“Caso Odebrecht”: imputaciones en medio continente

Presuntamente implicados en el escándalo de corrupción que lleva el nombre de la constructora brasileña Odebrecht, el expresidente peruano Alejandro Toledo y el actual mandatario panameño están en la mira de la Justicia.

Considerada por mucho tiempo como la mayor empresa de infraestructuras de América Latina, la constructora brasileña Odebrecht tiene ahora su reputación hecha añicos por revelaciones según las cuales montó una red de pago de sobornos a políticos y funcionarios en una decena de países del subcontinente. El Departamento de Justicia de Estados Unidos acusó a la compañía en diciembre de 2016 de expandir sus negocios regionales gracias a un “departamento de cohechos” que operaba de forma sistemática, usando también bancos estadounidenses y europeos para hacer los pagos. Odebrecht se declaró entonces culpable ante la Justicia de Estados Unidos, Suiza y Brasil del pago de 788 millones de dólares en sobornos desde 2001. Presuntamente implicados en el escándalo de corrupción que lleva el nombre de la constructora, el expresidente peruano Alejandro Toledo y el actual mandatario panameño, Juan Carlos Varela, están en la mira de la Justicia.

Ehemaliger Präsidenten von Peru, Alejandro Toledo (Orlando Sierra/AFP/Getty Images)

El expresidente peruano, Alejandro Toledo.

Alejandro Toledo, buscado

Al caer la noche en Lima este jueves (9.2.2017), un juez peruano dictó orden de captura nacional e internacional contra Toledo –jefe del Gobierno local entre 2001 y 2006– y su posterior encarcelamiento preliminar por 18 meses. El cargo puntual en su contra: el cobro 20 millones de dólares en sobornos de Odebrecht. El magistrado Richard Concepción, titular del Primer Juzgado de Investigación Preparatoria de la Sala Penal Nacional, declaró fundado el pedido de prisión preventiva solicitado por el fiscal anticorrupción Hamilton Castro, quien imputa al exmandatario los presuntos delitos de tráfico de influencias y lavado de activos. Toledo se encuentra fuera de Perú, y aparentemente estuvo el pasado fin de semana en París, aunque su residencia habitual la tiene en Estados Unidos, donde trabaja como investigador en la Universidad de Stanford, California. Ese mismo día, la trama de corrupción salpicó también al actual presidente panameño.

A Juan Carlos Varela se le imputa el haber recibido “donaciones” de la constructora brasileña. En un comparecencia convocada de urgencia, el “hombre fuerte” de Panamá aseguró que “no existen donaciones de la empresa Odebrecht” y se comprometió a entregar una lista de los donativos privados que recibió en la campaña de 2014, contradiciendo así la acusación de su antiguo ministro consejero y socio del bufete Mossack Fonseca, Ramón Fonseca Mora, quien había callado durante meses, prácticamente desde que su despacho de abogados protagonizó en abril de 2016 el escándalo conocido como “Papeles de Panamá”. Este 9 de febrero, Fonseca Mora soltó una bomba informativa que ha desatado un vendaval político en el país: “A mí el presidente Varela… escuchen esto con atención y que me caiga un rayo si es mentira… me dijo que él había aceptado donaciones de Odebrecht porque no se podía pelear con todo el mundo”,  aseguró.

Juan Carlos Varela, señalado

Fonseca Mora hizo esas declaraciones a las puertas de la Fiscalía. El abogado acudió de manera voluntaria al Ministerio Público, junto a su socio en la firma, Jürgen Mossack, después de que sus oficinas fuesen allanadas por su presunto involucramiento en el caso “Lava Jato”, la mayor trama de corrupción de la historia de Brasil. Por ese mismo caso, la Fiscalía acusó a ambos abogados de blanquear capitales y de ser una “organización criminal” que ayudaba a lavar dinero en la trama de “Lava Jato”, que implica a decenas de empresarios y políticos de Brasil. Fonseca Mora reconoció que su bufete creó una “decena” de sociedades anónimas a petición de distintos bancos y que luego las vendieron a personas implicadas en el caso “Lavo Jato”, pero que es una cantidad, a su parecer, insignificante comparada con las más de “10.000 empresas” involucradas en esta investigación. El abogado acusó además al Ministerio Público de usarle como “chivo expiatorio”.

Fonseca Mora alega que la Fiscalía no ha ordenado aún el allanamiento de las oficinas de Odebrecht en Panamá a pesar de que hay abierta un investigación por los sobornos pagados a funcionarios panameños. “Aquí en Panamá se han constituido muchas sociedades de Odebrecht y, aquí en Panamá, Odebrecht coimeó (sobornó) fuertemente”, dijo Fonseca Mora.  Las incendiarias declaraciones que hizo este jueves (9.2.2017) no sólo han sorprendido por su contenido, sino también por la relevancia de quien las orea. Fonseca Mora no es un cualquiera en Panamá. “Todo el mundo ha creído que Varela esta al lado mío, que me ha ayudado y que soy su amigo. Eso es mentira”, dijo enfático el abogado, que presidió el gobernante Partido Panameñista hasta marzo de 2016 y es percibido como amigo del mandatario. Juan Carlos Varela intenta salir ileso de esta situación, esgrimiendo que este episodio es evidencia de que el Poder Judicial local es autónomo.

Italien Juan Manuel Santos in Rom (Reuters/T. Gentile)

El presidente colombiano, Juan Manuel Santos.

Juan Manuel Santos, refuta las sospechas

“Las declaraciones de mi amigo, el señor Fonseca, envían un mensaje claro al país de que la Justicia es independiente, y de que este presidente no está protegiendo a nadie, y de que a cada uno le toca rendir cuentas por sus actos”, dijo Varela de cara a los medios. Varela, quien asumió la jefatura del Gobierno panameño en julio de 2014, ha asegurado desde entonces que lidia una lucha sin precedentes contra la corrupción. “A quienes me critican y al país entero les recuerdo que la justicia es ciega, y nadie está por encima de la Ley. Quien comete y se le prueba un delito, será castigado con todo el peso de la ley”, concluyó el político. El miércoles (8.2.2017), su homólogo colombiano, Juan Manuel Santos, también se vio obligado a pronunciarse brevemente vía Twitter sobre su supuesto vínculo con la constructora brasileña. Este jueves (9.2.2017), el entorno de la campaña Santos para su reelección en 2014 negó haber recibido dinero de Odebrecht.

El que articuló las palabras más contundente al respecto este 9 de febrero fue el empresario Andrés Giraldo, a quien el exsenador Otto Bula –detenido por los sobornos de la constructora– dijo haber entregado un millón de dólares procedentes de esas coimas. Ese dinero, según Bula, llegó a la campaña electoral de Santos, ya que Giraldo supuestamente se lo entregó a Roberto Prieto, gerente de ese proyecto político. “Estoy dispuesto a ir ante el polígrafo. No recibí dinero de Otto Bula”, dijo Giraldo en una entrevista con la emisora Blu Radio, reconociendo que se había reunido con el exsenador, pero negando que hubieran hablado de la campaña electoral porque ésta se dio posteriormente. Las ramificaciones políticas del escándalo crecieron este 8 de febrero, cuando el fiscal general de Colombia, Néstor Humberto Martínez, desveló que Bula –quien recibió 4,6 millones de dólares en coimas– dijo que un millón de dólares fue para Prieto.

Kolumbien | Iberoamerica-Gipfel in Cartagena (imago/Agencia EFE)

El jefe del Gobierno ecuatoriano, Rafael Correa.

Rafael Correa, predice “guerra sucia”

Los tentáculos de Odebrecht también llegaron hasta el candidato del partido uribista Centro Democrático en 2014, Óscar Iván Zuluaga, rival de Santos en aquella elección. Según reveló recientemente el semanario brasileño Veja, parte de los honorarios del publicista Duda Mendonça, que asesoró a Zuluaga en la campaña, fueron pagados por Odebrecht, que tiene contratos para la construcción de carreteras y otras obras de infraestructura en Colombia. Las investigaciones en este país sudamericano se han centrado en los millonarios contratos obtenidos por Odebrecht para la construcción de la autopista Ruta del Sol II, que comunica al centro con el norte del país, aún no concluida, y para las obras de mejora de la navegabilidad del río Magdalena, el principal de Colombia. Sin embargo, también alcanzan una obra contratada por la Empresa de Acueducto de Bogotá en la cual han sido detectadas igualmente irregularidades.

Mientras tanto, se supo que el procurador general de República Dominicana, Jean Alain Rodríguez, se entrevistará con las autoridades brasileñas que investigan el escándalo de corrupción “Lava Jato” para aclarar si la empresa Odebrecht pagó sobornos también en el país caribeño. La compañía admitió haber pagado en el país caribeño 92 millones de dólares por concepto de cohecho para acceder a contratos a lo largo de casi dos décadas. El próximo 16 de febrero tendrá lugar una reunión técnica multilateral sobre el caso “Lava Jato” con los fiscales que participan en la investigación. El día 17 se realizarán reuniones de trabajo con cada uno de los procuradores o fiscales generales de los países que investigan las actividades de Odebrecht. En Ecuador, el presidente, Rafael Correa, alertó que podrían estallar “bombas” mediáticas en el marco de una “campaña sucia” contra el oficialismo, que lleva diez años en el poder. Según el mandatario, éstas podrían aludir a Odebrecht.

ERC ( EFE / dpa )

En: dw 

Sobornos ODEBRECHT América Latina. En: http://e.eltiempo.com/media/infografias/adaptadas/2016/12/sobornos-diciembre22/desktop/images/sobornos-d.jpg

Sobornos ODEBRECHT América Latina. En: http://e.eltiempo.com/media/infografias/adaptadas/2016/12/sobornos-diciembre22/desktop/images/sobornos-d.jpg

El controversial corto del Super Bowl: 84 Lumber Super Bowl Commercial – The Entire Journey

Si pudiste ver el Super Bowl el ultimo domingo, seguramente habras notado un comercial que ha tocado al tema de la inmigracion desde Mexico a los Estados Unidos producido por la empresa maderera “Lumber 84”, la cual, al finalizar, le pedia a los espectadores ir a su website para “completar el viaje”. El tema es que mucha gente penso para que ir al website para terminar un comercial? Transmitanlo completamente! No me hagan trabajar por una companhia de la que nunca he oido hablar!

Lo que paso es que “Lumber 84” habia planeado transmitir todo el comercial pero la cadena televisiva Fox puso el grito en el cielo. El broadcaster considero el comercial como muy “controversial” como para ser transmitido durante el evento televisivo mas visto del pais y por ello “Lumber 84” fue forzado a cortar el comercial y remover parte de la cinta considerada ofensiva.

El comercial es la historia simbolica de una madre y su pequenha hija ralizando un arduo y largo viaje a los Estados Unidos de Norteamerica. En el video que no se pudo ver en el Super Bowl, ellas llegan a la frontera solo para ser recibidas por una gran muralla de concreto. Pero ahi no acaba la cosa.

Esta es un gran corto con un mensaje poderoso y claro: Las oportunidades estan siendo vapuleadas (algo contradictorio en el “pais de las oprtunidades”).

Fox es una empresa con fines de lucro, por lo que tienen el derecho de elegir lo que hacen y no hacen con sus ondas, pero se ve ridículo que la misma red que no dice nada respecto de las gráficas torturas de “24” encuentren la imagen de una pared fronteriza demasiado “polémica”.

Traducido al espanhol de: collider.com

Tildes omitidas intencionalmente.

Refugees Detained at U.S. Airports; Trump Immigration Order Is Challenged

By NICHOLAS KULISH and MANNY FERNANDEZ / JAN. 28, 2017

President Trump’s executive order closing the nation’s borders to refugees was put into immediate effect on Friday night. Refugees who were airborne on flights on the way to the United States when the order was signed were stopped and detained at airports.

The detentions prompted legal challenges as lawyers representing two Iraqis held at Kennedy Airport filed a writ of habeas corpus early Saturday in the Eastern District of New York seeking to have their clients released. At the same time, they filed a motion for class certification, in an effort to represent all refugees and immigrants who they said were being unlawfully detained at ports of entry.

Mr. Trump’s order, which suspends entry for all refugees for 120 days, created a legal limbo for people on their way to the United States and panic for families who were awaiting their arrival.

The president’s order also blocks the admission of refugees from Syria indefinitely, and bars entry into the United States for 90 days from seven predominantly Muslim countries linked to concerns about terrorism. Those countries are Iran, Iraq, Libya, Somalia, Sudan, Syria and Yemen.

It was unclear how many refugees and immigrants were being held nationwide in the aftermath of the executive order. The complaints were filed by a prominent group including the American Civil Liberties Union, the International Refugee Assistance Project at the Urban Justice Center, the National Immigration Law Center, Yale Law School’s Jerome N. Frank Legal Services Organization and the firm Kilpatrick Townsend & Stockton.

The lawyers said that one of the Iraqis detained at Kennedy Airport, Hameed Khalid Darweesh, had worked on behalf of the United States government in Iraq for 10 years. The other, Haider Sameer Abdulkhaleq Alshawi, was coming to the United States to join his wife, who had worked for an American contractor, and young son, the lawyers said. They said both men had been detained at the airport on Friday night after arriving on separate flights.

The lawyers said they had not been allowed to meet with their clients, and there were tense moments as they tried to reach them.

“Who is the person we need to talk to?” asked one of the lawyers, Mark Doss, a supervising attorney at the International Refugee Assistance Project.

“Mr. President,” said a Customs and Border Protection agent, who declined to identify himself. “Call Mr. Trump.”

The executive order, which Mr. Trump said was part of an extreme vetting plan to keep out “radical Islamic terrorists,” also established a religious test for refugees from Muslim nations: He ordered that Christians and others from minority religions be granted priority over Muslims.

In the arrivals hall at Terminal 4 of Kennedy Airport, Mr. Doss and two other lawyers fought fatigue as they tried to learn the status of their clients on the other side of the security perimeter.

“We’ve never had an issue once one of our clients was at a port of entry in the United States,” Mr. Doss said. “To see people being detained indefinitely in the country that’s supposed to welcome them is a total shock.”

“These are people with valid visas and legitimate refugee claims who have already been determined by the State Department and the Department of Homeland Security to be admissible and to be allowed to enter the U.S. and now are being unlawfully detained,” Mr. Doss said.

A supervisor for Customs and Border Protection at Kennedy Airport declined to comment, referring questions to public affairs officials. Calls to officials in Washington and New York were not returned early Saturday.

According to the filing, Mr. Darweesh was granted a special immigrant visa on Jan. 20, the same day Mr. Trump was sworn in as president. Mr. Darweesh worked with the United States in Iraq in a variety of jobs — as an interpreter, engineer and contractor — over the course of roughly a decade.

Mr. Darweesh worked as an interpreter for the Army’s 101st Airborne Division in Baghdad and Mosul starting shortly after the invasion of Iraq on April 1, 2003. The filing said he had been directly targeted twice for working with the United States military.

A husband and father of three, he arrived at Kennedy Airport on Friday evening with his family. Mr. Darweesh’s wife and children made it through passport control and customs, but agents of Customs and Border Protection stopped and detained him.

Brandon Friedman, who worked with Mr. Darweesh as an infantry lieutenant with the 101st Airborne, praised Mr. Darweesh’s work. “This is a guy that this country owes a debt of gratitude to,” Mr. Friedman said. “There are not many Americans who have done as much for this country as he has. He’s put himself on the line. He’s put his family on the line to help U.S. soldiers in combat, and it is astonishing to me that this country would suddenly not allow people like that in.”

Mr. Friedman, who is the chief executive of the McPherson Square Group, a communications firm in Washington, added, “We have a moral obligation to protect and repay these people who risked their lives for U.S. troops.”

He also said he feared for America’s military. “This not only endangers troops in the future, it endangers troops who are in combat now in Afghanistan, Iraq, Syria, wherever,“ Mr. Friedman said. “If those interpreters and those fixers hear that the United States is not going to protect them, then they don’t have any incentive to work with U.S. troops, and there’s no way that we can operate without their support and assistance.”

“He is a brave individual, and he cares about Iraq and he cares about the U.S.,” he said of Mr. Darweesh.

Mr. Alshawi was supposed to be reunited with his wife, who has been living in Texas. The wife, who asked to be identified by her first initial, D., out of concern for her family’s safety, wiped away tears as she sat on a couch in her sister’s house early Saturday in a Houston suburb.

The woman, a 32-year-old who was born in Iraq, met her husband when both were students at a Baghdad college. The couple has one child, a 7-year-old son who is in first grade. The boy was asleep in the house at 3 a.m. Eastern time Saturday, unaware that his father was in the United States but under detention and at risk of being returned to Iraq.

Relatives crowded the living room in their pajamas and slippers, making and receiving phone calls to and from other relatives and the refugee’s lawyers. At times, D. was so emotional that she had trouble speaking about her husband’s predicament.

She pulled out her cellphone and flipped through her pictures. She wanted to show a reporter a picture she had taken of her son’s letter to Santa Claus. In November, at a Macy’s Santa-letter display at a nearby mall, the boy wrote out his wish: “Dear Santa: Can you bring my Dad from Sweden pls.” He has not seen his father in three years.

“I’m really breaking down, because I don’t know what to do,” she said. “It’s not fair.”

She and her relatives had not told her son that his father was finally coming to Houston and that the son’s wish to Santa was about to come true. “It was a surprise for him,” she said.

Earlier on Friday, she had watched news coverage about Mr. Trump’s executive order. “My husband was already on the airplane,” she said. “He got to the airplane at 11 o’clock in Houston time.” At that point, she grew worried about what effect the order would have on her husband, but she assumed it would not take effect immediately.

D., along with her brother and her sister, asked that their full names not be used because they were concerned that publicity about the case would lead to harassment.

At about 2:30 a.m. Eastern time Saturday, Mr. Alshawi called his wife on her cellphone. They spoke for about five minutes, and D. put the call on speaker so the rest of the family gathered at the house could hear. It was the first time D. and her husband had spoken since he arrived at the airport in New York at about 8:30 p.m. Eastern time on Friday, she said. He had flown from Stockholm to New York, and was supposed to then fly to Houston.

“He gave his package and his passport to an airport officer, and they didn’t talk to him, they just put him in a room,” she said. “He told me that they forced him to get back to Iraq. He asked for his lawyer and to apply for an asylum case. And they told him, ‘You can’t do that. You need to go back to your country.’”

She said the authorities at the airport had told him that the president’s signing of the executive order was the reason he could not proceed to Houston.

“They told him it’s the president’s decision,” she said.

D.’s brother added of the phone call with his brother-in-law, “He’s very calm but he’s desperate. He said, ‘They are sending me there, they are sending me there,’” referring to Iraq.

In: nytimes

El régimen de periodistas del Duce

Periodista + poder = dictador. No necesariamente esta ecuación tendría que dar siempre tan tremendo resultado. Pero en el caso de Benito Mussolini (1883-1945) esa suma es, en efecto, de una precisión matemática.

Imagen: http://www.lanacion.com.ar/1306648-el-regimen-de-periodistas-del-duce

Imagen: http://www.lanacion.com.ar/1306648-el-regimen-de-periodistas-del-duce

El de Mussolini fue un régimen de periodistas que no sólo influiría fuertemente sobre futuros gobiernos derechistas en la manera de manipular a la prensa, sino también en administraciones de signo supuestamente progresista. Una influencia que, lamentablemente, aún no ha cesado y cuyos aires nos resultan desafortunadamente familiares. Es curioso: el fascismo goza de muy mala prensa, pero hasta algunos que se creen sus detractores no se cansan de practicarlo y no de manera tan solapada.

Hijo de padre izquierdista y madre católica, Benito -por Benito Juárez, el revolucionario mexicano- sufrirá sucesivas y sísmicas mutaciones políticas a lo largo del tiempo.

“Del anarquismo al socialismo, el nacionalismo extremo y, finalmente, el fascismo”, sintetiza el historiador Peter Neville en Mussolini , una biografía que presta atención a las circunstancias que pesaron en su formación. A pesar de haber trabajado como albañil y varias veces como maestro, el periodismo captó el centro de su atención muy recurrentemente como colaborador de periódicos socialistas, tarea que alternaba con sus incursiones como agitador y orador de causas siempre inflamadas. “La experiencia como periodista -señala Neville- sería invaluable en su carrera política.”

La inclinación hacia las letras efímeras -qué otra cosa es después de todo el periodismo- le venía por la sangre: si bien su padre fue herrero, en cierta época escribió un par de notas, en tanto que su hermano Arnaldo ( ghostwriter de ” il Duce “, en Mi autobiografía ) y su sobrino Vito se dedicaron de lleno al periodismo.

El mismo Benito tenía pasta para aporrear las máquinas de escribir y llegó a ser director del periódico Lucha de clases , de Forli, en 1909. En 1912, al borde de los 30 años, ya era editor de Avanti! y, dos años más tarde, fundaba Il Popolo d´Italia . “Mussolini -apunta Neville- produjo gran cantidad de escritos, y aunque están plagados de egotismo y dogmatismo, permiten comprender ciertos aspectos de su personalidad.”

La figura del dictador italiano viene a cuento porque en las últimas semanas se estrenó en la Argentina Vincere , el apreciado film de Marco Bellocchio que supo reflejar con dramatismo las tortuosas aristas de su compleja relación amorosa con Ida Dalser, a la que se propuso borrar del mapa en cuanto comenzó a incomodarlo. Y lo mismo con el hijo que ambos tuvieron, que llevaba su propio nombre. Mussolini prefirió, en cambio, inclinarse por otra mujer, Rachele Guidi, su esposa oficial, con quien tuvo tres hijos: Edda, Vittorio y Bruno.

Peleó en la Primera Guerra Mundial y tuvo un temprano cargo político (secretario de la Cámara de Trabajo de Trentino, en 1909). Fueron años de agitación y turbulencias que desembocaron en una voltereta ideológica que lo llevó de un extremo del arco político al otro, en 1921, cuando creó el Partido Fascista y resultó electo para ocupar una banca en el parlamento. Fue 1922 el año de su consagración, al ser designado primer ministro, y sus “camisas negras” marcharon sobre Roma.

Pronto contempló con agrado el crepitar de hogueras alimentadas con libros y con periódicos opositores.

El nuevo pontífice de la extrema ideología italiana sentenciaba por entonces en La Doctrina Fascista (Vallechi Editore Firenze, Florencia, 1935) que “todo permanece en el Estado y nada fuera de él”. ¿Y qué pensaba del periodismo? “La prensa es un elemento del régimen, una fuerza al servicio del Estado”, decretó.

Así, los que no supieron encolumnarse rápidamente fueron hostigados y presionados de distintas maneras, hasta que con la excusa de un atentado frustrado contra Mussolini, el Gran Consejo Fascista resolvió la suspensión, por tiempo indeterminado, de todas las publicaciones que no fueran totalmente favorables al régimen.

El silencio caracteriza a las dictaduras, pero en una dictadura encabezada por un ex periodista, rodeado de ex periodistas amigos, lo que imperó fue el parloteo, tan caro, por otra parte, a la idiosincrasia peninsular. Su menú era sencillo y no apto para estómagos delicados: malversación de la verdad, relectura constante de la historia y el presente en función de las necesidades del régimen en cada momento, aderezados por continuas consignas machacadas una y otra vez hasta el hartazgo para mantener en alto la “épica” discursiva del régimen.

“La prensa diaria -diagnostica Edward R. Tannenbaum en La experiencia fascista – fue el medio de comunicación más natural de los fascistas. En ninguna otra dictadura hubo tantos periodistas que hablaran tanto sobre tantas cosas. El Duce marcaba el tono del régimen con su continuo interés periodístico y este tono influía también en el Ministerio de Cultura Popular.”

Italiano hasta la médula, el fascismo lució siempre una exuberancia y desorden de los que careció el nazismo, su monolítico e implacable aliado.

“Goebbels y Rosenberg -agrega Tannenbaum- habían preparado listas negras de cientos de libros, obras teatrales, cuadros, películas y de sus creadores. En Italia, las listas negras y otras formas de control cultural no fueron tan amplias como en Alemania y nunca se cumplieron tan estrictamente. El régimen fascista permitió un limitado criticismo en cuestiones concretas, con una actitud política conocida posteriormente como «tolerancia represiva»”.

Mientras en Alemania un tercio de la prensa total fue absorbida por la maquinaria estatal; en Italia sólo lo fue en un diez por ciento. De todos modos, cualquier atisbo de crítica desapareció de la totalidad de la prensa después de 1926.

“La prensa más libre del mundo -se regodeaba Mussolini- es la prensa italiana. En otros países, los periódicos están a las órdenes de grupos plutócratas, de partidos, de individuos; en otras partes están reducidos a los bajos menesteres de la compra y venta de noticias excitantes, cuya lectura reiterada acaba por determinar en el público una especie de saturación estupefacta con síntomas de atonía e imbecibilidad; en otras partes, los diarios están reunidos en manos de poquísimos individuos, que consideran los periódicos como una verdadera industria, como la del hierro o la del acero. El periodismo italiano es libre porque sirve solamente a una causa y a un régimen; es libre porque dentro de las leyes puede ejercer y ejercita funciones de control, de crítica, de propulsión.”

En los tiempos en que el gran Consejo Fascista terminó destituyendo a Mussolini, en 1943, aquí en la Argentina los militares del Grupo de Oficiales Unidos (GOU), que habían desalojado del poder a los conservadores del “fraude patriótico” dieron precisas instrucciones para que la caída del Duce fuera suministrada con cautela por los diarios y los informativos de la radio.

La creación, el 21 de octubre de 1943, de la Subsecretaría de Informaciones y Prensa seguirá el modelo italiano al centralizar y coordinar la información oficial y organizará, por primera vez de manera sistemática y persistente, la propaganda estatal. Tres años más tarde, capitalizará ese esquema Juan Domingo Perón, quien, en 1939, enviado a Europa en misión de estudio, había asistido a cursos en Italia donde quedó muy impresionado con la experiencia fascista.

El 27 de marzo de 1945, un mes antes del fusilamiento de Mussolini por los partisanos y del suicidio de Hitler, en su búnker, cuando los soviéticos ya estaban a las puertas de Berlín, la dictadura militar argentina le declaraba la guerra al Eje, en reacción tardía. La semilla fascista, de todos modos, terminaría germinando nuevamente.

© LA NACION

En: lanacion.com.ar 

Former KKK head David Duke celebrates Donald Trump’s inauguration: ‘We did it!’

He also praises Mr Trump for ‘declaring war’ on the ‘Jewish establishment’

Image: https://static.independent.co.uk/s3fs-public/styles/story_large/public/thumbnails/image/2016/11/09/10/kkk-getty.jpg

Donald Trump denounced the KKK during his presidential campaign Getty Images. Image: https://static.independent.co.uk/s3fs-public/styles/story_large/public/thumbnails/image/2016/11/09/10/kkk-getty.jpg

Shehab Khan @shehabkhan Friday 20 January 2017

The former Imperial Wizard of the Ku Klux Klan tweeted “we did it” during Donald Trump’s inauguration.

David Duke, who served one term as the Louisiana State Representative, also “hailed” Mr Trump and praised him for “declaring war” on the “Jewish establishment”.

Mr Duke, who once led the neo-Nazi white-supremacist organisation, had endorsed Mr Trump from the start of the presidential campaign.

He had previously said Mr Trump’s presidency would be a “real opportunity” for white nationalists.

“If Trump does win, okay, it’s going to be a real opportunity for people like white nationalists, acting intelligently to build upon that,” Mr Duke said.

During the presidential campaign, Mr Trump hesitantly denounced Mr Duke and the KKK.

He described Mr Duke as a “bad person”.

As Mr Trump was sworn in as US President masked protestors clashed with police.

Officials responded with tear gas, water cannons, pepper spray and stun grenades to control the demonstrations.

In his first speech as President, Mr Trump said power would be transferred from Washington to “the people”.

“We the citizens of America are now joined in a great national effort to rebuild our country and restore its promise for all of our people. Together we will determine the course of America and all of the world for many many years to come,” Mr Trump said.

In: independent.co.uk

Opinión: Donald Trump, mil millas de retroceso

¿Puede un solo hombre acabar con décadas de acercamiento? Este 20 de enero podría ser el inicio de una era de relaciones entre EE.UU. y México marcadas por una rudeza tan larga y alta como las millas del muro de Trump.

36994124_303

La probabilidad de que a sus 70 años, Donald Trump, el nuevo presidente de EE. UU., cambie de personalidad y de estilo es reducida, especialmente si todos se limitan solo a lamentar su tono y trato en vez de exigir otro.

Estará por verse si las estructuras oficiales de una democracia fuerte como lo es la estadounidense logran elevar la sensibilidad diplomática del estadista y perdura la esperanza de que en sus primeros 100 días profundice en el abc de la etiqueta internacional.

Pero sin perder más tiempo tiene que imperar la conciencia inmediata de que la opinión pública no tiene por qué aceptar maltratos ni verbales ni de otra índole de nadie, mucho menos del presidente de la primera potencia democrática de este planeta.

En la política, en los negocios y en el día a día las formas son básicas. Un “America great again” sin cortesía, educación y protocolo no deja de ser un slogan vacío y sin sustancia para grandeza alguna. Y quien crea que la rudeza del nuevo mandatario se limitará a humillaciones y amenazas contra sus vecinos mexicanos se equivoca.

Unidos desde y para siempre

Estados Unidos no es una isla solitaria en un planeta desierto. El año de 1846 parece una fecha lejana, pero en la historia de la humanidad fue ayer cuando la conquista territorial hizo de Estados Unidos una potencia continental con las riquezas adquiridas a expensas de México: extensos yacimientos petrolíferos en Arizona, depósitos de oro y plata en California y los puertos de la costa del Pacífico.

La grandeza del pasado y del presente la ha logrado sobre los hombros de muchos países, entre otros los de México. Por eso y mucho más, Estados Unidos, baluarte de la democracia y la libertad, le debe al mundo entero y especialmente a sus vecinos del sur un trato ejemplar y justo. El muro de Trump representaría todo lo contrario: el impulso oficial de la discriminación y el racismo. Una ruptura con toda medida civilizatoria.

Exigir puentes, no muros

La dependencia producto de la integración que han logrado México, Estados Unidos y Canadá juntos desde 1994 es enorme. Las empresas estadounidenses han aumentado sus inversiones en territorio mexicano a un ritmo constante en las últimas décadas. Los mexicanos y sus vecinos, especialmente los socios comerciales estadounidenses y canadienses, tienen la obligación de demandar una relación digna y segura y exigir el fin de políticas y discursos explosivos. Tan grande como las ganancias es también su responsabilidad. Toca a todos ellos salir a las calles como lo han hecho este sábado millones de mujeres no solo en Estados Unidos. ¡Es hora de exigir puentes y no muros!

En: dw

 

With Echoes of the ’30s, Trump Resurrects a Hard-Line Vision of ‘America First’

WASHINGTON — America, and the world, just found out what “America First” means.

President Trump could have used his inaugural address to define one of the touchstone phrases of his campaign in the most inclusive way, arguing, as did many of his predecessors, that as the world’s greatest superpower rises, its partners will also prosper.

Instead, he chose a dark, hard-line alternative, one that appeared to herald the end of a 70-year American experiment to shape a world that would be eager to follow its lead. In Mr. Trump’s vision, America’s new strategy is to win every transaction and confrontation. Gone are the days, he said, when America extended its defensive umbrella without compensation, or spent billions to try to lift the fortune of foreign nations, with no easy-to-measure strategic benefits for the United States.

“From this day forward, it’s going to be only America first,” he said, in a line that resonated around the world as soon as he uttered it from the steps of the Capitol. “We must protect our borders from the ravages of other countries making our products, stealing our companies and destroying our jobs.”

The United States, he said, will no longer subsidize “the armies of other countries while allowing for the very sad depletion of our military.”

While all American presidents pledge to defend America’s interests first — that is the core of the presidential oath — presidents of both parties since the end of World War II have wrapped that effort in an expansion of the liberal democratic order. Until today, American policy has been a complete rejection of the America First rallying cry that the famed flier Charles Lindbergh championed when, in the late 1930s, he became one of the most prominent voices to keep the United States out of Europe’s wars, even if it meant abandoning the country’s closest allies.

Mr. Trump has rejected comparisons with the earlier movement, with its taint of Nazism and anti-Semitism.

After World War II, the United States buried the Lindbergh vision of America First. The United Nations was born in San Francisco and raised on the East River of Manhattan, an ambitious, if still unfulfilled, experiment in shaping a liberal order. Lifting the vanquished nations of World War II into democratic allies was the idea behind the Marshall Plan, the creation of the World Bank and institutions to spread American aid, technology and expertise around the world. And NATO was created to instill a commitment to common defense, though Mr. Trump has accurately observed that nearly seven decades later, many of its member nations do not pull their weight.

Mr. Trump’s defiant address made abundantly clear that his threat to pull out of those institutions, if they continue to take advantage of the United States’ willingness to subsidize them, could soon be translated into policy. All those decades of generosity, he said, punching the air for emphasis, had turned America into a loser.

“We’ve made other countries rich,” he said, “while the wealth, strength and confidence of our country has disappeared over the horizon.” The American middle class has suffered the most, he said, finding its slice of the American dream “redistributed across the entire world.”

To those who helped build that global order, Mr. Trump’s vow was at best shortsighted. “Truman and Acheson, and everyone who followed, based our policy on a ‘world-first,’ not an ‘America-first,’ basis,” said Richard N. Haass, whose new book, “A World in Disarray,” argues that a more granular, short-term view of American interests will ultimately fail.

“A narrow America First posture will prompt other countries to pursue an equally narrow, independent foreign policy,” he said after Mr. Trump’s speech, “which will diminish U.S. influence and detract from global prosperity.”

To Mr. Trump and his supporters, it is just that view that put America on the slippery slope to obsolescence. As a builder of buildings, Mr. Trump’s return on investment has been easily measurable. So it is unsurprising that he would grade America’s performance on a scorecard in which he totals up wins and losses.

Curiously, among the skeptics are his own appointees. His nominee for defense secretary, Gen. James N. Mattis, strongly defended the importance of NATO during his confirmation hearing. Both Rex W. Tillerson, the nominee for secretary of state, and Nikki R. Haley, the choice for ambassador to the United Nations, offered up paeans to the need for robust American alliances, though Mr. Tillerson periodically tacked back to concepts echoing Mr. Trump’s.

And there is a question about whether the exact meaning of America First will continue to evolve in Mr. Trump’s mind.

He first talked about it in a March interview with The New York Times, when asked whether that phrase was a good summation of his foreign-policy views.

He thought for a moment. Then he agreed with this reporter’s summation of Mr. Trump’s message that the world had been “freeloading off of us for many years” and that he fundamentally mistrusted many foreigners, both adversaries and some allies.

“Correct,” he responded. Then he added, in his staccato style: “Not isolationist. I’m not isolationist, but I am ‘America First.’ So I like the expression.” He soon began using it at almost every rally.

In another interview with The Times, on the eve of the Republican National Convention, he offered a refinement. He said he did not mean for the slogan to be taken the way Lindbergh meant it. “It was used as a brand-new, very modern term,” he said. “Meaning we are going to take care of this country first before we worry about everybody else in the world.”

As Walter Russell Mead, a professor at Bard College and a scholar at the conservative Hudson Institute, put it the other day, “The fact that he doesn’t have a grounding in the prior use of the term is liberating.”

“If you said to the average American voter, ‘Do you think it’s the job of the president to put America first,’ they say, ‘Yes, that’s the job.’”

But Mr. Mead said that formulation disregarded the reality that “sometimes to achieve American interests, you have to work cooperatively with other countries.” And any such acknowledgment was missing from Mr. Trump’s speech on Friday.

Mr. Trump cast America’s new role in the world as one of an aggrieved superpower, not a power intent on changing the globe. There was no condemnation of authoritarianism or fascism, no clarion call to defend human rights around the world — one of the commitments that John F. Kennedy made in his famed address, delivered 56 years ago to the day, to protect human rights “at home and around the world.”

That was, of course, the prelude to Kennedy’s most famous line: that America would “bear any burden, meet any hardship, support any friend, oppose any foe to assure the survival and the success of liberty.”

But the America that elected Mr. Trump had concluded that it was no longer willing to bear that burden — or even to make the spread of democracy the mission of the nation, as George W. Bush, who was sitting behind Mr. Trump, vowed 12 years ago. Mr. Trump views American democracy as a fine import for those who like it.

“We do not seek to impose our way of life on anyone,” he said, “but rather to let it shine as an example for everyone to follow.”

1 4 5 6 7