Andrea, mi nieta, mi lealtad irreductible en defensa de su derecho a la educación. ¡No hay derecho!

Sé que la sabiduría sin carácter o que el amor sin reglas hacen daño, gran orientación del mahatma Gandhi, sigo este camino con mi nieta Andrea…

Andrea, durante muchos años ha estado en el quinto superior en la escuela secundaria, le gusta mucho y la estructura en medio de los entornos familiares y escolares que, a veces, no son los mejores, y también de una turbulencia que generaba el contexto político que le llegaba directamente y la molestaba. Pese a estas circunstancias ella se mantenía a pie firme por su alto rendimiento académico.

Entre el año 2016 y este año 2017 sucedieron las pérdidas de una amiga que murió de un ataque cerebral fulminante, compañera de su colegio de siempre desde muy pequeñitas, luego viene el accidente y el fallecimiento de su madre, que la golpea muy duramente. En medio de esto golpes y traumas se toman decisiones con muy buena voluntad de cambio de colegio, a mi modo de entender no fueron ni psicológica, ni educativamente las más acertadas, me las dieron como hechos consumados, siendo su abuelo y teniendo una formación y experiencia educativa muy vasta, y con altas calificaciones toda mi vida. No hay culpa y no hay vergüenza, no hay bronca y no hay resentimiento, sólo hay amor y buscar enmendar las decisiones tomadas, defendiendo el derecho a culminar la educación escolar de  Andrea.

Andrea está perdiendo su quinto de secundaria y su posibilidad de entrar a la preuniversitaria y a la universidad, no hay derecho que esto se produzca con una jovencita de dieciséis años de edad, con un largo y alto rendimiento académico, correcto comportamiento, aunque hay mucho dolor en ella por las pérdidas brutales de personas tan amadas y por las circunstancias tan complicadas que la afectan. Sus contracturas y constipado tan lacerantes, son un síntoma psicosomático de esta situación tan dura que le ha tocado vivir.

Pido por favor, que se respete el derecho de Andrea a acabar su quinto de secundaria, así como, a iniciar la preuniversitaria. Necesita en concreto rematar en un clima de tranquilidad y de paz, de acogida y de balance la escuela en dos cuestiones prácticas y puntuales para no perder el quinto de secundaria: 1. Culminar este último bimestre, sea no presencial o sea presencial, 2. Llevar a cabo el próximo semestre retomando sus excelentes logros académicos. Entre mis amigos del FB y del BLOG PUCP existen notables educadores, les pido enviarme sugerencias y propuestas por INBOX o por mi correo PUCP.

Como abuelo de Andrea me hago plenamente responsable de esta iniciativa. Andrea sabe que su abuelo cree que la sabiduría sin carácter y que el amor sin reglas hace daño, me conoce muy bien desde que era una niñita muy pequeña y andábamos juntos de arriba a abajo, como también ahora. “Somos muy unidos y nos queremos mucho”, es una expresión que invento ella desde pequeñita, así nos saludamos y nos despedimos hasta ahora, nieta y papapa.

Un abrazo y gracias,

Manuel Piqueras

Foto familiar: Andrea pequeña y papapa Manuel.

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