Archivo por meses: diciembre 2007

METSUBUSHI– ‘Triturar los ojos’

[Visto: 6805 veces]

He incluido un artículo escrito por Hatsumi Sensei para la revista NINJA en Diciembre de 1986. Lo he incluido ya que es una excelente lectura en un tema, el cual quizás, no es tan enseñado como debería serlo. Personalmente la única vez que he usado Metsubushi fue en una demostración y, oye, ¡¡¡Eso fue divertido!!! (También muy sucio)

Soke Hatsumi Usando Mutsubushi

En el curso de llevar a cabo sus misiones secretas, el Ninja tuvo gran cuidado para ver que el estaba bien armado para cualquier enfrentamiento que amenace en prevenir su éxito o impida su escape y él (o ella) era descubierto o enfrentado a una posible captura, mas a menudo que siendo probablemente superado en numero por el enemigo. Con el fin de “equilibrar” las desventajas, el ninja tuvo que desarrollar un método que le proveería con tiempo, incluso si era solo un santiamén, de manera que pudiera llevar a cabo otras técnicas de ninjutsu que asegurarían su seguridad.

Bajo tales condiciones fue creado el incomparable arte del Metsubushi. La técnica del Metsubushi (polvos cegadores) incluye un muy amplio rango de cegadores, no solo sustancia tipo polvo arrojadas a los atacantes, suciedad, lodo, grava, arena, guijarros, piedras, cenizas, pimienta, pelos de la ortiga, aceite, agua, venenos líquidos, humo y explosivos son solo algunos de los muchos ingredientes que podían ser usados. De igual amplitud de rango son los diversos contenedores en los cuales estos cegadores de la vista eran llevados: cáscaras de huevo vacías, cáscara de nueces, cañones de mano (Sodezatu), pistolas de bambú (Dokadeppo pistola de veneno), vainas o fundas, Shurikens cargados y demás. Un contenedor en particular y ornamentado es llamado el Sokutoku. A menudo se vestía alrededor del cuello como un pendiente decorativo, no levantaría sospecha alguna; pero en un instante podría ser el medio más efectivo para subyugar un enemigo con un solo soplo. El objeto hueco es usualmente llenado con pimienta luego tapado con un tapón del grosor de un lápiz unido a una línea delgada. Cuando era atacado el ninja simplemente llevaba el Sokutoku a su boca, removía el tapón y soplaba fuerte en el lugar diseñado para la boca. Una nube de pimiento picante se esparciría hacia los ojos del agresor. Durante el relativamente pacifico periodo Tokugawa en Japón estos aparatos eran frecuentemente usados por las “fuerzas policiales” para subyugar a ciudadanos fuera de la ley porque su contenido no dañaría los ojos permanentemente, y además era mas que suficiente para detenerlos en sus marchas. El objetivo del Metsubushi es hacer que el atacante dude, que “desvíe la mirada” así sea brevemente. Y en ese breve momento el cual para el ninja experimentado es más que suficiente- el Ninja tenía la opción de contraatacar o escapar. La ultima de las opciones a menudo creaba o reesforzaba las legendarias habilidades “místicas” del Ninja para “desaparecer”.

Sorpresa en el ataque

Las técnicas Metsubushi pueden ser encontradas en el Taijutsu (defensa desarmada), Goton no jutsu (cinco formas de escape y escondite) de Moku, Ka, Do, Kin y Sui (Madera, Fuego, Tierra, Metal y Agua), el Ten Chi-Jin Sanjupo no jutsu (treinta métodos del Cielo, Tierra y el Hombre) y otras maneras de tomar ventaja de la vista o puntos débiles de los atacantes. Estos podrían incluir métodos de cabezazo contra el oponente, hurgar sus ojos, golpear sus ojos con una toalla, o el uso de los Neko te garras de acero. Incluso reflejar la luz del sol con la hoja desenvainada de una espada a los ojos del enemigo es parte de esto.

La palabra Metsubushi (literalmente triturar los ojos) trae a la mente un técnica que requiere que el practicante saque los ojos fuera de la cabeza del enemigo y los triture. En realidad, tal técnica existe en el Taijutsu del Ninpo. Una noche, mi maestro, Toshitsugu Takamatsu, me contó esta historia acerca de tal técnica:
“Cuando estaba en Shanghai hace muchos años, se corría el rumor que un gran hombre había estado revoloteando alrededor de los muelles robando a quienes pasaran por allí. Las personas del área estaban tan asustadas por su presencia que evadían completamente esa área. Lleno de juventud, inmediatamente decidí subyugar a ese gran callejero. No me demoro nada el ir al lugar donde el bribón podría con mayor probabilidad hacer su aparición. Pronto después de mi llegada, el apareció- ¡y que grande era! El siendo tan grande como un luchador de lucha libre profesional, intente mantenerme fuera de su camino tanto como me fuera posible, pero la calle estrecha hizo la confrontación inevitable. Con sus brazos estirados, se paro en mi camino y me pidió dinero. Inmediatamente después de mi respuesta “No tengo dinero para darte” vi sus puños como martillos caer sobre mi. Los esquivé hábilmente, pero esto pareció enfurecerlo más y repentinamente se abalanzo sobre mí. Lo tumbe con un Gyakutenage (lanzamiento de mano invertida) tan poderosamente que golpeó el suelo con un resonante “Auu!” Fue entonces cuando me percate que tenía algo caliente en mi mano. De alguna manera, durante el pequeño forcejeo, uno de los ojos del hombre fue arrancado de su cabeza. Le aplique los métodos de resurrección y pronto recobro el sentido, pero el descubrimiento de su ojo perdido lo hizo huir arrastrándose en sus manos y rodillas. Tiempo después le envié un billete de 20 yen para que vaya a recibir servicios médicos.”

Cuando pone el Taijutsu en práctica, el Ninja puede algunas veces inconcientemente agarrar un área vital del cuerpo del oponente. Este tipo de reacción natural es común en las artes marciales, haciéndolas distintas de un deporte o juego con reglas.

Técnicas

Aquí hay otra historia que mi maestro me dijo:
“Una noche cuando tenia un sueño incomodo en mi cuarto, repentinamente sentí que alguien me observaba para encontrar una oportunidad de atacarme. Haciendo uso de Ankoku-Toshi-Jutsu una de las técnicas ninja para ver a través de la oscuridad, reconocí una silueta con largas espadas y grandes perros en contra del claro de luna. Sin demorar un momento, simule la figura de un humano echado en la cama futon utilizando ollas y libros y luego me escondí en la esquina oscura del cuarto. Luego escuche que algo era roto. Ni bien los ladrones entraron al cuarto empezaron a golpear al señuelo repetidamente con sus espadas largas. No hubo respuesta, mas allá del ruido de las ollas siendo golpeadas por sus espadas largas, lo que los sorprendió mucho. Entonces, gritando a los ladrones, me levante y arrebate una espada larga de uno de ellos y empecé a derribarlos uno a uno. Solo después de knockear cinco de los ladrones, fui asaltado por detrás por uno de sus grandes perros que gruñía. Se mantuvo gruñendo con sus patas sobre mi espalda. Cuando los perros gruñen, uno tiene que ser cuidadoso. Bajo tal circunstancia, uno no tiene que moverse ni un milímetro. Intenté enfrentarme al perro con dura determinación. ¡Jaja! Cuando los perros están por atacar a una persona, no es bueno moverse. Cuando el perro se percató que estaba compitiendo conmigo mentalmente, repentinamente detuvo sus gruñidos. Tomando ventaja de esta ocasión, le golpee en el hocico con un Shito-ken (golpe de pulgar) y le di una fuerte patada. Con unos pocos ladridos agudos, fue knockeado y quedo tendido en el suelo.”

Esta es también una historia de Metsubushi en el golpe al perro en el hocico causándole que lagrimas corran por sus ojos y mareándolo. Incluye una mezcla de muchas otras técnicas de ninjutsu tales como Kintonjutsu (técnica de esconder metal) en el uso de ollas, Koei-no-jutsu (técnica de sombra) al esconderse uno en las sombras, Jinton-no-jutsu (técnica del hombre que se esconde) al usar el futon para hacer un señuelo en forma de hombre. El Metsubushi es generalmente conocido como una de las técnicas en las que el ninja físicamente arroja polvos cegadores en la cara de sus atacantes. Como dice un proverbio japonés, “los ojos son las ventanas del alma”; nublar la mente puede ser otro modo importante para cegar los ojos. Me gustaría que ustedes comprendan lo central de las técnicas Metsubushi, es “hacer que los ojos dejen de funcionar”.

Dr. Masaaki Hatsumi Ph.D

Sigue leyendo