La bilbaína Bego Antón, Premio Revelación de PhotoEspaña

EE UU e Islandia son escenarios de la obra de una artista inmersa en una serie fotográfica sobre la caza de brujas en la Edad Media

«Si capturas la intimidad de alguien, lo mínimo es hacerlo con respeto». Imagen: http://www.electric-llama.com/wp-content/uploads/2015/11/begoanton-2.jpg

Bego Antón (Bilbao, 1983) defiende que su trabajo siempre gira en torno a las mismas ideas: la relación de amor y desamor entre los seres humanos, los animales y la naturaleza. Ante su cámara han desfilado comunidades como observadores de mariposas, nudistas y gente que danza con sus perros, una práctica objeto de competiciones regladas en el mundo anglosajón. Su mirada nunca es mordaz, sino atenta y respetuosa.

El Premio Revelación PhotoEspaña 2016 reconoce la obra de la fotógrafa vasca, que actualmente disfruta de su último mes como residente en BilbaoArte. «Estoy sorprendida. El premio me hace ilusión porque no te imaginas que desde fuera se aprecia lo que estás haciendo», confiesa. Anton es una fotógrafa viajera que vive entre Bilbao y Barcelona y que ha ambientado su obra en Estados Unidos e Islandia. Y su trabajo ha sido publicado en revistas y periódicos tan prestigiosos como ‘National Geographic’, ‘Esquire’ y ‘Le Monde’. Ha expuesto, entre otros, en el Museo Guggenheim y en el Canal de Isabel II.

Estudió Periodismo en la Universidad del País Vasco. «Quería ser escritora. Hasta hice prácticas en EL CORREO en la sección de maquetación», descubre. «Allí me di cuenta de que el periodismo no era lo mío. De todos modos, sigo ejerciendo la profesión más o menos desde otra óptica. Al final, cuento historias desde la fotografía», reflexiona una artista becada por la Diputación de Bizkaia y el Instituto Etxepare.

Para Bego Antón no cabe la sátira en los mundos a los que tiene acceso. «Si capturas la intimidad de alguien, lo mínimo es hacerlo con respeto. Muestro una realidad que nos puede sorprender, como esas señoras bailando con perros. Pero para mí son unas valientes y unas trangresoras a las que les da igual lo que opine el resto».

Elfos, hadas y trolls

Anton está inmersa en una serie fotográfica sobre la caza de brujas en la Edad Media. «Una recreación basada en las confesiones que hicieron las brujas a los inquisidores bajo tortura. Es un proyecto histórico y a la vez una recreación real, porque yo pienso que las brujas están absolutamente mitificadas. Tenemos una idea muy poco real de lo que sucedió». Los vuelos en escobas, los akelarres y las orgías, según la fotógrafa, «hoy en día son muy difíciles de creer».

‘Haiek Danak Sorginak’ (Todas ellas brujas) es el título de la exposición que presenta estos días en el Palacio de Cibeles de Madrid. «Leí a Toti Martínez de Lezea que, como a las brujas no les ponemos nombre, parece que son mujeres que nunca existieron», apunta. «Mi idea es ponerles un nombre y apellidos recreando historias concretas». En la recámara también da vueltas a un libro nacido en Islandia, «con gente que puede comunicarse con elfos, hadas y trolls».

En: elcorreo 

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