Nota: incurro en una práctica censurable, ya que el texto es un extracto del libro publicado por Mario Vargas Llosa; pero, al no tener el aval para con redacción propia publicar algo similar, no puedo contra el remordimiento de quedarme con lo que en él escrito está. Espero no se me denuncie por copia, ya que mi intensión no es otra que la de alentar a la lectura inmediata de un libro ejemplar. En todo caso me alegra el tener pocos visitantes, sé que no me denunciarán.
Para esta nueva cultura son esenciales la producción industrial masiva y el éxito comercial. La distinción entre precio y valor se ha eclipsado y ambas cosas son ahora una sola, en la que el primero ha absorbido y anulado al segundo.
La literatura light, como el cine light y el arte light, da la impresión cómoda al lector y al espectador de ser culto, revolucionario, moderno, y de estar a la vanguardia, con un mínimo esfuerzo intelectual.
En la civilización de nuestros días es normal y casi obligatorio que la cocina y la moda ocupen buena parte de las secciones dedicadas a la cultura y que los “chefs” y los “modistos” y “modistas” tengan ahora el protagonismo que antes tenían los científicos, los compositores y los filósofos.
¿Qué ha conducido al empequeñecimiento y volatilización del intelectual en nuestro tiempo?
Tampoco es casual que, así como en el pasado los políticos en campaña querían fotografiarse y aparecer del brazo de eminentes científicos y dramaturgos, hoy busquen la adhesión y el patrocinio de los cantantes de rock y de los actores de cine, así como de estrellas del fútbol y otros deportes. Éstos han reemplazado a los intelectuales como directores de conciencia política de los sectores medios y populares y ellos encabezan los manifiestos…
La diferencia esencial entre aquella cultura del pasado y el entretenimiento de hoy es que los productos de aquélla pretendían trascender el tiempo presente, durar, seguir vivos en las generaciones futuras, en tanto que los productos de éste son fabricados para ser consumidos al instante y desaparecer…
Ya una parte importante de la poesía, del pensamiento religioso, del arte ha desaparecido de la inmediatez personal para entrar en la custodia de los especialistas”
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