Es común leer o escuchar que el impacto despiadado de la COVID19 desnudó a escala dramática varios de los problemas estructurales del país; sin embargo ¿Cómo avizorar lo que debería ser el país en términos de convivencia social post pandemia?. Posiblemente se necesite implementar varios planes Marshall en cada sector como primera medida, algo que sin embargo será improbable a gran escala dado el nivel de endeudamiento al que recurrió el Estado para la reactivación de la economía y las medidas de contención sanitaria; y también claro en lo que será el proceso de recuperación permanente de los niveles de crecimiento económico antes de la pandemia. Hay dos aspectos que creo son impostergables: cobertura total en el empadronamiento de hogares y gozar de un sistema de información sectorial en tiempo real en los niveles de gobierno y de interrelación entro los mismos. De acuerdo a la consulta del Padrón General de Hogares (InfoMIDIS) al 01-06-2020, hay 6,196,697 personas sin clasificación socioeconómica, lo que indica que este grueso de la población ignora si es elegible o no a los mecanismos de protección social del Estado y que probablemente un porcentaje considerable de este bolsón se haya visto en la necesidad de salir a las calles a buscar su sustento en plena pandemia. Hay mecanismos que puede utilizarse para alcanzar la cobertura total en el registro de la población en el Padrón General de Hogares, como la red de establecimientos de salud del primer nivel de atención del MINSA, cada establecimiento de salud de este nivel tiene sectorizado a su población de influencia, sobre todo zonas rurales de difícil acceso, aprovechar este tipo de redes ya establecidos para cerrar la brecha en el empadronamiento de hogares a nivel nacional. Posibilitar que la formulación de políticas sociales y sus instrumentos (programas, proyectos) por parte del Estado cuente con una base de datos amplia sobre la cantidad total de familias empadronadas y su situación socioeconómica.
Captura de pantalla (de fecha 01-06-2020) de la página InfoMIDIS.
Si algún consultor o institución desee saber la cantidad de camas UCI en el Hospital Víctor Ramos Guardia de la ciudad de Huaraz o la producción de cacao en el distrito de Raimondi, probablemente tenga que viajar a tales lugares para recoger esta información directamente. Los gobiernos locales podrían acopiar este tipo de información (tal como seguramente algunos lo hacen) sin embargo no hay una dirección electrónica gubernamental de referencia donde los gobiernos locales puedan descargar esta data. Hay ejemplos exitosos de información en línea a la que se puede acceder por Internet, como la Consulta Amigable del Ministerio de Economía y Finanzas, con datos disponibles de actualización diaria sobre la ejecución presupuestal de un ente gubernamental de cualquier nivel de gobierno.
Sobre todo cuando se trata de información distrital sectorial de ámbitos fuera de Lima el INEI no arroja resultados concretos. Acceder en línea a este tipo de información permitirá no solo reducir los costos de transacción que su obtención implica, sino posibilitará a los gestores públicos la adecuada y oportuna toma de decisiones ante escenarios complejos y de emergencia como los que se está viviendo ahora. Todo lo mencionado será posible si se mejora notablemente la velocidad promedio de navegación y conectividad a Internet, la ahora llamada 5G; del cual países como Chile lanzó su primera licitación recientemente. Se requiere con urgencia claro está cambios concretos en las formas de solución de los problemas estructurales del país; sin embargo se tiene que empezar por cerrar brechas de información y estadística de conocimiento de la realidad sectorial y socioeconómica del país.