Interdisciplina: Riesgos y Beneficios del Arte Dialógico

[Visto: 7244 veces]

Dra. Denise Najmanovich. Epistemóloga. Doctora por la PUC-San Pablo. Master en Metodología de la Investigación Científica. Bioquímica, Universidad de Buenos Aires (UBA), Argentina. Profesora a cargo del Seminario de Epistemología del Doctorado de la Facultad de Arquitectura de la UBA. Profesora a cargo del seminario de Epistemología del Doctorado Interdisciplinario de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Entre Ríos, Argentina. Profesora Titular de “Epistemología de las Ciencias Sociales” y de “Epistemología de la Psicología Social”, Universidad CAECE, Argentina. Asesora Académica de FUNDARED (Fundación para el Desarrollo y la Promoción de las Redes Sociales). Trabaja en temáticas relacionadas con el enfoque de la complejidad, los nuevos paradigmas, subjetividad y redes.

Interdisciplina: Riesgos y Beneficios del Arte Dialógico (Fragmentos)
(Publicado originalmente en “Tramas”, Revista de la Asociación Uruguaya de Psicoanálisis de las configuraciones vinculares.)

“Hace muchos años escuché con gran deleite una conferencia sobre interdisciplina en la cual se planteó que “El mundo tiene problemas pero la universidad tiene departamentos”. Con el transcurso del tiempo yo misma comencé a ser invitada para exponer mis puntos de vista sobre este tema y me remití con frecuencia a aquella frase, que en su momento me había permitido comprender la distancia entre las instituciones académicas, cada vez más fosilizadas, y “el mundo nuestro de cada día”. El hechizo del eslogan se deshizo cuando en vez de focalizar mi atención en la rigidez de la universidad -que cada día es más evidente-, lo hice en la sustancialización de los “problemas”. A medida que nos vamos alejando de las concepciones positivistas, nos damos cuenta de que ni los hechos, ni los datos, ni los problemas son cosas del “mundo en si”, sino que surgen en nuestra interacción con él. Algo es un problema para alguien, respecto de algún punto de vista particular, de alguna esperanza o de una expectativa: no hay problemas “in abstracto”, somos nosotros y no un supuesto mundo “en si” u objetivo, los que tenemos problemas.”

“Al comprender que tanto las instituciones como las teorías de la modernidad tienden a fosilizarse y -peor aún- a “naturalizar” sus puntos de vista, nos ponemos en contacto con la gigantesca dimensión del peligro que entraña la “estabilidad” y la “objetividad”. Dice Humberto Maturana que todo aquel que habla desde la objetividad está haciendo una petición de obediencia a su interlocutor. Cuando un discurso se erige en fundamento de lo real, cierra las puertas al diálogo, al cambio, a la evolución y las abre a la muerte. La segunda ley de la termodinámica expresa que en los sistemas aislados, la entropía aumenta hasta un máximo (es decir que aumenta el desorden hasta que al llegar al equilibrio ya no hay más procesos). Para los sistemas biológicos o sociales, el equilibrio es la muerte y la aislación sólo puede conducir a este desgraciado final.”

“Las comunidades cerradas, sean científicas o de cualquier otro tipo, se encaminan inexorablemente hacia la muerte, hacia el fin de los procesos, el fin del conocimiento. Aquellos que creen que existe una sola Verdad – que casualmente coincide siempre con la propia- pretenden que su voz es la voz de los hechos, y por lo tanto cierran sus “puertas y ventanas ” al mundo y se abroquelan detrás de sus certezas, que actúan como murallas que impiden el paso de cualquier disidencia (diferencia o novedad). Ahora bien, si consideramos que los hechos sólo pueden aparecer en el lenguaje a partir de nuestras palabras, y que éstas sólo surgen de nuestra interacción con otros sujetos hablantes, debemos aceptar que todo conocimiento del mundo no puede ser un reflejo de éste, sino que es una creación surgida de nuestra interacción con el mundo. El conocimiento no es algo que esté en las cosas o en “nuestra cabeza”, el conocimiento es fruto de la interacción sujeto-mundo. Mientras estemos vivos, mientras interactuemos, el conocimiento no será nunca algo fijo o acabado, algo completo o totalmente definido. Sin embargo, todo conocimiento tiene una cierta configuración, un campo de posibilidad, una consistencia y una posibilidad -e imposibilidad- de cambiar.”

“Los conocimientos no planean sobre nosotros en el “Topos Uranos”, sino que somos nosotros los que los producimos y reproducimos, los creamos y matamos. El conocimiento no es nunca un proceso abstracto -y mucho menos un producto-. Es algo que ocurre en el espacio “entre”: entre un sujeto y otros sujetos, entre el sujeto y sí mismo, y en la interacción del sujeto y el mundo.”

“Las disciplinas no existen en abstracto, sino que son la producción de comunidades científicas. Los conocimientos que producen están enraizados en las prácticas – teóricas y pragmáticas- de esta comunidad. Los “objetos” de estas disciplinas son productos emergentes de los modos de interacción de esa comunidad con el mundo. Los problemas que estudia sólo serán tales en los términos específicos de interrogación que esa comunidad adopta.”

“Un hito clave del surgimiento de la Modernidad es la invención del sujeto cartesiano. Paradójicamente podemos plantearnos que Descartes hace nacer la criatura para esconderla inmediatamente debajo de la alfombra. Recién nacido, el sujeto es aplastado por el peso de la racionalidad matematizante. El Sujeto Cartesiano, sujeto de la objetividad, no podía dar cuenta de sí mismo porque no podía verse: era un hombre desencarnado, una pura racionalidad abstracta. El cuerpo de ese sujeto despedazado fue considerado el campo de estudio de la biología y la medicina. La psiquis en cambio quedó flotando varios siglos en el limbo a la espera de una comunidad que la adoptase. La propia metodología cuantitativa era un verdadero chaleco de fuerza que ahogaba todo intento de pensar el psiquismo más allá de una recolección de datos triviales.”

“Freud fue un verdadero pionero que se animó a caminar por los bordes de la medicina decimonónica, a tender puentes entre una teoría fosilizada y una práctica que requería de nuevas categorías. Nunca dudó en buscar metáforas en otras áreas, desde la literatura hasta las artes plásticas, la filosofía o la religión. Todas eran fuentes legítimas donde abrevó su pensamiento. No podía ser de otra manera, ya que los nuevos conceptos y categorizaciones sólo surgen de nuevos modos de experienciar el mundo y producir significado. “Sólo la diferencia puede producir diferencia”. La novedad sólo nace de un encuentro con el otro (interno o externo).
A pesar de lo profundamente revolucionario de su pensamiento, Freud quedó atrapado en una epistemología positivista, en una metáfora termodinámica clásica -cuyo eje central era el equilibrio- y en una concepción causalista del devenir psíquico. Sus herederos raramente se han atrevido a ir más allá del maestro en relación con estos aspectos, de manera tal que hoy sufrimos un profundo desajuste entre los modos específicos de subjetivación y las teorías que intentan dar cuenta de ellos.”

“La mentalidad moderna nos condena a una mono-lógica, a la repetición, a la identidad esencial absoluta. Necesitamos crear otras perspectivas que nos permitan abordar estas cuestiones clave de la contemporaneidad: ¿Cómo construir un diálogo entre distintas disciplinas, entre distintos modos de conocimiento? Consideramos que el primer paso consiste en reconocer las diferencias, no para integrarlas, sintetizarlas o producir una nueva totalidad más abarcadora, sino para aprender a navegar en la diversidad, dando lugar a que aparezca un acontecimiento, una nueva metáfora que nos lleve hacia nuevos espacios cognitivos o que enriquezca nuestra paisaje actual.”

“Sólo al reconocer que ninguna perspectiva particular puede ser completa, al aceptar la necesidad del vacío y de la incertidumbre, podremos participar de un encuentro dialógico en el que se produzca una fertilización cruzada, en el que podamos nutrirnos en el intercambio. La interdisciplina es el diálogo entre diferentes, manteniendo y disfrutando el poder creativo de la diferencia, enriqueciéndonos con ella. El cultivo de esta práctica implica el abandono del totalitarismo monológico, de la creencia en que una disciplina puede recubrir completamente un objeto que le es propio, que existe un solo método de interrogación.”

“Desde las perspectivas que dan lugar a la complejidad, el sujeto no es meramente un individuo, es decir un átomo social, ni una sumatoria de células que forman una aparato mecánico, sino que es una unidad heterogénea y abierta al intercambio. El sujeto no es una sumatoria de capacidades, propiedades o constituyentes elementales, sino que es una organización emergente, que sólo adviene como tal en la trama relacional de su sociedad. Esta es la forma peculiar que adopta la metáfora de redes fluyentes en el campo del pensamiento sobre el sujeto y la subjetividad. El sujeto complejo no es concebido como una sustancia, una esencia, una estructura o una cosa sino un devenir en las interacciones. Las nociones de historia y vínculos son los pilares fundamentales para la construcción de una nueva perspectiva transformadora de nuestra experiencia del mundo no sólo en el nivel conceptual, sino que implica también abrirnos a una nueva sensibilidad y a otras formas de actuar y de conocer.”

“Desde esta mirada resulta claro que el pensar la subjetividad es una tarea inmensa que excede largamente la competencia de un solo grupo disciplinario. Muy por el contrario, se trata de una búsqueda sin término, que se transforma con cada hallazgo, una búsqueda en la que todos somos a la vez exploradores y explorados, sujetos y objetos, medio y fin. Desde esta perspectiva el diálogo interdisciplinario no es una herramienta más, sino un desafío imprescindible.”

“Dijo Kafka: “Aunque no ha sucedido, es quizás imaginable la posibilidad de que alguien se haya salvado del canto de las sirenas, pero de su silencio ciertamente no”. Tomando esta deliciosa metáfora, creo que muchos podrán atarse al mástil disciplinario para no escuchar a las sirenas u otros seres fantásticos que encarnan otras disciplinas u otras perspectivas, modos o estilos de conocimiento. Pero nadie podrá dejar de sentir el efecto de su silenciamiento.”

Najmanovich , D. (1998) Interdisciplina: Riesgos y Beneficios del Arte Dialógico. Revista TRAMAS. Publicación de la Asociación Uruguaya de psicoanálisis de las configuraciones vinculares. Tomo IV, Nº 4.

Puntuación: 5.00 / Votos: 1

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *