tenía una voz fuerte en asuntos internacionales.

“Él dice lo que piensa y hace lo que dice -por lo menos con mayor frecuencia que ninguno de los otros políticos o estadistas contemporáneos. Los analistas y políticos de Occidente siempre tratan de encontrar un fondo falso a sus declaraciones y frecuentemente no lo encuentran. Eso se puede aplicar a muchos otros líderes soviéticos, incluyendo Stalin -por lo menos antes y durante la Segunda Guerra Mundial”, sostiene Dmitry Linnik, jefe de la oficina en Londres de la emisora La Voz de Rusia.

La ideología

“Él es un nacionalista -en el sentido del país ruso, no de la etnia rusa. Esa es su mayor fuerza conductora, creo yo, no una sed de poder ni ambición personal”.

Pero Freeland no está de acuerdo.

“Creo que ha tomado una serie de decisiones, de manera muy racional desde su estrecho punto de vista, que le dan en este tipo de régimen autocrático la mayor cantidad de poder y riqueza personal”, argumenta.

Pero faltaba algo para que el mundo de su infancia fuera completo: la ideología.

Putin restauró los símbolos soviéticos: el himno nacional y los emblemas y elogió el triunfo soviético en la Segunda Guerra Mundial. Pero también adoptó algunos objetivos de la era presoviética.

Se acercó a la Iglesia Rusa Ortodoxa y mencionó a filósofos antisoviéticos como Ivan Ilyin, cuyos restos repatrió a Rusia y enterró con honores.

Esa tendencia hacia una forma exclusiva de conservadurismo de Rusia se aceleró después de la ola de protestas contra el fraude electoral que estalló en Moscú entre 2011 y 2012 y que enemistó a Putin con los liberales rusos.

Contradicciones en su círculo cercano

Entre sus ideólogos favoritos está Vladimir Yakunin, un viejo amigo y compañero de la KGB, creyente ortodoxo, y que ahora es el jefe del sistema de ferrocarriles rusos, una de las compañías más estratégicas y significativas.

“Rusia no está entre Europa y Asia. Europa y Asia están a la izquierda y a la derecha de Rusia. No somos un puente entre ellos, sino un espacio de civilización separado, donde Rusia une las comunidades del este y el oeste”, dijo Yakunin en una entrevista reciente con la agencia rusa Itar-Tass.

La semana pasada, supo que su nombre estaba en la lista “de los miembros más cercanos al círculo de liderazgo de Rusia” que Estados Unidos elaboró para aplicar sanciones tras la anexión de Crimea.

La idea de que Rusia esté separada pero no equiparada a occidente le conviene, puesto que le permite al Kremlin rechazar las críticas de Occidente de que sus elecciones, sus sentencias judiciales y su política exterior son parcializadas e irrelevantes.

Muchos de los amigos de Putin, pese a ser críticos con las políticas, los valores, las estructuras y la economía occidental, están muy apegados a sus comodidades. Los dos hijos de Yakunin viven en Europa occidental, uno en Londres y el otro en Suiza, y sus nietos están siendo educados allí.

Según el activista contra la corrupción Alexei Navalny, el propio Yakunin se ha construido un palacio a las afueras de Moscú con piedra caliza y materiales llevados de Alemania, algo extraño en un hombre que se supone que aboga por crear una economía rusa independiente de Occidente.

Los principios de Putin

Putin también abrazó algunos principios que después dejó de lado cuando vio que no le valían.

En 2003 en Irak, hizo una defensa pública del derecho internacional en la que se oponía a una eventual invasión sin el visto bueno de Naciones Unidas.

En Georgia, en 2008 envió tropas sin ni siquiera tratar de consultarlo en el Consejo de Seguridad.

El año pasado no se planteaba la intervención en Siria. Y este año, justifica la intervención en Ucrania y la considera indudablemente legítima.

Debe ser que los principios nunca han sido un problema y que el objetivo de Putin ha sido siempre maximizar el poder de Rusia y desafiar los intentos de Occidente de controlar su país.

“Tenemos todas las razones para asumir que la infame política de contención llevada a cabo en los siglos XVIII, XIX y XX sigue vigente hoy. Tratan continuamente de acorralarnos porque tenemos una posición independiente”, afirmó Putin en un discurso este mes, al anunciar la anexión de Crimea.

En esa alocución repitió los puntos de 1999, pero con 15 años de resentimiento adicionales.

“Si comprimes el muelle hasta su límite, regresará a su posición incial de manera violenta. Recuérdalo siempre”.

Grupo clave de colaboradores

No es fácil rediseñar un país por tu cuenta y Putin necesitó la ayuda de un grupo clave de la sociedad rusa. Mientras que aplicó mano dura contra periodistas independientes, hombres de negocios y políticos, se apoyó en autoridades estatales para asegurarse de que sus ideas se implementan.

Y han sido muy bien recompensados por su ayuda. Los salarios para los más altos funcionarios aumentaron el año pasado en un 20%, una cifra que se cuadruplicó en los presupuestos generales.

El atracón de gastos de Putin significa que, para conseguir el equilibrio presupuestario, el crudo Brent ahora debe rozar los US$117 por barril, más de cinco veces el nivel de 2006, según el análisis de Deutsche Bank.

Pero ni siquiera eso es suficiente para los más altos funcionarios. El ministro del Interior, Vladimir Kolokontsev, dijo la semana pasada que en 2013 el precio del soborno medio en el país se duplicó a los US$4.000.

El año pasado, Transparencia Internacional situó a Rusia en el número 127 del Índice de Percepción de Corrupción, un lugar que le pone a la altura de países como Paquistán, Mali y Madagascar.

“Putin se ha descalificado a sí mismo al destruir todas las fuertes independientes del poder en Rusia. Ahora sólo puede confiar en la burocracia y debe seguir aumentando sus fondos para asegurarse las lealtades“, asegura Ben Judah, el autor británico del libro El Imperio Frágil, un estudio de la Rusia de Putin.

“Al final, el dinero se acabará y entonces se encontrará en la misma posición que los líderes soviéticos a finales de 1980, cuando se vieron obligados a enfrentar la crisis política y económica mientras trataban de mantener unido su país. Ahora parece fuerte, pero su Kremlin está construido en algo que Rusia no puede controlar: el precio del petróleo”, afirma Judah.

La Rusia de su infancia

Putin ha conseguido construir una versión del país de su infancia que puede actuar de forma independiente en el mundo y en el que la disidencia se controla y el poder del Kremlin no lo desafía nadie. Pero es una espada de doble filo porque la Unión Soviética se desmoronó por un motivo y una Rusia creada a su imagen y semejanza se arriesga a compartir ese destino.

Según Vladimir Bukovsky, un disidente que pasó una década en prisión en la era soviética antes de exiliarse en Occidente en 1976, Putin es totalmente sincero cuando dice que la desintegración de la Unión Soviética fue una “catástrofe geopolítica”.

“No entiende que el colapso soviético fue predeterminado, por lo tanto, cree que su misión es restaurar el sistema soviético lo antes posible”, dice.

Bukovsky considera que, como oficial de rango intermedio de la KGB que amaba la Unión Soviética, Putin careció de la perspectiva de los del alto mando, que sabían perfectamente que el desplome vino dado por el peso de su propia ineficiencia en lugar de por un complot occidental.

“Eso lo lleva exactamente a… repetir los mismos errores. Quiere que todo su país sea controlado por una persona del Kremlin, lo que lo va a llevar al desastre”, dice.

La decisión de Putin de invadir Crimea fue tomada de forma rápida e impulsiva por un pequeño grupo de sus favoritos en el alto mando.

Eso significa que Putin no tiene a nadie que le advierta de las consecuencias de sus acciones a largo plazo y hasta que se dé cuenta por sí mismo, seguirá con este rumbo, lo que implica que la relación con Occidente seguirá siendo incómoda, especialmente en áreas que considera ser su “zona de legítimo interés”.

Pero no podemos decir que no estaba advertido.

Oliver Bullough
Para BBC *

*Oliver Bullogh es editor para el Cáucaso del Instituto de Información de Guerra y Paz (IWPR, en inglés). Su último libro, “El último hombre en Rusia”, detalla el declive demográfico ruso.

En: BBC

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Transnistria solicita adhesión a la Federación Rusa

El Comandante Supremo de la OTAN, general Philip Breedlove, advirtió a Rusia contra todo intento de «anexar» Transnistria.

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En ocasión del referéndum de autodeterminación realizado en Crimea, la bellísima ministra de Relaciones Exteriores de Transnistria, Nina Shtanki (ver imagen), saludó el resultado obtenido en la península y recordó que, el 17 de septiembre de 2006, el 97,2% de la población de Transnistria también se pronunció por la adhesión a la Federación Rusa.

El presidente del Parlamento de Transnistria, Mijaíl Burla, ya escribió a su homólogo ruso para solicitar la adopción de una ley que apruebe la adhesión de Transnistria a la Federación Rusa, como acaba de hacerse en el caso de Crimea.

El presidente de Moldavia, Nicolae Timofti, solicitó a la Unión Europea que acelere la firma de un acuerdo de asociación para hacer irreversible el estatus jurídico de Transnistria como parte del territorio de Moldavia.

El presidente de Transnitria, Evgueni Chechtchuk, viajó a Moscú para conversar sobre la situación de los rusófonos de su país a raíz del cierre de la frontera ucraniana decretado por Kiev.

Moldavia proclamó su independencia el 19 de agosto de 1990. Como en el caso de Crimea, territorio agregado a Ucrania en el plano administrativo, el territorio de Transnistria dependía de Moldavia.

El 1º de septiembre de 1990, o sea sólo una semana después de la proclamación de independencia de Moldavia, la República de Transnistria se proclamó a su vez independiente de Moldavia. Pero Moldavia fue aceptada como miembro de la ONU mientras que, 24 años después, Transnistria sigue viviendo en condiciones de Estado autoproclamado pero no reconocido por la ONU.

En junio de 1992, la OTAN quiso resolver el asunto recurriendo a la fuerza, y provocando así la muerte de más de 1 000 personas, pero tuvo retroceder ante la resistencia armada de la población de Transnistria [1]. Desde entonces, una fuerza de paz de Rusia garantiza la seguridad de ese territorio.

[1] «En 1992, Estados Unidos trató de aplastar militarmente la Transnistria», por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 17 de abril de 2007.

En: redvoltaire

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Asamblea de la ONU califica de “inválido” referendo de Crimea

En una resolución apoyada por 100 países y que contó con apenas 11 votos en contra, se invita a no reconocer un cambio en el estatus territorial de Ucrania.

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Cien países votaron este jueves (27.03.2014) a favor de una resolución que declara inválido el referendo de Crimea, donde más del 97 por ciento de la ciudadanía aprobó una anexión a Rusia, desligando así al territorio de Ucrania. La resolución, que no es vinculante y que en la práctica es simbólica, se analizó en la Asamblea General de Naciones Unidas y contó con 11 votos de rechazo y 58 abstenciones. Algunos países miembro de la ONU no participaron.

Diplomáticos occidentales dijeron a la agencia Reuters que la cantidad de votos a favor fue mucho mayor a la esperada, pese a lo que calificaron como un agresivo lobby por parte de Moscú para rechazar la moción. Para otras fuentes citadas por la misma agencia, una votación de 80 o 90 países a favor habría sido ya un éxito, y a juicio de ellos el resultado muestra el poco apoyo activo que tiene Moscú en el planeta.

Lo que se votó fue un texto similar a otro vetado anteriormente por Rusia en el Consejo de Seguridad, que estima que los comicios en Crimea no tienen “validez y no pueden formar la base de ninguna alteración del estatus de la República Autónoma de Crimea o la ciudad de Sebastopol”. Asimismo, el documento –que no menciona a Rusia– dice que la Asamblea General “llama a todos los estados, organizaciones y agencias especializadas a no reconocer ninguna alteración del estatus”.

Imposible menospreciar la voluntad

Aunque en la práctica no significa nada concreto en la actual situación de Crimea, la declaración es considerada por diplomáticos como una fuerte señal política sobre la falta de apoyo que ha cosechado Rusia tras su invasión. También afirmaron que la fuerte presión que ejercieron los enviados rusos para convencer a otros Estados es una muestra de la seriedad que tenía el asunto para Moscú.

“Fuimos testigos de la más grave violación del derecho internacional”, afirmó durante la sesión el ministro de Exteriores del gobierno interino de Ucrania, Andrei Deschitsa. “Esta agresión fue preparada y planificada, aunque no existía el menor motivo”, agregó el ministro, que aseguró que su país buscó un acercamiento a Rusia. “Cuando les propusimos un acuerdo militar, Moscú lo rechazó. Dijeron que era absurdo que alguien atacase Ucrania”, explicó el político ucraniano.

En tanto, el embajador ruso ante la ONU, Vitali Churkin, se remitió a hablar del referéndum de Crimea. “Una impresionante mayoría votó a favor de la adhesión a Rusia. No podíamos menospreciar la voluntad del pueblo”, explicó. Churkin acusó al gobierno de Kiev de no tener el país bajo control y aseguró que la violencia domina la política. “Por el contrario, nosotros rechazamos toda confrontación”, afirmó. Entre los votos prorrusos estuvieron Bolivia, Venezuela, Corea del Norte, Nicaragua y Zimbabue.

DZC (dpa, Reuters, Europa Press)

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Treinta y cinco naciones promulgarán leyes sobre seguridad nuclear. Rusia y China se negaron a firmar los acuerdos

El acuerdo aceptado por 35 de las 53 naciones participantes fue calificado como el mayor logro de la Cumbre sobre Seguridad Nuclear, que se celebra en la Haya.

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LA HAYA.- Un total de 35 países se han comprometido a promulgar, en cumplimiento con normas internacionales sobre seguridad nuclear, una medida destinada a impedir que el material nuclear caiga en manos de terroristas.

La iniciativa también compromete a los firmantes a abrir sus procedimientos de seguridad a una revisión independiente, lo que significa un paso más hacia la creación de un marco legal para desbaratar el terrorismo nuclear, dijeron en una declaración conjunta Estados Unidos, Holanda y Corea del Sur

El acuerdo, aceptado por 35 de las 53 naciones que participan fue calificado por los expertos como el logro más significativo de la Cumbre sobre Seguridad Nuclear, celebrada en La Haya.

El secretario de energía de Estados Unidos, Ernest Moniz, dijo que las normas acordadas son lo que más se acerca a pautas internacionales para la seguridad nuclear, aunque los expertos advirtieron que falta que más naciones se sumen a la iniciativa, especialmente Rusia.

Entre las naciones que aceptaron la iniciativa se encuentran Francia, Gran Bretaña, Canadá e Israel. No lo han hecho Rusia, China, India y Pakistán.

A lo largo de tres cumbres desde que el presidente estadounidense Barack Obama lanzó la iniciativa en el 2010, las naciones que tienen suficiente material como para construir un arma nuclear se han reducido de 39 a 25.

La próxima cumbre se realizará en 2016 en Chicago, anunció Obama.

En: Elfinanciero

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‘La nueva alianza entre Rusia y China cambiará el equilibrio de fuerzas en el mundo’

Europa y EE.UU. están llevando a cabo una política de aislamiento contra Rusia, mientras que China aboga por la cooperación con Moscú. Como resultado, Pekín y Moscú pueden cambiar por completo el equilibrio de poder mundial, según ‘Der Spiegel’.

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El diario alemán señala que Rusia y China “se preparan para firmar un nuevo acuerdo de cooperación político-militar”, el cual daría la plataforma necesaria para generar un reequilibrio de fuerzas a nivel mundial.

Por un lado, en la votación del Consejo de Seguridad de la ONU sobre la resolución acerca del referéndum en la península de Crimea, China se abstuvo. Por otra parte, el periódico publicado por el Comité Central del Partido Comunista ‘Renmin Ribao’ (‘Diario del Pueblo’) escribió hace pocos días en su editorial que sobre Ucrania “se cernía el espíritu de la Guerra Fría”, por lo cual “el acercamiento estratégico entre China y Rusia se convierte en un ancla de estabilidad global”, informa el rotativo alemán en un artículo del periodista Uwe Klussmann.

Además, la publicación china hace la siguiente reflexión: “Rusia, liderada por Vladímir Putin, hizo que Occidente se diera cuenta de que en una guerra fría no hay vencedores”. Mientras tanto, el punto de vista del gigante asiático sobre la correlación de fuerzas en el mundo queda claro al leer otro periódico chino, el ‘Global Times’, donde aseguran que “en comparación con Rusia y Putin, EE.UU. y Europa parecen tigres de papel”.

‘Global Times’ también sostiene que Occidente “subestimó las intenciones de Rusia de defender sus intereses fundamentales en Ucrania”. En cuanto a la estrategia de Occidente destinada a apoyar al autoproclamado Gobierno ucraniano prooccidental, aseguran que no funciona y “conduce al caos, ante el cual Occidente no tiene ni la fuerza ni la sabiduría” para solucionarlo. Por lo tanto, en lo referente a Ucrania, los países occidentales están destinados a un fiasco, sostiene el periódico.

En: RT

Imagen: RT RIA Novosti

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Rusia: ¿será Transnistria la próxima Crimea?

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La anexión de Crimea a Rusia ha provocado que algunos se pregunten si ahora los planes de Moscú incluyen otras antiguas repúblicas soviéticas.

Redacción
BBC Mundo

La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) advirtió el domingo que está particularmente preocupada por la región de Transnistria, un territorio separatista ubicado al oriente de la República de Moldavia, en la frontera occidental de Ucrania.

El comandante supremo de la OTAN en Europa, general Philip Breedlove, declaró que la presencia militar de Rusia cerca de la frontera de Ucrania es de enorme magnitud y disposición.

Transnistria declaró su independencia en 1990 y es gobernada por una administración de habla rusa, pero la República de Moldavia y la comunidad internacional no reconocen su autoproclamada autonomía.

Rusia, sin embargo, mantiene una fuerza de unos 1.000 soldados en el territorio desde 1992 y dice que esto cumple con los acuerdos internacionales.

Después de los eventos en Crimea, el gobierno proruso de Transnistria envió una solicitud a Móscu expresando sus deseos de unirse también a la Federación Rusa.

Por eso la advertencia de la OTAN.

clic Lea: Drama y dolor en Ucrania al perder una base aérea en Crimea

“Grande y dispuesta”

“La fuerza (rusa) que ahora está en la frontera oriente de Ucrania es muy muy grande y está muy muy dispuesta” dijo el general Breedlove en un evento en Bruselas.

“Tienen una fuerza absolutamente suficiente colocada en la frontera oriental de Ucrania capaz de desplazarse rápidamente a Transnistria si se toma la decisión. Y eso es muy preocupante”.

“Rusia está actuando como un enemigo y no como un socio”, dijo.

Rusia por su parte niega tener más planes de expansión.

El viceministro de Defensa ruso Anatoly Antonov, dijo el domingo a la agencia rusa Itar-Tass: “El ministerio de Defensa ruso stá cumpliendo con todos los acuerdos internacionales que limitan el número de tropas en las zonas fronterizas con Ucrania”.

Y antes, el embajador ruso para la Unión Europea, Vladimir Chizhov le dijo a la BBC que la “reunificación” con Crimea no había sido planeada pero que ese es el fin de una “anormalidad” que duró 60 años.

Chizhov también señaló que Moscú no tiene una “visión expansionista” y que “nadie debe temer Rusia”.

Pero en Transniestra, una franja estrecha de tierra entre el río Dniéster y la frontera occidental de Ucrania, reina el nerviosismo, como explica Humphrey Hawksley, enviado especial de la BBC en la capital, Tiraspol.

“Este es un pequeño Estado no reconocido que vive en una era del pasado” dice.

“En las calles hay equipos de trabajadores plantando flores. Una estatua de Lenin se yergue en la plaza principal y una bandera nacional rojo y verde con un pequeño martillo y una hoz amarillos ondea en el techo de un feo edificio parlamentario, conocido como el Supremo Soviético”.

El corresponsal agrega que “esta semana el Supremo Soviético envió una solicitud oficial a Moscú indicando que, dados los hechos en Crimea, deseaban que se le permitiera a Transnistria unirse a la Federación Rusa. Pero no ha habido celebraciones y ni siquiera un anuncio”.

Situación “confusa”
Anna es madre de dos niños y vive en Tiraspol. Dice que en los últimos meses la situación en el territorio ha empeorado.

“La situación es confusa” dice. “Si tuviera que elegir, elegiría a Europa. Pero hay muchas cosas que aquí son mejores. Hay más oportunidades en Rusia. Los salarios son similares, pero nuestras pensiones son mucho más altas: casi US$180 al mes, comparadas con US$75 en la República de Moldavia” señala.

“Y el gas aquí es mucho, mucho más barato” agrega.

Transnistria, cuyo nombre oficial es República Moldava Pridnestroviana, es una región árida agrícola donde abundan los puntos de control manejados por tropas rusas, que también se encargan de controlar los puestos de inmigración en la frontera con Moldavia.

Es hogar de unas 300.000 personas.

No lejos de la ordenada tranquilidad de Tiraspol, está Chisinau (anteriormente por su denominación en ruso, Kishinev), la capital de la República de Moldavia.

Aunque la distancia geográfica entre Tirsapol y Chisinau es corta, dice Humphrey Hawksley, ésta última “presenta todas las diferencias de una nueva democracia de mercado, con tráfico caótico, salas de venta de autos de lujo y calles salpicadas de baches, todo mezclado en el país más pobre de Europa”.

Su ambición es convertirse en miembro de la Unión Europea pero algunos temen que Rusia intentará evitarlo con la anexión de Transnistria.

Oazu Nantoi es político veterano de la época del colapso soviético. “Si Putin continúa avanzando n Ucrania, particularmente a lo largo del Mar Negro hasta Odessa, donde hay vínculos con Transnistria, veríamos un escenario muy triste” dice.

“Si se detiene en Crimea, entonces tendremos posibilidad de sobrevivir”.

Algunos temen, sin embargo, que los hechos en Ucrania se repitan en la República de Moldavia.

El primer ministro Iruie Leanca quiere firmar, lo más pronto posible, un acuerdo de asociación con la Unión Europea similar al que desató las violentas protestas en Kiev que condujeron al derrocamiento del presidente Víktor Yanukóvich.

Su objetivo es unirse a la UE en 2019. Y también desea consolidar la posición de Moldavia en la OTAN, a pesar de su política oficial de neutralidad militar.

Pero Leanca, quien se graduó en una de las universidades élite para diplomáticos en Moscú, sabe lo que le espera si llegara a enfrentarse de forma directa con el poder de Rusia.

“Mi propia experiencia me dice que hay que tener un diálogo muy bueno e intenso con Rusia. Y entre más podamos discutir más progreso veremos” dice el primer ministro moldavo.

“En una situación como la nuestra, no hay otra alternativa más que el diálogo”.

En: BBC Mundo

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Presentadora de la TV rusa critica acción de Rusia en Crimea

Uno siempre mira con cierta desconfianza como este medio funciona como propaganda rusa, sin embargo, lo sucedido ayer, sea preparado o no, demuestra lo que un verdadero periodista debe hacer. Parece que no le irá bien luego de esto…le recomiendo que se compre un abrigo con los rublos de su liquidación, porque debe hacer un frío en Siberia.

“El hecho de que yo trabaje aquí, para RT, no significa que no tenga independencia editorial y que no pueda expresar con palabras que estoy firmemente en contra de cualquier intervención militar en los asuntos de naciones soberanas. ‘Lo que Rusia hizo está mal’.”

http://www.youtube.com/watch?v=dVolrGNba5E

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De locos: El jefe de la Marina de Ucrania deserta y asume el mando de la Armada prorrusa

Ucrania ha despedido al jefe de la Armada, el contralmirante Denis Berezovski, por negarse a hacer frente a los rusos en la localidad de Sebastopol, en la república autónoma Crimea. Así lo ha comunicado el Consejo de Seguridad de Ucrania, que le ha acusado de entregar un cuartel a unos soldados rusos que rodearon sus instalaciones. Se da la circunstancia de que Berezovski había sido designado ayer al frente de las fuerzas navales ucranianas mediante un decreto del presidente interino del país, Alexandr Turchinov.

El primer ministro prorruso de Crimea, Sergei Axionov, ha anunciado la creación de la Marina de Guerra de esta república autónoma, informó la agencia rusa Interfax. Axiónov, nombrado hace tres días por el Parlamento regional y que no ha sido reconocido por las autoridades de Kiev, añadió que al mando de esta Armada estará el propio contralmirante Denis Berezovski.

Banderas rusas en Simferopol (Crimea)

Mientras la gente sale a la calle en Simferopol, la capital de la región autónoma, con banderas rusas, Berezovski ha jurado hoy fidelidad al pueblo de Crimea, según las agencias rusas: “Yo, Berezovski Denis Valentinovich, juro fidelidad al pueblo crimeo y prometo defenderle como lo exige el reglamento”, proclamó en una conferencia de prensa en Sebastopol, puerto principal de la península.

En las últimas horas y coincidiendo con el recrudecimiento de la tensión en Crimea ante la intervención rusa en esa república autónoma, los medios rusos están informando sobre supuestas deserciones en masa de militares ucranianos. Pero desde Kiev el Ministerio de Defensa negó hoy este extremo y tachó de “provocaciones” las informaciones que en ese sentido difunden algunos medios.

“Tampoco se corresponden con la verdad las informaciones acerca de que los militares ucranianos se están dando masivamente de baja de las Fuerzas Armadas”, afirma un comunicado, que asegura que lo que sucede es que los militares ucranianos se niegan a cumplir las exigencias de entregar sus armas en las unidades de las Fuerzas Armadas ucranianas en Crimea, que están bloqueadas por hombres armados”. Sí se intenta mediante negociaciones “impedir el derramamiento de sangre”.

Un portavoz de las autoridades prorrusas de Crimea citado hoy por la agencia rusa Interfax ha dicho que “en las últimas veinticuatro horas una decena de buques de la Flota ucraniana del mar Negro han abandonado la base de Sebastopol”, lo que también ha sido desmentido por el Gobierno ucraniano. Algunos analistas ucranianos están denunciando que medios rusos utilizan imágenes de gente saliendo hacia Polonia para ilustrar esa supuesta huida de ucranianos a Rusia.

Kiev moviliza a sus reservistas ante la agresión

Mientras tanto, hoy, Ucrania ha empezado a movilizar a sus reservistas ante la situación de caos que se vive en Crimea. Así lo anunciaba el jefe del Consejo de Seguridad Nacional, Andrei Paruby. El plan es “llamar a todos los que puedan ser necesitados por las fuerzas armadas para garantizar la seguridad y la integridad territorial de Ucrania”.

Justamente ayer, el ejecutivo de Kiev puso a sus fuerzas en estado de máxima alerta, después de que Rusia aprobara dar luz verde a un despliegue de tropas en la península de Crimea.

