¿LA OCASIÓN HACE AL LADRÓN?

[Visto: 685 veces]

¿LA OCASIÓN HACE AL LADRÓN? ¿OCASIÓN PARA EXCLUIR?

Intentar un empoderamiento de los excluidos, desde mi modesto parecer no sólo pasa por empoderar en la identificación de la gran exclusión, dramática, injusta, brutal, insoslayable, pero estructural, existencial, determinante, gigante; si no empoderar para hacerse cargo de las situaciones típicas de exclusión cotidiana.
¿Por qué son así?¿nos vamos a seguir preguntando in saecula saeculorum?
Siempre había oído con cierto desdén una máxima sabia de los viejos “la ocasión hace al ladrón”, referida a dos cuestiones en apariencia diferentes:
a veces el que es robado, ha configurado o consciente o inconscientemente las condiciones para sufrir el hurto de un bien, y, a veces quien roba, no es necesariamente un ladrón profesional ni alguien que subsiste del hurto ni simple ni agravado, es sólo una persona que percibe y usa una oportunidad para hacerse de un bien sin trabajar por ganárselo, o sin esperar a cobrar su salario para comprarlo porque toma el bien de otro, puede ser alguien con quien duermes o con quien compartes la mesa. ¿Es cosa de ocasión? Un suceso siempre recurrente pero recientemente percibido por mí, me puso en la pista no sé si asfaltada de la relación exclusión-ocasión, y la línea actitudinal de discriminación institucionalizada, me hizo pensar en extrapolar esta máxima a la dilemática situación que nos afecta a todas las personas con discapacidad, [inclusión versus exclusión], ¿es la exclusión también cosa de ocasión?
Llevo ya mucho tiempo gestionando para mí una especie de acomodación laboral razonable, que consiste en lograr una ubicación y un conjunto de funciones concertadas con la labor institucional de mi centro de trabajo, que además estén caracterizadas por ser relativamente compatibles con mis competencias, mi formación profesional y por qué no con mis aspiraciones que como quienes lean con atención estas líneas podrán percibir que son casi realistas, aspiro a una relativa compatibilidad, he dejado de esperar mi turno para tocar el arcoiris.
No es el primer intento, ya perdí la cuenta de en qué número de intento voy, he logrado avanzar significativamente en cada oportunidad de negociación, pero mi barco aún no llega a tierra, aunque afortunadamente tampoco naufraga.
Visitando la oficina de una funcionaria, con algunas respuestas a la pregunta ¿qué crees que puedes hacer aquí?, tuve acceso parcial a una conversación telefónica, más o menos en este contexto….
—Funcionaria: …no, el memorando dice que la sra. XYZ se hará cargo de ABC funciones.
—Silencio,
—Funcionaria: pero todavía no ha bajado la Sra. XYZ, ya cuando esté en funciones vemos si hay o no problemas, usted tiene que acatar el memo nada más…. bla, bla, bla, bla, bla.
Un pensamiento me sobresaltó, y identifiqué con una extremada tristeza, que cada vez que he presentado una propuesta, la respuesta automática fue, voy a preguntarle al “jefe inmediato a ver qué dice”, cada vez que yo hice notar que no había jefe inmediato directo,mi interlocutor acotó: ah, le preguntaré a tal fulanito. Cuando yo pregunté en actitud de quien no sabe,¿fulanito está acargo?, mi interlocutor me respondió que no, pero que siempre era mejor saber si el compañero quería trabajar con alguien para evitar problemas posteriores.
Días o meses después, el o la funcionari@s me hacía saber que “Perico de los Palotes, Rintintín, Ratón Pérez y toda la pandilla de Don Gato no estaban de acuerdo con el movimiento”,así que…. “no puede ser por el momento”. Después de oír ese 50% de conversación telefónica, tuve que hacer un verdadero esfuerzo de autocontrol para no llorar de impotencia, la letanía conocida se repitió una vez más, pero esta vez yo tenía una respuesta distinta, cuando me habló de preguntar, yo le hice una contra pregunta ¿usted, les pregunta a todos por cada movimiento de personal que efectúa?, mi interlocutora, titubeó, N”’ooo me dijo, pero “siempre es bueno que las personas quieran trabajar con… para evitar problemas posteriores”, ¿ah sí? le dije, ¿no sería mejor esperar a que los problemas se presenten ‘si ‘es ‘que ‘se ‘presentan, para afrontarlos?, si su voluntad es realmente incluir, dándoles a todos la oportunidad de excluir no conseguirá su objetivo.
¡No me arrepiento de haberlo dicho, por eso lo escribo !

Puntuación: 0 / Votos: 0

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *