El útero de marita, una historia que pocos conocen

Hace unos días quedé sorprendido luego de ver un programa nocturno de TV. La noticia fue la reaparición del ex banquero Leandro Reaño (a quien Carlos Alvarez inmortalizara en la década de los 90’s con la famosa frase: “Quítame la cámara!”) caminando por Miraflores. ¿Acaso este hombre no había muerto luego del escándalo en el que estuvo envuelto allá por los sórdidos comienzos de los noventa?

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Centroderecha: médico legista Víctor Maúrtua en exhumación con finalidad de encontrar un útero que demostraría la comisión de otro delito, el de aborto. El útero simplemente desapareció. Las sesiones inclusive fueron televisadas en vivo. Amarillismo puro.

Una mañana de agosto de 1990 las primeras planas de los periódicos limeños y las ediciones matutinas de los noticieros daban cuenta de la aparición del cadáver de una mujer joven desnuda quien con una biblia en la mano, yacía cerca a la piscina ubicada sobre la terraza del prestigioso Sheraton Lima Hotel & Towers en el centro de Lima. La desventurada señorita se llamaba Marita Alpaca Raa, una joven y simpática mujer de 33 años.

Luego de su extraña muerte, la mujer había quedado en la morgue de Lima como una NN (cuerpo no identificado, sin nombre). Sin embargo, luego de ser publicada la foto “más humana” de la víctima en los periódicos, su madre la reconoce y comienza uno de los escándalos mediáticos más morbosos y negros de la historia peruana.

La noticia cundió como una pandemia mediática al estar involucrados un alto directivo de una institución bancaria y una desconocida mujer quienes, al parecer, mantenían una relación prohibida para algunos. Reaño era un hombre reservado y sin ánimos de ser enfocado por el ojo público. Era el gerente del Banco de Comercio y heredero de negocios derivados de la actividad minera. Por otro lado, y por sus características físicas muy favorecidas, Marita Alpaca Raa era considerada una mujer agradable, trabajadora y empeñosa que ejerció diversos oficios como demostradora, vendedora, azafata además de dominar varios idiomas. Reaño sostuvo que Marita se había suicidado arrojándose ella misma por la ventana del hotel, mientras que los fiscales aseguraban que ella había sido golpeada y muerta dentro de la habitación para luego ser arrojada por la ventana. Sin embargo se desconocía si la causa de muerte fue dentro de la habitación o fue producto de la caída misma.

La historia

Considero que una mejor forma de presentar la historia es visualmente de manera que usted, estimado visitante, no se atosigue con tanta letra. A continuación, veremos un episodio relacionado al caso que es parte de la serie “Detrás del Crimen” (todo un deleite para los criminalistas) presentada por el conocido investigador Benedicto Jiménez.

Para seguir viendo las continuaciones de la historia sólo haga click sobre los cuadritos que aparecen al finalizar el video.

 Nota: Si bien no los haré sufrir con texto, prepárense para las “magistrales” actuaciones de Karina Calmet y Julio Andrade quienes interpretan (¿!¡?) a Marita Alpaca y Leandro Reaño. Artaud y Stanislavski deben estar revolcándose en el más allá.

Algunos datos:

“Fue un crimen abominable.Los abogados de Reaño lo enviaron a Brasil y urdieron, pagando 200 mil dólares a los policías (se comprobó después) varias líneas de acción para salvar al banquero, desde el ocultamiento simple hasta la campaña cruel de descrédito de Marita, llegando a inventarle un expediente de prostitución clandestina.

Reaño regresó, fue detenido y negó que alguna vez hubiera obligado a Marita a practicarse un aborto. La verdad estaba en los restos de la joven y exhumaron el cadáver, lo examinaron y la policía dijo que el útero no tenía rastros de aborto. Pero la madre, empecinada, logró demostrar que esa víscera no era de su hija, que la habían cambiado y entonces apareció en “Extra” un gran titular que hacía la extraña pregunta: “¿Dónde está el útero de Marita?”.

La historia se volvió sórdida, casi impublicable y terminó en los meandros de la peor prensa amarilla. Pero Reaño fue condenado a siete años de cárcel, finalmente. Porque ella no se suicidó como sostenían sus abogados sino que él la mató esa dramática madrugada.

Solo un año estuvo en la cárcel e imaginamos que en las mejores condiciones posibles, dadas su influencias y dinero. Cuando salió ya estaba enfermo y murió de cáncer y culpa.”(*)

Ahora, muchísimos años después, Leandro Reaño reaparece del olvido, ah! periodistas!

http://www.youtube.com/watch?v=61zcVrBbmKc

En fin, es una historia triste con un final trágico que nos muestra lo más bajo de la naturaleza humana tanto por dentro como por fuera.

(*) Texto en cursiva tomado de:

http://augusta63.blogspot.com/2009/09/el-utero-de-marita-alpaca.html