En: elmundo.es

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Cinco claves para entender lo que ocurre en Crimea

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(CNN) — Justo cuando parecía que Ucrania se estaba estabilizando tras el derrocamiento del presidente prorruso, Víktor Yanukóvich, las tensiones volvieron a encenderse en Crimea, la parte meridional del país en donde prevalece un firme apoyo a Rusia.

Hombres armados tomaron los edificios del gobierno regional en Crimea e izaron la bandera rusa esta semana. “Crimea es Rusia”, coreaban los manifestantes, mientras sus opositores les respondían: “Crimea no es Rusia”.

Recopilamos cinco datos para explicar Crimea y por qué la península se está volviendo un punto álgido:

1. Crimea no es parte de Rusia legalmente, pero lo fue

El gobierno ruso ha estado interesado en Crimea desde hace cientos de años gracias a sus ricas tierras agrícolas y su acceso al mar Negro. Rusia cedió Crimea a Ucrania en 1954, cuando ambos países pertenecían a la Unión Soviética. Luego del colapso de la Unión Soviética en 1991, algunas personas de la región deseaban que Crimea se separara de Ucrania y volviera a formar parte de Rusia, pero los legisladores de Ucrania y Crimea decidieron en una votación que seguiría siendo parte de Ucrania.

2. Muchos rusos siguen viviendo en Crimea

Actualmente hay tres grupos principales en Crimea: las etnias ucranianas del norte, las rusas en el sur y los tártaros, en el centro. Los tártaros representan entre de un 15% a un 20% de la población y sufrieron mucho durante el gobierno de Stalin, en la era soviética. Son los “opositores más acérrimos de la anexión a Rusia”, dijo Alexander Motyl de la Universidad Rutgers en una audiencia que se celebró la semana pasada ante el Consejo de Relaciones Exteriores de Estados Unidos.

3. Parte de la Armada rusa tiene bases en Crimea

Cualquier discusión sobre la importancia que Crimea tiene para Rusia pronto toca el tema de la Flota del Mar Negro. La Armada rusa tiene una base en la ciudad de Sebastopol, en el mar Negro, desde hace 230 años. Los barcos y submarinos que están en esa base, al norte de Turquía, pueden llegar al Medio Oriente y a los Balcanes.

Un experto del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos afirmó que se puede exagerar la importancia de la Flota del Mar Negro, la menor de las cuatro flotas navales de Rusia en el mar Negro, y que Rusia está expandiendo el puerto de Novorosíisk y trasladando navíos militares al lugar, de acuerdo con Christian Le Mière.

Sin embargo, es claro que Sebastopol sigue siendo importante para Rusia. En 2010, el gobierno ruso llegó a un acuerdo con Ucrania respecto al gas natural a cambio de que el gobierno ucraniano prolongara el arrendamiento de la base de la Armada rusa en Ucrania.

4. Crimea ha sido un jugador central en la historia mundial

Durante la Guerra de Crimea de la década de 1850 Florence Nightingale, la precursora de la enfermería moderna, fue conocida como la Dama de la lámpara porque cuidaba de los soldados heridos en la guerra que libraban Gran Bretaña, Francia y la Turquía otomana contra Rusia.

Varias generaciones de estudiantes británicos han memorizado el poema The Charge of the Light Brigade (La carga de la brigada ligera) de Tennyson, que data de esa época. El poema conmemora un error garrafal que cometieron las tropas británicas: atacaron una posición rusa equivocada y los masacraron. “Theirs not to reason why, theirs but to do and die”(Ellos no les corresponde preguntarse las razones, a ellos les corresponde solo obedecer y morir).

5. No olviden Yalta, desde luego

Cuando la Segunda Guerra Mundial se acercaba a su final, en 1945, los líderes aliados —Franklin D. Roosevelt, presidente de Estados Unidos; Winston Churchill, primer ministro de Gran Bretaña, y José Stalin, líder soviético— se reunieron para dividir Europa. Esa reunión fue el antecedente de la Guerra Fría y se celebró en la ciudad turística de Yalta, en Crimea.

Ben Brumfeld contribuyó con este reportaje.

En: cnn mexico

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